Hace casi tres años comenzó a operar la Escuela de Arte en el Centro Comunitario César Chávez de Riverside.
El objetivo era proveer una instrucción basada en un amplio plan de estudios que se centra en mejorar la calidad de vida de los niños a través del baile, la música y las artes visuales.
“La mayoría de los niños que asisten al programa son del Eastside y de vecindades cercanas. Cuando la Escuela de Arte se haga más fuerte, vamos a poder proveer estas clases a otros centros comunitarios”, dijo Adolfo Cruz, director de parques y recreaciones de la ciudad de Riverside.
Se refiere al Centro Comunitario de Arlanza, y posteriormente el Centro Comunitario Villegas en el vecindario Casablanca, cuando éste sea reabierto al público.
“Fue idea del concejal Andy Melendrez, quien planteó traer esta escuela a Riverside, porque [con los recortes presupuestarios] las escuelas primarias no estaban ofreciendo mucho arte, y necesitábamos buscar la manera de proveer estos servicios”, dijo Patricia Solano, superintendente de servicios comunitarios de la ciudad de Riverside.
El concejal del distrito electoral 2 de Riverside, Andy Meléndrez, recordó que estuvo trabajando en la creación de esta escuela durante siete años.
“Ahora estamos completando el segundo verano”, dijo Meléndrez. “Recuerdo cuando en diciembre del 2012 todo el mundo decía que el mundo se iba a acabar, y yo le dije al previo director de parques y recreaciones: Tenemos que abrir esta escuela antes que se acabe el mundo”.
Durante la pasada primavera se registraron 250 niños, y en el verano participaron 291 niños en las diversas clases de esta escuela.
“En su mayoría se trata de niños de 5 a los 12 años, pero no hay límite de edad. Lo que ocurre es que los adolescentes prefieren estar en el Centro de Jóvenes, con personas de su edad”, explicó Solano.
Imparten instrucciones de ballet, hula, hip hop, funk jazz, ballet folclórico. Mientras que entre las clases de música se ofrece rock, tambores, guitarra, teclado, entre otras. Las clases más populares son las de guitarra, ballet y hip hop.
Por ahora, tienen un solo salón en el Centro Comunitario César Chávez y estiman para enero tener dos salones más.
“En el verano los padres buscan un lugar donde sus hijos puedan estar seguros, con la supervisión de un adulto, en vez de estar en la casa con video juegos”, mencionó Solano.
Una de esas personas fue Angela Ortega, una madre de 37 años, quien comentó que se enteró de esta escuela por unos volantes que pusieron en el Orange Terrace Community Center.
“Vi que estaban ofreciendo clases a $5. Fui al centro y me dijeron que era $25 por todo el mes, que iba a ser una clase a la semana, de una hora”, dijo Ortega. “Mi hija Emily, de 8 años, agarró ballet folklórico, hula y baile. Si por ella fuera, agarraba todas las clases… le encantaron”.
Pero Ortega explicó que eso implicaría ir todos los días al centro comunitario, además la niña ya empezó las clases y tiene que hacer tareas.
Sin embargo, la madre está considerando inscribirla en dicha escuela en una clase este otoño.
“Los instrumentos fueron donados, seleccionamos el espacio dónde brindar las clases, buscamos con quienes podíamos asociarnos y empezamos buscando los instructores”, dijo Cruz, el director de parques y recreaciones.
