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Papa Francisco y Fidel Castro.
Papa Francisco y Fidel Castro.
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LA HABANA.- El papa Francisco viaja el lunes al este de Cuba en la siguiente etapa de su estancia en la isla tras mantener sendos encuentros con Raúl y Fidel Castro aunque no con miembros de la disidencia cubana.

El Vaticano destacó que no había ninguna reunión prevista con los disidentes de forma oficial. La embajada de la Santa Sede en La Habana se comunicó con algunos líderes “como signo de atención hacia esas personas”, dijo el portavoz vaticano, pero al final se les impidió acceder a la catedral donde estaba planeado el saludo.

Las reuniones con los hermanos Castro se celebraron sin problema alguno.

El vaticano describió el encuentro de 40 minutos con Fidel Castro en la residencia del ex presidente como “informal y familiar”, con un intercambio de libros y una discusión sobre los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad, incluyendo la reciente encíclica papal sobre el medio ambiente y el sistema económico global.

El video del encuentro emitido por la televisora estatal cubana mostró a Castro, de 89 años, charlando animadamente con Francisco y dando la mano al papa, que estaba en pie a su lado con su característico hábito blanco mientras el ex mandatario permanecía sentado ataviado con una camisa blanca y una sudadera Adidas.

El encuentro reunió al líder más influyente de Cuba en la última mitad del siglo XX y primer papa latinoamericano, a quien muchos cubanos le dan crédito por abrir un camino para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la isla y Estados Unidos. Después de su visita a Cuba, el papa vuela a Washington en su primer viaje a EE.UU.

Francisco visitó a Castro tras celebrar una misa en la principal plaza de La Habana, la Plaza de la Revolución, en su primera jornada completa en Cuba.

En su homilía, ofrecida bajo el icónico retrato del líder revolucionario Ernesto “Che” Guevara, Francisco instó a los cubanos a servir al prójimo y no a una ideología. Les animó a no juzgar a los demás “y esto sin mirar al costado para ver lo que el vecino hace o ha dejado de hacer”.

“Nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve de ideas, sino que se sirve a las ideas”, dijo el papa.

Esta fue una crítica sutil al sistema comunista que ni el portavoz vaticano negó. “El papa no tiende a hacer discursos políticos explícitos, pero tiene algunos principios generales y todo el mundo es libre de aplicar sus propias experiencias de vida a ellos”, dijo Federico Lombardi.

Muchos se quejan de la rigidez del sistema cubano por el que el gobierno controla casi todos los aspectos de la vida de los ciudadanos, desde instituciones culturales a comités de vigilancia vecinal. Aunque esta política se ha suavizado en los últimos años, los cubanos pueden quedar excluidos o perder beneficios si se percibe que son desleales a la revolución.

La población de la isla se preocupa cada vez más por la creciente desigualdad, ya que aquellos que tienen acceso a capitales extranjeros viven vidas de relativo lujo mientras que otros apenas pueden alimentarse, algo que genera envidias y división.

En un momento del recorrido del papamóvil hasta el lugar donde ofició la misa, un hombre se acercó al auto y le dijo algo emotivo al pontífice, que le tocó las manos y la cabeza antes de que personal de seguridad lo sacó de allí. Un video mostró a una persona que parecía ser el mismo hombre lanzando octavillas al aire, y partidarios de un grupo disidente dijeron en Twitter que era miembro de la oposición.

Berta Soler, líder del grupo opositor de las Damas de Blanco, dijo que entre 22 y 24 miembros de su organización que asistieron a la misa fueron detenidos por agentes de seguridad cubanos. Y otras dos reconocidas opositoras contaron que agentes las detuvieron impidiéndoles asistir a un servicio de vísperas en la catedral de La Habana al que habían sido invitadas por el Vaticano.

Marta Beatriz Roque y Miriam Leiva explicaron que habían recibido la invitación de la oficina del embajador del papa en La Habana pero que fueron arrestadas cuando intentaban ir al templo.

Lombardi, portavoz del Vaticano, dijo que algunos disidentes fueron invitados a eventos para recibir el saludo del papa, pero dijo desconocer el motivo por el que el encuentro no llegó a celebrarse.

Francisco se reunió por espacio de una hora con Raúl Castro, un ateo declarado que, quizás bromeando, ha declarado que le gusta tanto el papa que está pensando regresar a sus raíces católicas. Francisco agradeció al líder de 84 años la amnistía concedida a miles de delincuentes menores antes de su llegada a la isla. Castro agasajó al pontífice con una gran escultura de un Cristo crucificado realizada con remos por el artista Kcho y un cuadro de la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona del país.

Está previsto que Francisco visite el santuario de la virgen, cerca de la ciudad oriental de Santiago el lunes por la tarde, tras realizar una breve parada en la ciudad de Holguín, donde ofrecerá una misa.