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El soñador, Francisco López-Flores, de 33 años, confesó que últimamente ya no tiene temor.
El soñador, Francisco López-Flores, de 33 años, confesó que últimamente ya no tiene temor.
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Cree que están usando a los “dreamers” como fichas políticas para negociar el muro, desconfían que los legisladores hagan algo ahora… pero con un título universitario de UCLA, se siente afortunado de tener varias alternativas.

“Tenemos esperando 16 años y el congreso no ha hecho nada,” dijo el ‘soñador’, Francisco López-Flores.

El egresado de UCLA, de 33 años, definió su vida alrededor de su madre, que se vino a Riverside desde México con dos hijos pequeños.

“Yo tenía 5 años. Crecí cuando estaba la propuesta 187. Esos años atacaron a los inmigrantes con vigor. Otra vez estamos expuestos,” dijo.

Este joven fue parte de la primera generación de estudiantes indocumentados de UCLA.

“Nos llamaban inmigrantes ilegales y para la administración universitaria éramos una cuestión de ‘liability’ [riesgo]”.

Comentó que tuvieron que crear sus propios espacios. El grupo estudiantil IDEAS lo describió como un grupo de terapia.

“Íbamos a hablar de nuestros problemas. Había mucho miedo, pero la ideología era arriesgarnos y demostrar que éramos estudiantes”.

Considera que DACA existe por sus acciones, pero también siente que se durmieron cuando se implementó. “Es tiempo de regresar a la pelea,” señaló.

Al preguntarle si cree que los legisladores harán algo en los próximos meses, respondió que es una pregunta bastante compleja.

“Desde el 2002 nos han prometido -congresistas y senadores- que sí iba a pasar. Tenemos esperando 16 años y el congreso no ha hecho nada,” dijo.

Mencionó que Trump los está usando como una ficha de apuesta.

“Quiere el dinero para el muro. Es conocido como un negociador, quizás pueda forzar a una reforma migratoria. El problema es que la gente que lo rodea no comparte nuestros intereses,” expresó.

Señaló que los políticos no van a hacer nada hasta que haya un impacto en las urnas.

“A través de nuestra narrativa vamos a influir en los votantes,” dijo.

Confesó que cuando ganó Trump estuvo por un tiempo incrédulo.

“Permanecí como una semana deprimido, pero poco a poco volví a ser yo. Desde entonces anticipaba que iba a cancelar DACA. Demostró que es un cobarde: no dio la cara,” dijo.

Mencionó que últimamente ya no tiene temor, quizás porque está dentro del 23% que podrá renovar.

“Mi familia sigue indocumentada viviendo la realidad de Trump. Somos optimistas, sobrevivimos la propuesta 187 y seguiremos adelante. Tenemos un plan de regresar a México, por si somos deportados”.

Informó que desde que tiene DACA sus ingresos se multiplicaron 4 veces. Y está considerando empezar su propia compañía.

“Tuve la fortuna de graduarme en una de las mejores universidades. Pienso seguir capacitándome y realizar mi postgrado. En el corto plazo me voy a quedar en Estados Unidos. Tengo dos hijos nacidos aquí. Mis raíces están en México y es posible que termine allá. Sé que voy a salir adelante porque soy un profesionista muy avanzado: me capacité aquí,” dijo.