A paso lento y con mucho cuidado Jovan Ballón camina a lo largo del pasillo largo y callado que lleva a la puerta de la iglesia.
“Tenemos que guardar silencio”, dice el joven de 8 años de edad, mientras le sostiene la puerta a su madre Annel Magallón para dejarla pasar. Ella lo espera y lo mira con una sonrisa.
Adentro, la iglesia vacía retumba con cada paso y el aroma de humedad e incienso, se encajona. Son las 11 de la mañana del martes, 26 de agosto – el segundo día de clases después de las vacaciones – y la instrucción en St. Catherine’s Academy ya está en pleno desempeño.
Jovan, es estudiante en St. Catherine’s Academy, es el segundo en su familia en asistir a esta escuela católica para niños que este año cumple 125 años de existencia, convirtiéndola en la escuela más antigua del condado de Orange.
Para Magallón, haber podido inscribir a sus dos hijos varones en la escuela ha demostrado ser una verdadera bendición.
“Somos como familia, esa es la diferencia en esta institución. No es nada más una escuela de paga que solamente imparte lo académico a tus hijos”, dijo Magallón. “Se involucran en todo del día a día de los chicos. Es una estructura increíble”.
Reconocida mundialmente por su programa académico y militar, St. Catherine’s Academy fue fundada en 1889, por la Orden Dominicana de Hermanas la Misión San José, según datos oficiales de la escuela. Originalmente creada como un orfanato para niñas, la escuela ha pasado por varias etapas, pero desde 1924 se ha sido una escuela para niños.
Hoy, St. Catherines’s Academy es una escuela católica para niños desde el kinder transicional hasta el ocho. Esta año escolar la academia por primera vez ofreció el programa de kinder transicional, abierto para niños que cumplieron 4 años antes del 1 de septiembre.
“Primero trabajamos con los niños para que se sientan orgullosos de quienes son, trabajamos para afirmar eso en todos los aspectos”, explicó la Hermana Johnellen Turner, directora de la escuela. “Luego tenemos la parte académica, la parte de la tradición militar, el compromiso con la comunidad y finalmente les ofrecemos un hogar”.
La academia ofrece clases tradicionales para los estudiantes locales, al igual que opciones de hospedamiento de cinco días de la semana para estudiantes de los alrededores, o de siete días a la semana para estudiantes internacionales, según explicó Graciela Salvador, quien ha sido la encargada de admisiones para la escuela durante los últimos 17 años.
Hasta hoy, la escuela tiene estudiantes de varios países incluyendo México, China, Corea y Rusia, por nombrar algunos. Alumnos internacionales deben tener 9 años mínimo para ser aceptados a la academia.
Esa diversidad, dice Magallón, es una de sus partes favoritas de la escuela, pues le da la oportunidad a sus hijos de estar expuestos a varias culturas y tradiciones. Pero más hayá de eso, Magallón dice haber notado un gran cambio en la actitud de sus hijos y eso es más que suficiente para ella.
“Mi hijo el mayor era tímido, introvertido y se recibió todo un jovencito con mucha confianza”, relató Magallón sobre Austin Navarrete Magallón, ahora de 18 años y graduado de St. Catherine’s. “Sus grados académicos son espectaculares y la manera que se maneja con todas las personas es increíble”.
Navarrete ahora asiste a la escuela preparatoria Valencia, en donde según su madre fue recibido con brazos abiertos.
Jovan, quien en este año comenzó a cursar el tercer grado y a pesar de mostrar un poco de dificultad en la materia de las matemáticas, ya le sigue los pasos a su hermano mayor.
“El apoyo que se le brindó aquí ha sido maravilloso”, declaró Magallón. “No tengo palabras para la escuela porque lo agarraron del a mano y le dieron todo lo que necesitó”.
Pero a pesar de eso historias de éxito como las de Magallón, Turner reconoce que la escuela puede tener algo de mala fama, primero por el costo que puede ser algo alto, y segundo a causa del aspecto militar.
El costo para un estudiante que reside en la escuela los siete días de la semana es de aproximadamente $43,000 al año. El costo de un estudiante tradicional es de unos $12,000. Salvador, sin embargo, asegura que ofrecen ayuda financiera y que se trabaja con conjunto con las familias que tienen deseos de que sus hijos asistan a la escuela.
“Te puedo decir que nunca se le ha negado el cupo a niño por no poder pagar”, dijo Salvador.
Por el lado militar Turner asegura que no es como parece.
“Tenemos una tradición militar, pero no somos una escuela militar”, aclaró Turner. “Mucha gente no viene porque creen que somos una escuela para chicos con problemas, pero no lo somos”.
La escuela está creada sobre una sola fundación: la verdad, aclara Turner. De ahí surgen los cuatro pilares en los que se enfocan todos los estudios. Eso incluye: la comunidad, ministerio, estudios y oración.
El comandante Barry B. Bizzell , quien imparte la parte militar en la academia, estuvo de acuerdo. Bizzell, es un coronel retirado de la Infantería de la Marina de Estados Unidos, y cuando supo sobre la oportunidad de unirse a St. Catherine’s, no la pensó dos veces.
“Esto no es Boot Camp de ninguna manera”, dijo Bizzell, refiriéndose al entrenamiento básico que reciben los reclutas de las fuerzas militares estadounidenses. “Tomamos a los cadetes individuales, sus necesidades individuales, su falta de motivación y todas esas cosas las tomamos en cuenta para ayudarlos a crecer. Les enseñamos lo que es vivir una vida honorable”, dijo Bizzell.
Para Bizzell, aunque la parte militar de St. Catherine’s no es la parte principal, si la considera una parte sumamente importante.
“El programa militar está aquí para enseñar lecciones de vida”, dijo el comandante. “Esas son lecciones que ya que las aprendes, no las puedes olvidar porque se vuelven parte de tí. Cosas como la disciplina, y cómo ser un hombre honorable y defender aquello en lo que crees porque te das cuenta que tienes una voz”.
Para Magallón no existe duda de que la instrucción como ser imparte en la escuela y el balance con el que se ofrece, funciona para el máximo beneficio de los estudiantes.
Pero sin duda los jueces más sinceros siempre serán los estudiantes.
Al terminar el paseo, Jovan se acerca al a puerta de la iglesia, en donde una vez más le abre la puerta a su madre. Calmado y con madurez camina a su lado, y al preguntarle si le gusta la academia lo resume todo con una sencilla frase.
“Amo mi escuela”, dijo con una sonrisa en el rostro.
Para aprender más sobre St. Catherine’s Academy puede visitar www.stcatherinesacademy.org .
Cifras
Número de estudiantes: 145
Estudiantes internacionales: 38
Costo para un estudiante internacional (con hospedaje de 7 días): $43,220
Costo para un estudiante nacional (con hospedaje de 5 días): $32,565
Costo para un estudiante tradicional: $12,215
Costo para estudiatne de Transitional Kinder Garden al primer grado: $9,135
