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Senador Marco Rubio.
Senador Marco Rubio.
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Miami.- No solo los cubano-estadounidenses y los exiliados cubanos del sur de Florida aguardan con expectación los cambios en la política hacia Cuba que anunciará el presidente estadounidense, Donald Trump, este viernes en Miami: muchas empresas, y no solo pequeñas, tienen los dedos cruzados.

Una nueva “glaciación” en las relaciones cubano-estadounidenses afectaría negativamente a las cuentas de los cruceros, las aerolíneas, las cadenas de hoteles, grupos tecnológicos, plataformas de la llamada “economía colaborativa” y pequeñas empresas de todo tipo que se han beneficiado del deshielo iniciado a fines de 2014.

Por no hablar de los trabajadores de esas empresas en Cuba o de los cuentapropistas cubanos a los que les llegan clientes en los barcos o los aviones que llegan a la isla desde Estados Unidos.

A diferencia de los partidarios de la “mano dura” con Cuba y los defensores de la apertura, que han reafirmado estos días sus posiciones políticas, en el lado económico se siente un significativo y cauto silencio, salvo algunas pocas excepciones.

La plataforma Airbnb, que conecta a propietarios de viviendas con personas que buscan alojamientos turísticos y que he hecho ganar a sus usuarios cubanos unos 40 millones de dólares desde abril de 2015, no tiene reparos en expresar sus inquietudes.

“Hemos hablado con demócratas y republicanos (del Congreso) y esperamos que cualquier cambio apoye la diplomacia persona a persona y a los ciudadanos cubanos y sus familias que se han empoderado con la oportunidad de ganar dinero y compartir su espacio, su cultura y su comunidad con viajeros de todo el mundo”, dijo a Efe Nick Papas, un portavoz de Airbnb, en una declaración escrita.

Desde el departamento de Comunicaciones Corporativas de la empresa de cruceros Royal Caribbean señalaron a Efe que respecto al anuncio del viernes no disponen de ninguna “mejor información” que la que circula y por el momento no tienen “nada que comentar”.

De acuerdo con el Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba, las compañías de cruceros Norwegian, Carnival y Royal Caribbean ingresarán más de 422 millones de dólares entre 2017 y 2019 con sus viajes a la isla.

Entre las muchas conjeturas sobre los anuncios que Trump hará en Miami está el de prohibir los negocios de empresas estadounidenses con empresas de propiedad de o controladas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba o los cuerpos de seguridad.

Si se confirmara, Starwood Hotels and Resorts Worldwide, una filial del grupo Marriott International, estaría en problemas, pues desde 2016 tiene un acuerdo para administrar hoteles con la cubana Gaviota, que está controlada por las Fuerzas Armadas.

También han surgido versiones de que el presidente, que durante la campaña aseguró a los exiliados cubanos en Miami que si llegaba a la Casa Blanca iba a revertir la política hacia Cuba, restringirá los viajes que los cubano-estadounidenses pueden hacer a la isla y las cantidades que pueden enviar para ayudar a sus familias.

El secretario de Estado, Rex Tillerson, precisó esta semana que “el enfoque general es permitir que la actividad comercial y de intercambio con Cuba continúe todo lo posible, porque vemos el lado bueno, vemos los beneficios para el pueblo cubano”.

Al anunciar que estará junto a Trump en Miami, el senador Marco Rubio, quien según diversos medios ha colaborado con el Gobierno en la elaboración de la nueva política, dijo hoy que los cambios van a ser “estratégicos y selectivos”.

“El objetivo es muy simple: queremos dar poder y reforzar al pueblo cubano sin fortalecer a los militares cubanos, que controlan un porcentaje significativo de la economía”, afirmó en una charla en Facebook en vivo.

El congresista Mario Díaz-Balart, cubano como Rubio, señaló en una entrevista exclusiva con Martí Noticias que va a ser “un cambio serio, un cambio real de la política de los Estados Unidos”.

“Vamos a ver una política que enfatiza los Derechos Humanos, que enfatiza los derechos del pueblo cubano, y obviamente también la seguridad nacional de los Estados Unidos”, dijo.

“El régimen (de Raúl Castro) ya lo sabe y se lo va a sentir de una forma mucho más directa muy pronto”, agregó.