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    Juan Rodríguez, 24, de Thousand Palms, recibe un chequeo por su compañero John Greaney, 22, de Palm Desert, ambos alumnos de primer trimestre en Cal State San Bernardino, campus de Palm Desert Campus, el martes, 4 de noviembre 2014.

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    Estudiantes de enfermería en Cal State San Bernardino, campus Palm Desert, practican cómo hacer exámenes el martes, 4 de noviembre 2014.

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Comenzó en un tráiler de construcción en tierras arrendadas por el College of the Desert.

Se dice que la primera decana, Catherine Gannon, inscribió a la primera clase de 80 estudiantes desde la cajuela de su automóvil.

Mucho ha cambiado desde 1986, cuando Cal State San Bernardino llegó al Valle de Coachella.

“Cuando abrías las puertas del campus por las mañanas, caminaba por el edificio en forma de U, con una oficina, una biblioteca y seis aulas”, dijo Tina Howe, quien empezó su carrera en la universidad en 1991. “Teníamos que caminar a la Facultad de Ciencias (en el College of the Desert) para ir al baño”.

Con los años, los funcionarios agregaron edificios modulares para satisfacer la creciente demanda de espacio en las aulas, y para ofrecer servicios a los estudiantes que tenían que conducir al menos una hora hacia los cursos universitarios.

Hace dos décadas, la Junta Directiva del sistema de universidades, Cal State University, aceptó una donación de una propiedad de 200 acres de la ciudad de Palm Desert para construir un campus permanente en Cook Street. El campus de Palm Desert de Cal State San Bernardino recibió más de $45 millones en fondos privados y municipales para la construcción de los primeros cuatro edificios.

En el 2005, la universidad UC Riverside abrió UCR Palm Desert al lado, y se centra en programas de postgrado en Bellas Artes y la investigación docente en el medio ambiente. En el futuro, el campus ofrecerá formación para futuros médicos.

Mientras que las universidades hacen hincapié en diferentes programas académicos, comparten una misión en común de elevar el nivel de educación superior en el Valle de Coachella, y mejorar la economía de la región.

“Queremos que los estudiantes graduados encuentren empleos aquí, para que no suceda lo que llamamos ‘una fuga de cerebros’ en el Valle de Coachella”, dijo Sharon Brown-Welty, quien tomó el puesto de decana del campus de Cal State San Bernardino en julio.

Los estudiantes, como Omar Fernández, de 20 años, no podrían estar más feliz al contar con clases de una universidad de cuatro años en las inmediaciones.

Había planificado estudiar en el campus principal en San Bernardino. Pero necesitaba estar cerca de casa para cuidar de su madre después que se le diagnosticó cáncer de mama el año pasado.

“En realidad, me ayudó a ahorrar dinero”, dijo Fernández, residente de Indio. “No tengo que pagar por residencia universitaria o gasolina para llegar hasta San Bernardino”, agregó.

El año pasado, el campus de Palm Desert de Cal State San Bernardino dio la bienvenida a su primera promoción, convirtiéndose en la primera universidad de cuatro años en el Valle de Coachella.

Los estudiantes pueden obtener títulos de licenciatura en Administración de Empresas, Comunicación, Enfermería, Psicología y otras carreras. También pueden recibir credenciales para la enseñanza y títulos de maestría en Educación, Administración Pública, trabajo social y otros programas. Tienen disponible un doctorado en liderazgo educativo. El campus cuenta con alrededor de 1,100 estudiantes, incluyendo a aquellos que se transfieren desde colegios comunitarios.

Los planes a futuro incluyen una biblioteca, residencia universitaria para los estudiantes, un edificio para servicios universitarios, más edificios con salones de clases y otras instalaciones para actividades estudiantiles. Además, la ciudad de Palm Desert brindará a la universidad 122.5 acres adicionales entre el campus y la carretera Interestatal 10 para una mayor expansión.

CUBRIENDO LAS NECESIDADES REGIONALES

En la universidad de al lado, UCR Palm Desert, los estudiantes pueden obtener una Maestría de Bellas Artes en Escritura Creativa y Escritura para las Artes Escénicas. También ofrecen conferencias públicas, exposiciones de arte y cursos extracurriculares. Un programa de maestría en jardinización enseña cómo jardinizar en un ambiente desértico. No se ofrecen clases de pregrado.

El Centro de UCR para Biología de Conservación tiene una iniciativa de estudios del desierto, que desarrolla programas regionales de protección de plantas y fauna nativa.

