Para Ana Serradilla, hacer una serie de narcos no es hacer una apología del crimen, porque “la gente sabe perfectamente distinguir entre lo que está bien y lo que está mal”, y además “en estas series se demuestra que no es una vida muy envidiable” la que ellos llevan.
“Yo no creo que sea una apología, me parece que la gente que lo considera así, tiene una mente demasiado pequeña”, asegura la actriz mexicana.
A propósito del estreno de la segunda temporada de “La Viuda Negra”, una serie de televisión que protagoniza, Ana opina que “a la gente le interesa ver lo que está pasando con la vida de un narcotraficante, porque lo vemos con los ratings y porque ahora se han puesto de moda estos temas”.
Considera que este tipo de historias demuestran que la vida de un narcotraficante no es para nada envidiable.
“Que no se la pasan tan bien, que es gente que sufre y que viven prácticamente al día, que no saben si mañana van a estar vivos o no; entonces no es como una vida que uno diga ‘huy, quiero ser un narcotraficante’, no son vidas que uno quisiera tener, al menos yo no quisiera tenerla”.
Pero, como actriz, le parece “muy interesante poder interpretar un personaje así y meterme en su entraña, en su naturaleza interior y ver qué pasa con una mujer que tiene la capacidad de matar a sangre fría, cómo se comporta con su hijo, cómo se enamora, cómo vive, cómo come, cómo se relaciona con la gente, cómo es con sus amigos, eso es interesante, pero uno sabe distinguir perfectamente entre lo que está bien y lo que está mal, eso creo”.
Serradilla dice que en esta segunda temporada, Griselda, “La viuda negra”, regresa más maquiavélica y despiadada que en la primera parte. “Van a ver muchísima más acción y personajes nuevos”.
Recuerda que “ya para el final de la primera temporada, ella estaba harta, agotada de la vida del narcotráfico y quería salirse, quería tener una vida en paz, cuidar a su hijo y poder estar tranquila. Y lo que vamos a ver en esta segunda temporada es que esa paz no se le va a poder dar, porque todas las consecuencias de sus actos no le permiten salirse, así que vemos una Griselda que está obligada a seguir en todo esto porque no se puede salir”.
Acepta que siempre se corre el riesgo “cuando uno decide hacer una segunda parte, obviamente es una gran responsabilidad, pero yo estoy haciendo todo lo que está en mí, poniendo todo lo mejor de mí. , ya los ratings y la audiencia y todo eso, serán consecuencia de, y pues a veces nos va muy bien y a veces no tan bien, pero uno no trabaja para eso, al menos yo no trabajo para eso; Yo trato de entregar mi alma al personaje y dar lo mejor de mí como actriz y ya si nos va bien, pues a celebrarlo, y si nos va mal, pues ni modo, es parte de la vida, ¿no?” Lo que sí aclara es que no tiene nada que ver con la forma de ser de Griselda, “somos completamente diferentes, son personajes que aunque obviamente tienen una parte muy humana. que trascendió en la primera parte, Griselda se enamora de una manera impresionante, ama a su hijo como a nadie, es una mujer generosísima, tiene un lado luminoso también muy notorio, pero su parte negativa también está desarrolladísima, también es una asesina, es una delincuente; En esta segunda parte vamos a ver que es una mujer que quiere vivir un poco más en paz y no quiere arriesgar a sus seres queridos, pero pues cuando uno se mete en estos caminos, es muy difícil salirse”.
Está de acuerdo en que Griselda le trajo un nuevo aire a su carrera, pues “de hecho, gracias a este personaje yo decidí volver a la televisión, tenía siete años de no hacer telenovelas, sí había hecho series, pero series que no pasaban los 20 capítulos y bueno, el hecho de regresar a meterte a grabar y entregar tu vida durante seis meses, tiene que ser por un personaje que valga mucho la pena y éste me llamó mucho la atención justamente por eso, que me hacía salir de mi zona de confort, porque no tenía nada que ver con los personajes que yo había interpretado anteriormente y representaba un reto para mi carrera”.
Ana Serradilla es muy “política” al tocar el tema de las próximas elecciones y consciente de que a veces por su carrera de actriz y siendo latina le toca visitar o trabajar y hasta vivir en Estados Unidos, prefiere no opinar al respecto, “yo preferiría no opinar de cuestiones políticas en este momento, son cosas ya muy delicadas… obviamente es un tema que nos afecta y todos sabemos muy bien lo que opinamos”.
Por último, dice que espera que sus compatriotas y en general los hispanos del sur de California disfruten mucho su trabajo, “que he hecho con mucho empeño y esfuerzo, que no se pierdan La Viuda Negra 2 y la disfruten tanto como la 1”.
