Brittney Camacho admite que las matemáticas no son su materia favorita.
“No me gusta en absoluto”, dijo. “Es difícil recordar las fórmulas, las reglas y todas esas cosas”.
Debido a que obtuvo una calificación baja en un examen de ubicación para los estudiantes de primer año en la universidad Cal State San Bernardino, Camacho está utilizando parte de su verano para tomar un curso de nivelación de matemáticas. Si Camacho aprueba el curso, podrá iniciar el trimestre de otoño en una clase regular de matemáticas que ofrece créditos universitarios.
La residente de Riverside se encuentra entre 1,800 estudiantes de primer año en el programa “Coyote First STEP”; las siglas STEP significan Programa de Mejoramiento y Transición para Estudiantes (por sus siglas en inglés). El programa de tres a cuatro semanas se ofrece en dos sesiones en julio y agosto.
La universidad ofrece clases intensivas de matemáticas durante los veranos desde hace más de una década. Este año, además de matemáticas, los estudiantes de primer año también toman un curso de escritura de nivel universitario. También participan en talleres y actividades por las tardes para ayudarles a gestionar su tiempo y dinero, y aprender cómo ser exitosos en la universidad.
“Estamos construyendo una base sólida e intentando hacer algo que sea aún mejor para nuestros estudiantes”, dijo William Vanderburgh, vicepresidente asociado de asuntos académicos y decano de los estudios de posgrado. “Nuestro objetivo es convertirnos en el mejor programa nacional de preparación de verano”.
Durante las sesiones, los estudiantes se quedan en los dormitorios de la universidad y reciben comidas y tutoría —todo es gratis.
El programa de este año tiene un costo de alrededor de $2.8 millones, la mitad de los fondos provienen de la Oficina del Canciller del sistema de universidades Cal State. El resto, proviene de Cal State San Bernardino, junto con dinero estatal que reciben los distritos escolares unificados de la ciudad de San Bernardino y Moreno Valley. Muchos de los estudiantes de Cal State asistieron a los dos distritos.
Aproximadamente la mitad de los estudiantes de primer año que son aceptados en Cal State San Bernardino están obligados a tomar, por lo menos, una clase de nivelación de matemáticas antes de que puedan inscribirse en matemáticas de nivel universitario durante su primer año. Alrededor del 90 por ciento de los estudiantes de la universidad en el curso de verano avanzan por lo menos un nivel más cerca para estar listos a las matemáticas de nivel universitario, dijo Vanderburgh.
Los estudiantes en el programa tienen un mejor rendimiento que sus compañeros que llegan listos para las clases de nivel universitario, explicó.
“Obtienen mejores promedios GPA en el primer año, completan más unidades y un porcentaje más alto se quedan al segundo año de la universidad”, dijo.
Pero queda mucho por hacer.
Vanderburgh dijo que sólo un 8 por ciento de los estudiantes que no están listos para las clases de matemáticas de nivel universitario al momento de iniciar su primer año se gradúan en cuatro años.
“Si no pueden tomar álgebra universitaria en el primer trimestre del primer año”, dijo, “retrasarán otros cursos que necesitan para su especialidad, especialmente en las ciencias. Cualquier demora en cursar las clases de la especialidad, tiene como resultado que los estudiantes tiendan a abandonar la universidad en un tasa más alta”.
En los cursos intensivos de matemáticas, los estudiantes pasan tres horas por la mañana aprendiendo conceptos relacionados con el álgebra, tales como los enteros, factorización y fracciones. Después de una hora de almuerzo, se dividen en grupos y trabajan con los tutores en problemas para reforzar lo que aprendieron en la mañana.
“Nos sentimos cómodos cuando pedimos ayuda”, dijo Camacho, de 18 años, durante un descanso. “Nos muestran cada paso para la solución de un problema”.
Para Anna de la Torre, quien reprobó su examen de ubicación de matemáticas, el programa de verano le ayudó a acostumbrarse al ritmo universitario.
Sin esto, “estaría perdida al iniciar el ciclo escolar” dijo Jiménez, de 18 años de San Bernardino. “Todo es tan diferente a la secundaria”.
El residente de Highland, Daniel Sprague, de 18 años, dijo que agradece la oportunidad de tomar las dos clases que necesita para ponerse al día durante el verano.
“No me gustaría tomar clases de nivelación”, dijo Sprague. “Eso es un desperdicio de dinero”.