El campus de la UCR se compone de alrededor de 45,000 pies cuadrados en dos edificios sobre 20 acres donados por la ciudad. La ciudad también dio a la universidad 11 acres adyacentes, el cual la Facultad de Medicina le gustaría convertir en un centro clínico para pacientes y un programa de enseñanza para estudiantes de medicina.

“Existe una gran escasez de médicos en el Valle de Coachella”, dijo el Dr. G. Richard Olds, vicecanciller para asuntos de salud y decano fundador de la Facultad de Medicina. “Tendremos una vía inmediata para los futuros médicos que quieran practicar en el área”.

Los estudiantes en el programa de enfermería de Cal State podrían cursar clases de salud y cuidado de pacientes en la misma ubicación, añadió Olds.

Los funcionarios de Cal State están diseñando un plan para determinar qué carreras y programas se ofrecerán en el campus a medida que la universidad sigue creciendo.

“El cuidado de salud es un área enorme que tenemos que tomar en consideración”, dijo Brown-Welty. “Otras áreas son iniciativa empresarial y la industria de hotelería”.

SUPERANDO DESAFÍOS

A pesar que el campus de Cal State ha logrado mucho, aún existen muchos desafíos.

Menos de una cuarta parte de los residentes del Valle de Coachella de 25 años y más cuentan con un título universitario, de acuerdo con un informe del Censo de Estados Unidos del 2012.

“Es una cifra muy baja”, dijo Brown-Welty.

La mayoría de los padres de estudiantes no poseen un título universitario. Muchos estudiantes tienen problemas financieros y necesitan subvenciones, préstamos y becas para costear sus estudios, según un informe de la universidad.

La primera promoción de estudiantes en su primer año llegó con una tasa del 70 por ciento de nivelación, lo que significa que ese número de estudiantes tuvieron que tomar clases que les preparara para inglés y matemáticas a nivel universitario antes de empezar su primer año.

“Creo que la tasa fue más alta de lo que esperábamos”, dijo David Maynard, decano asistente y coordinador de los estudiantes de primer año.

En septiembre, la universidad firmó un memorando de entendimiento con los tres distritos escolares de la zona, poniendo énfasis en lograr que los estudiantes estén preparados para la universidad. Los estudiantes serán evaluados en el onceavo grado para identificar si necesitan ayuda adicional para aprobar los exámenes de matemáticas e inglés de nivel universitario, dijo Brown-Welty.

Una vez que ingresen a la universidad, los estudiantes son supervisados muy de cerca para garantizar que se mantengan enfocados. La mayoría de las clases tienen entre 20 y 25 estudiantes, un tamaño que garantiza la atención individualizada de los profesores. Cuentan con fácil acceso a un asesor académico que responde a las preguntas y ayuda con problemas que puedan enfrentar, dijo Maynard.

El ambiente íntimo y las clases pequeñas del campus han dado frutos.

El residente de Coachella, de 18 años, es el primero de su familia en asistir a la universidad. Dijo que sus dos hermanos menores quieren seguir su ejemplo.

Jennifer Ramírez quiere que sus padres se sientan orgullosos cuando obtenga su título universitario y alcance éxito como contadora u otra profesión.

“Ir a la universidad es un gran logro”, dijo Ramírez, de 19 años, residente de Cathedral City. “No lo hago solo por mí, también quiero ayudar a mis padres en el futuro”.

PROYECTOS INCONCLUSOS

A unos cuantos cientos de yardas de distancia, UCR Palm Desert estaba casi vacía en una tarde reciente. Los funcionarios de UCR dicen que aún están considerando la mejor manera de utilizar el terreno.

La universidad no fue diseñada para la educación de pregrado porque el College of the Desert y el Cal State cumplen con esa necesidad, indicó la portavoz de UCR, Kris Lovekin.

Además del cuidado de la salud, la UCR está estudiando la ampliación de la nueva Facultad de Políticas Públicas a su campus de Palm Desert, dijo Paul D’Anieri, vicerrector ejecutivo de UCR y administrador.

Los profesores podrían aportar su experiencia a los gobiernos locales en temas regionales, como el trasporte, el medio ambiente y el desarrollo económico, agregó.

La recesión obstaculizó el crecimiento del campus, y la universidad aún tiene que sacar el máximo provecho de su potencial, agregó.

“No veo una gran cantidad de proyectos totalmente terminados”, dijo D’Anieri. “Veo muchas oportunidades…Es justo decir que aún no alcanzamos nuestra máxima capacidad”.