El espíritu emprendedor brotó dentro de José Flores a temprana edad y ahora, décadas más tarde, aún lo guía como fundador y presidente de Rancho Janitorial Supply, con sede en el Inland.
“La temperatura fue de 109 grados hoy (lunes) y quería demostrar que incluso en días como este, puedes salir y cumplir con una llamada”, dijo Flores. “Todo mundo está afuera trabajando”.
En estos días la compañía de Flores cuenta con entre 1,800 y 2,000 clientes – 65 por ciento de ellos universidades comunitarias, distritos escolares y escuelas privadas. La compañía con sede en Fontana cuenta con numerosos clientes en los condados de Riverside y San Bernardino, pero también ha trabajado con rascacielos en el centro de Los Angeles y con grandes contratistas del Departamento de Defensa cerca de la costa.
En el 2003, cuando su negocio empezó por primera vez, tuvo ventas de $200,000 ese año. Hoy día, la compañía recibe casi la misma cantidad semanalmente.
A lo largo del camino, la compañía también ha adoptado la conservación. Representantes de la compañía están acostumbrados a enseñarles a sus clientes cómo conservar papel, usar menos agua y desechar mejor la basura.
Rancho Janitorial Supply es una empresa familiar por excelencia. Todos sus cinco hijos, y muchos otros familiares, se encuentran entre los más de 30 empleados de la compañía. Y al igual que Flores, todos lo aprenden desde el principio.
Flores empezó a trabajar en el negocio a los 18 años, para National Sanitary Supply, en un puesto de ingreso como preparador de pedidos en un almacén de distribución. Él convivió con empleados veteranos, aprovechó numerosas oportunidades para entrenarse en ventas y servicios, y trabajó hasta llegar a un puesto de ventas.
Más de 15 años después, en 1997, una compañía llamada Unisource compró a National Sanitary Supply.
Flores se destacó en ventas en Unisource, pero se dio cuenta que el negocio había empezado a cambiar. Flores trabajó varios años en Unisource antes de convertirse en consultor y contratista para Cleansource en el 2004.
Robert, el hijo de Flores que dirige proyectos especiales y operaciones para Rancho, explica: “un cambio paradigmático había empezado a ocurrir. Las grandes compañías ya no querían tener ‘pequeñas cuentas’”. Él dijo que se les instruyó a los representantes de ventas que se deshicieran de las cuentas que no hacían grandes pedidos cada mes.
A José Flores no le gustó la idea de abandonar a los clientes, así que él y su empleador Cleansource diseñaron un plan para brindar servicio a esas cuentas: él mismo se convertiría en la cuenta, vendería los productos por sí mismo, y así prestaría servicio a clientes que de otra forma habrían sido abandonados.
José Flores discutió algunos de los factores clave en el negocio.
Pregunta: ¿Siempre pensó que su negocio se haría tan grande?
Respuesta: No, no sabía qué tan grande sería el negocio. Cuando ellos (las grandes compañías) empezaron a dejar a las cuentas, no me gustó.… Muchos de esos clientes, eran en su mayoría hispanos. Eran mis amigos; habíamos hecho negocios durante años.
Conforme pasó el tiempo, me di cuenta que podía seguir haciendo negocios con ellos pero que también podía venderle a muchas otras personas.
Pregunta: ¿Qué lo convenció a ingresar al negocio?
Respuesta: Siempre pensé que había algo en mí para los negocios. Exploré otros negocios también, antes que éste.
Recuerdo que cuando tenía 8 o 9 años (en Cocula, Jalisco, México), mi papá tenía un sembrado de pepinos en un terreno atrás. Yo los preparaba y los vendía al frente. Mi mamá hacía ropa… Y yo iba a la calle y la vendía. Mi abuela – y de allí es donde lo heredé – vendía cosas dependiendo de la temporada, cosas para el día de San Valentín, el día de la madre.
Pregunta: ¿Qué visión lo motivó?
Respuesta: Tuve amigos que fueron a la escuela de negocios antes que yo. Vi sus casas, sus camionetas.… Quería eso también.
Hace muchos años en una conferencia – en Sacramento – estaba en un restaurante lujoso en un hotel lujoso. Nunca había estado en un lugar así antes. Ni siquiera conocía las cosas que estaban en el menú.
No quiero cosas caras para mí, pero quiero que mi familia conozca esas cosas.… Así que trabajé fuerte para eso. Hoy día hemos logrado casi todas nuestras metas, unos tres años antes de lo que habíamos pensado.
Pregunta: ¿Incluso en esta difícil economía?
Respuesta: Creo, que en tiempos de dificultades económicas, ese es el mejor momento para que los pequeños negocios crezcan.
Pregunta: ¿Qué tal sobre sus esfuerzos por el medio ambiente?
Respuesta: En toda la industria hay una proporción de muchos vendedores – 2.5, 2.8 – por cada persona de servicio. Nosotros usualmente contamos con una persona de servicio por cada vendedor en el campo. Cada representante de venta tiene su propio instalador.
Lo que hacemos es demostrarles a las personas que es interés propio conservar. ¿Por qué usar un trapeadores pesado cuando uno más ligero puede durar más, limpiar mejor y usar mucha menos agua? Ahora les mostramos cuánto pueden ahorrar. Si ellos pueden ver lo que pueden ahorrar…
Tenemos entrenamiento bilingüe, entrenamiento de limpieza ecológica y segura, nos aseguramos de desinfectar las mesas, los mostradores, alrededor de las cafeteras, los teclados, los teléfonos.… Esa es probablemente nuestra mayor diferencia en comparación con nuestros competidores.
Ahora usamos trapeadores de microfibra, un nuevo tipo de bolsas de basura.
Usamos químicos Buckeye; ellos fueron los primeros antes que todos. En cuanto al papel, también ha habido nuevos avances. Kimberly-Clark usa bambú en lugar de árboles.
