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Los jugadores de Los Angeles Dodgers el jardinero izquierdo Chris Taylor (3), el jardinero central Enrique Hernández (14) y el jardinero derecho Yasiel Puig (66) celebran después de que los Dodgers blanquearon 8-0 a los Mets de Nueva York.
Los jugadores de Los Angeles Dodgers el jardinero izquierdo Chris Taylor (3), el jardinero central Enrique Hernández (14) y el jardinero derecho Yasiel Puig (66) celebran después de que los Dodgers blanquearon 8-0 a los Mets de Nueva York.
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Nadie los detiene, su marcha triunfal es imparable hasta este momento, y los Dodgers de Los Angeles, con la conexión latina que encabezan los cubanos Yasiel Puig y Yasmani Grandal, junto al boricua Enrique Hernández y al curazoleño Kenley Jansen quieren lograr algo importante.

Dentro de las Grandes Ligas, la meta a conquistar no es otra que conseguir el título de la Serie Mundial, algo que dicho sea de paso, los Dodgers no tienen desde hace 30 años.

Sin embargo, los cuatro peloteros, que cuentan con todo el apoyo del piloto de los Dodgers, Dave Roberts, están convencidos que esa racha puede llegar al final esta misma temporada.

Estadisticas no mienten

Los números no dejan ninguna duda (79-32), mejor marca en las mayores, que los Dodgers cuando llegue la competición de octubre deben ser el equipo a batir porque lo tiene todo en la plantilla y además ha reforzado su cuadro de lanzadores con la estrella japonesa Yu Darvish.

“Los compañeros que hay dentro de la plantilla son todo una garantía y personalmente estoy teniendo mi mejor temporada”, declaró Puig sobre su rendimiento con los Dodgers. “Creo que hice un buen campo de primavera y a partir de ahí todo ha sido positivo”.

Puig admite que ha madurado y que todo el equipo juega un gran béisbol en cada una de las facetas, sin que haya debilidad en ninguna de ellas.

“Debemos mantenernos por el mismo camino porque podemos correr, hacer defensa, bateo y un pitcheo excelente”, destacó Puig, que lleva ya 21 cuadrangulares en lo que va de temporada su mejor marca como profesional.

Por su parte Grandal también ha sido toda una garantía tanto en la receptoría como en el juego ofensivo y defensivo para tener .268 de promedio de bateo, 14 cuadrangulares y 41 carreras impulsadas.

“Lo tenemos todo, además de la mentalidad que ha llegado el momento de no sólo ganar el título de división, que ya lo hicimos en las cuatro últimas temporadas sino dar el paso definitivo de llegar a la Serie Mundial y conseguir el título”, subrayó Grandal.

Aficionados los motivan

Mientras que Hernández, que juega en los jardines y tiene 10 cuadrangulares y 29 carreras impulsadas, admitió que el ambiente de apoyo completo por parte de los aficionados hacia el equipo hace que cuando lleguen al campo tengan toda la motivación para ganar.

“Hay una química perfecta entre todo el equipo y los aficionados, estamos mentalizados para hacer cada día mejor las cosas y eso se nota en el rendimiento del equipo”, subrayó Hernández. “Ahora es cuando llega el momento de la verdad en la competición y debemos ir todavía a más”.

Mientras que el cerrador estelar Jansen con 28 rescates, promedio de efectividad de 1.30, y 75 ponches recetados, es consciente del potencial que tiene el equipo que lo puede hacer todo bien en el diamante.

“Tenemos todos los elementos para ser un equipo ganador y eso es lo que sucede”, valoró Jansen. “Nuetro pitcheo es muy sólido, ahora más que nunca con las nuevas adquisiciones, pero también hay una gran defensa, se batea, se corre y se es muy agresivo en ataque”.

Cerca de romper racha

De ahí que no importa cuántas veces se repita la frase, “Los Dodgers no han ido a la Serie Mundial en casi 30 años”, la realidad es que están más cerca que nunca de romper esa racha.

Pero además, al margen de no haber ganado títulos de la Serie Mundial en tanto tiempo, los Dodgers son, por supuesto, una de las franquicias históricas del béisbol, el equipo de Jackie Robinson, de Sandy Koufax, de Vince Scully y de aquel jonrón inolvidable de Kirk Gibson.

“Tengo que reconocer que los Dodgers son diferentes”, valoró Stan Kasten, quien ha pasado una vida ligada al béisbol y ahora es parte del grupo de propietarios de los Dodgers.

Kasten dice lo mismo que tantos otros en Los Ángeles y dentro de la organización. Todos insisten en que hay algo completamente diferente respecto al aura de los Dodgers.

Y creen que es hora de ganar la Serie Mundial de una vez por todas.

Ritmo de record

Después de barrer a los Mets, los Dodgers tienen la mejor marca de las Grandes Ligas y desde el pasado 4 de julio, ha ganado 25 partidos con sólo tres derrotas y desde el 7 de junio 44 triunfos por siete reveses.

Los Ángeles lleva un ritmo de 114 victorias, lo que los haría igualar a los Yanquis de 1998 con el segundo mayor total de triunfos en una campaña en la historia.

Sólo los Marineros del 2001, que ganaron 116 veces, estarían por encima de ellos.

Desde que colocaron al novato sensación Cody Bellinger en el lineup, como primera base, han ganado el 76 por ciento de sus juegos. Y pareciesen ser un equipo sin puntos débiles.

Tienen una gran ofensiva, una gran defensa, una gran rotación encabezada por el mejor lanzador del planeta y un bullpen increíble.

Y como si todo eso fuese poco, la semana pasada sumaron a sus filas al estelar Darvish. Alguien pudiese argumentar que haber hecho eso es demasiado, una exageración. Pero ése es el punto.

No quieren riesgos

Los Dodgers no quieren dejar para nadie más. Han intentado todo lo demás. Han ido a la postemporada 10 veces desde aquella milagrosa Serie Mundial de 1998. Han gastado muchísimo dinero, conseguido a innumerables estrellas, contratado a manejadores de fama y desarrollado a brillantes peloteros en sus granjas. Y aun así, se han quedado cortos.

Pero esta vez, ni los dueños, ni la directiva, ni la gerencia de los Dodgers decidió no tomar más riesgos. Quieren ser un súper equipo con una presencia latina especial que está siendo decisiva.

Al margen de los estelares Corey Seager y Justin Turner, dos serios aspirantes al premio de Jugador Más Valioso (MVP) en la Liga Nacional.

Mientras que Bellinger tiene ya prácticamente asegurado el premio de Novato del Año en el Viejo Circuito y la rotación de abridores junto con el bullpen, simplemente son intratables.