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Shonda Herold, coordinadora de proyectos de vivienda para la Ciudad de Riverside, posa en el balcón del segundo piso del complejo de apartamentos Grand Prix, propiedad de la ciudad, sobre la Calle Seventh, el miércoles 26 de marzo. La Ciudad de Riverside ha dado marcha a esfuerzos para mejorar al vecindario Chicago/Linden.
Shonda Herold, coordinadora de proyectos de vivienda para la Ciudad de Riverside, posa en el balcón del segundo piso del complejo de apartamentos Grand Prix, propiedad de la ciudad, sobre la Calle Seventh, el miércoles 26 de marzo. La Ciudad de Riverside ha dado marcha a esfuerzos para mejorar al vecindario Chicago/Linden.
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Construidos a mediados de la década de los 60s, los apartamentos Grand Prix sobre la Calle Seventh en el vecindario de Eastside en Riverside claramente han visto mejores días.

La pintura verde espuma se está cayendo de las decoraciones de madera del edificio rectangular de techo plano, y la piscina con forma de riñón que fue llenada de tierra hace mucho está cubierta de malezas.

El complejo, ahora sellado y vacante, está a un par de semanas de ser demolido, el primer paso en un plan de la municipalidad para mejorar al vecindario que los oficiales llaman Chicago/Liden porque está cerca de la intersección.

En un período de dos años, el complejo de apartamentos Grand Prix y otros dos edificios en la cuadra serán reemplazados por un complejo de viviendas asequibles que tendrá algo para la comunidad – un jardín público, un área de juegos para niños, o una instalación de cuidado infantil. Todo es parte de una estrategia de cerca de 16.8 millones de dólares para hacer la zona más segura y más atractiva para aquellos que viven allí.

Los residentes que están al tanto de los planes de la ciudad han dicho estar satisfechos con lo que han visto hasta ahora – nuevas capas de pintura y flores en varias propiedades de la municipalidad, y una reducción en el crimen – pero también se preguntan si las mejoras que están por venir serán suficientes.

“Creo que va a ser bueno para el vecindario, pero aunque estamos invirtiendo tanto en este radio de cuatro o cinco cuadras, ¿qué pasa con el resto del vecindario (de Eastside)?” se preguntó Gloria Wills, de 69 años y quien ha vivido en la calle aledaña de Lou Ella Lane por 15 años.

Mejoras previstas

Reparar el área, la cual se encuentra entre las Avenidas Chicago y Dwight y las Calles West Linden y Seventh, ha sido una prioridad para los oficiales municipales desde el 2006, de acuerdo a la coordinadora de proyectos de vivienda, Shonda Herold.

La estrategia general, creada por un consultor con aportes de la comunidad, incluye instalar nuevos jardines y más postes de alumbrado público, mejorar las entradas a las viviendas y los callejones, reabrir dos cul-de-sacs que se han convertido en lugares para la vagancia, y construir un centro comunitario en el Parque Patterson que podría ofrecer programas de biblioteca, una cocina comercial para uso público, y actividades para jóvenes y ancianos.

La ciudad buscará subvenciones, créditos fiscales y otras fuentes de financiamiento para minimizar el costo al fondo general. La autoridad de vivienda ha comprado hasta ahora nueve propiedades en el área, incluyendo las tres que serán demolidas y reorganizadas. Muchos de los inquilinos de esos tres complejos fueron capaces de mudarse a lugares en el mismo vecindario, dijo Herold.

Algunos cambios ya han tomado lugar

Margaret Molina, quien ha vivido en el área por más de tres décadas y dirige dos edificios de apartamentos privados en la Calle Loma Linda, dijo que las mejoras a propiedades de la municipalidad, como nuevas capas de pintura en los edificios y cercas, son un incentivo para que otros propietarios reparen sus propiedades.

Molina dijo que en lo que respecta a la seguridad, existe un problema de pandillas y que el área atraviesa por ciclos buenos y malos, pero “ahora es un buen momento”.

El próximo gran cambio serán los apartamentos sobre la Calle Seventh. Éstos reemplazarán a edificios que tenían techos con goteras, moho, pisos falsos y otros peligros.

La municipalidad cuenta con tres planes conceptuales para el complejo de 33 unidades.

El complejo que será construido depende si una vivienda en medio de dos de los edificios es parte del proyecto. Víctor Castillo, quien es propietario de esa vivienda, dijo que la municipalidad le ofreció cambiarle otra propiedad por la suya, pero el no quiso mudarse porque sus hijos van a una preparatoria cercana.

Castillo dijo que no sabe mucho sobre los planes de la municipalidad para el área, pero piensa que es ahora más segura porque la policía la visita más a menudo. También, un centro comercial cercano trae más negocios que los residentes desean, agregó.

Futuras labores

Castillo es solamente uno de muchos residentes que no han tomado parte en la planificación de mejoras, y esa falta de participación sigue siendo un obstáculo para la municipalidad.

Willis dijo que muchas personas que llegaron a las reuniones de la municipalidad no viven en las inmediaciones, y algunos residentes antiguos no se han molestado en llegar.

Molina culpó a la barrera del idioma, haciendo notar que algunas personas en el vecindario de mayoría latina no hablan inglés.

“Espero que (lo que la ciudad) está haciendo vaya a mejorar el lugar”, dijo, pero “se necesita que la gente haga un esfuerzo”.

Los oficiales esperan que el proceso para generar apoyo y participación comunitaria tome tiempo, así como también se necesita tiempo para encontrar los fondos y reparar los edificios.

Griselda Martínez llegó a la reunión del concejo municipal del 11 de marzo para expresar su apoyo a los planes.

El concejal Andy Melendrez, quien representa a la zona, dijo que ha escuchado comentarios positivos y emoción sobre los planes para el vecindario. Él dijo estar consciente que hacer de los planes una realidad “no es algo que vaya a suceder de un año a otro”.