Madrid El centrocampista mexicano del club de futbol Valencia, Andrés Guardado, afirmó que si jugara en un equipo mexicano, su salario sería de más del doble de lo que gana en España, “pero no se queja”.
“No es el momento de eso, sino de alcanzar mis metas como futbolista profesional. En México pocos han tenido una larga carrera en Europa: solo Rafael Márquez y Hugo Sánchez. Llevo seis años y ojalá pueda estar 12”, apuntó.
En entrevista con el diario español El País, Guardado analizó su fichaje por el Valencia, el cual juega en esta ciudad del noreste español, tras su paso por el Deportivo de la Coruña y su debut en la Champions League, máxima competencia continental.
Relató que debutó a los 18 años de edad en liga mexicana de futbol, pero “había empezado en el Atlas Chapalita a los siete. De él pasé a las Fuerzas Básicas (la cantera) y seguí todo el proceso”.
Guardado recordó su llegada a España y expresó que “salió del Atlas, un club social con canchas de tenis, restaurantes, golf, y aquí me encontré un club (Deportivo de La Coruña, Galicia, noroeste de España) donde cinco personas manejaban todo”.
Allí en La Coruña vivió un descenso de categoría y lo castigó al no verle comprometido, abucheándole.
Al respecto, el mexicano enfatizó que “cuando la gente siente que el jugador es suyo y no lo ve comprometido, le silba. Por suerte, pude revertirlo en la cancha”.
Andrés Guardado, apodado “El Principito” llegó este verano al Valencia tras cinco años en Galicia, un cambio importante y un ascenso en su carrera.
“La exigencia en mi nuevo equipo es mayor. Los empleados, la ciudad, los compañeros. Valencia es grande en todos los sentidos”, aseveró.
Acerca de si estará a la altura del reto, contestó que “el tiempo dirá, tengo calidad, pero lo mío es no parar de correr y ayudar, como cuando mejoré en el ‘Depor’ ayudando en labores defensivas. Eso me dejó marcado”.
Finalmente, comentó el éxito de la selección mexicana de futbol en las pasadas olimpiadas, donde se coronó al ganar la medalla de oro.
“El mundo nos mira con otros ojos. Hay buenas escuelas y entrenadores. Dos campeonatos mundiales sub-17 hablan bien de ello. Hay una mentalidad distinta, antes no salían del país y ahora todos quieren hacerlo”.
