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 Ilustración de la artista Sandy Simmons
Ilustración de la artista Sandy Simmons
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El jueves, 27 de agosto, se recreó en la Corte de Apelaciones de Riverside los argumentos orales del caso Méndez vs. Westminster (1946-1947), en el cual un grupo de familias mexicanas demandó al Distrito Eescolar de Santa Ana, por tener escuelas sólo para estudiantes mexicanos.

El juez Manuel A. Ramírez, dijo que este fue el primer caso en el país que prohibió la segregación racial en las escuelas públicas.

“Sin una clara exposición de los argumentos, no se hubiese podido exponer el prejuicio y defender a los indefensos… Estamos en los Estados Unidos de América, lo que ocurrió fue injusto. Nuestro país está enfrentando muchos retos, y este caso nos recuerda que se requiere de gente ordinaria para hacer cosas extraordinarias”, mencionó.

Entre los invitados estuvo Erwin Chemerinsky, decano de la Escuela de Leyes de la Universidad de California, Irvine, quien ofreció una perspectiva histórica de este caso.

“Tuvo un significado en materia de derechos y libertades civiles. Mis estudiantes se asombran al enterarse que en California en 1948, estaban prohibidos los matrimonios interraciales”, dijo.

Chemerinsky resumió en tres puntos la significancia del caso Mendez vs. Westminster: En primer lugar, dijo que prohibió la segregación en el sistema escolar en los Estados Unidos.

“En 1945 se les decía a los descendientes de origen mexicano que no podían inscribir a sus hijos en determinadas escuelas, y que tenían que ir a escuelas mexicanas”.

Señaló que el sistema escolar creía que tenía el derecho de segregar racialmente a los estudiantes, aunque fueran trasladados a escuelas más lejanas de sus sitios de residencia.

Explicó que el caso de Mendez vs. Westminster no fue hasta la Corte Suprema de Justicia del país, porque se decidió en la Corte de Apelaciones del Circuito 9, ya que violaba leyes estatales.

En segundo lugar, mencionó que este caso sentó precedentes para el caso Brown vs. la Junta de Educación de Topeka, en el estado de Kansas (1952-1954), en el cual la Corte Suprema de Justicia sí declaró que era inconstitucional que leyes estatales separaran en escuelas públicas a estudiantes blancos y negros.

En tercer lugar, Chemerinsky indicó que aunque este caso buscaba evitar la segregación, la realidad es que sigue existiendo segregación: hoy día en Santa Ana el 96.5% de los estudiantes son hispanos y expresó que el Sur de California no es la única área que presenta esta situación.

“Todas las escuelas en los Estados Unidos se están convirtiendo racialmente segregadas”.

A manera de ejemplo, indicó que estudiantes de áreas como Beverly Hills no se van a mover para escuelas en el centro de Los Angeles.

Recreación

El próximo año se conmemorarán los 70 años de la decisión del caso Mendez vs. Westminster.

El fiscal general adjunto de San Diego, Scott Taylor y Kahn A. Scolnick, socio de la firma de abogado Gibson, Dunn y Crutcher fueron los encargados de exponer los argumentos que presentó la parte acusadora en este caso.

Decían que el distrito escolar se rehusaba a aceptar a los estudiantes mexicanos porque eran deficiente en el inglés.

Los jueces preguntaron si habían realizado pruebas a los estudiantes mexicanos, y qué pasarían si esos estudiantes fueran descendientes europeos que no hablaran inglés: ¿también los iban a separar?

Otro de los argumentos que se presentaron es que aunque posteriormente los estudiantes mexicanos lograban mejorar su nivel de inglés, no querían transferirlos a otras escuelas porque los separaban de sus amigos.

“Esto es lo mejor para ellos, porque compartirán sus mismo gustos, cultura y antecedentes. Buscamos que se sientan más cómodos. Si estuvieran rodeados de estudiantes blancos, se sentirían intimidados de levantar la mano para preguntar”, argumentaron.

Además dijeron que la calidad de los maestros y de las escuelas eran las mismas.

Por su parte, el fiscal del distrito adjunto de Santa Clara, Christopher J. Arriola y Christian C. Buckley, socio de la firma de abogado de Buckley y Buckley, representaron a los Mendez y a los otros padres que realizaron esta demanda.

Entre sus argumentos estaba que separar a los estudiantes había sido una decisión de la junta escolar y de la municipalidad.

Además expresaron que les están diciendo a los soldados mexicanos que fueron a la guerra a defender este país, que sus hijos no están recibiendo el mismo tipo de educación.

“La realidad es que los estudiantes mexicanos tienen calificaciones más altas en inglés que los estudiantes blancos, y están usando la barrera del lenguaje como un pretexto”, dijeron los defensores.