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CRIMEN: Dos personas murieron la última vez que el jefe de la Mafia Mexicana salió en libertad condicional, ¿habrá algún cambio?

  • René ‘Boxer’ Enríquez

    René ‘Boxer’ Enríquez

  • René “Boxer” Enríquez, ex jefe de la Mafia Mexicana, es...

    René “Boxer” Enríquez, ex jefe de la Mafia Mexicana, es la inspiración tras el libro “The Black Hand: The Bloody Rise and Redemption of ‘Boxer’ Enriquez, a Mexican Mob Killer”.

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La última vez que René “Boxer” Enríquez salió en libertad condicional de la prisión estatal de California en 1988, ordenó el asesinato de una persona y le metió cinco balazos a otra.

Sin embargo, Enríquez podría revertir esas dos condenas perpetuas por esos asesinatos y salir en libertad condicional, una vez más, en parte porque un fiscal del condado de Orange y un agente de la policía de Anaheim indicaron que el ex jefe de la mafia mexicana se convirtió en uno de los mejores informantes que jamás han tenido de su lado.

La Junta de Libertad Condicional del estado decidió que Enríquez puede salir libre la medianoche del domingo, 22 de febrero, a menos que intervenga el gobernador, Jerry Brown.

“Ha sido capaz de demostrar a éste panel que ha cambiado…y que está comprometido a una rehabilitación positiva”, dijo un miembro de la Junta a Enríquez durante su audiencia el 25 de septiembre.

Enríquez, de 52 años, quien se encuentra detenido en un lugar no revelado, en parte porque se cree que su cabeza tiene un precio entre las pandillas, podría ser parte de una oleada de personas que cumplen cadena perpetua y en los últimos cuatro años han salido en libertad bajo palabra de las prisiones sobrepobladas de California. En total, cerca de 1,400 condenados a cadena perpetua en California han salido libres a las calles desde el 2011, y Brown afirmó el 82 por ciento de las decisiones de la Junta de Libertad Condicional, según la Prensa Asociada.

Enríquez, quien estando en prisión ayudó a impartir una clase en la universidad, UC Irvine, a través de Skype y es el coautor de un libro sobre terrorismo urbano, tendrá que inscribirse como delincuente sexual por su participación en un asalto sexual entre pandillas en 1979. Si sale libre, se espera que esté amparado bajo el programa federal de protección de testigos.

Los partidarios de su liberación argumentan que Enríquez no es el mismo hombre que regresó a la cárcel después de su primera libertad condicional.

“Lo que logró en los últimos 10-12 años es admirable”, dijo el abogado de Enríquez, Michael Beckman. “Él, en mi opinión, ha recompensado con creces lo que hizo”.

Lo que hizo, entre otras cosas, fue ordenar la muerte de una madre de dos niños en diciembre de 1989; y tiempo después, meterle cinco balazos a otro miembro de la Mafia Mexicana.

“En ese entonces, creía que estaba cumpliendo mi papel como miembro de la Mafia Mexicana”, explicó Enríquez a la junta, según una versión sumamente censurada de la transcripción de la audiencia entregada al periódico OC Register. “Todo lo que hacíamos era explícito, gráfico y horrendo, así me parece ahora”.

“Abandoné mi dignidad humana”, dijo.

Después de su primera libertad condicional, en agosto de 1988, casi de inmediato regresó al uso de drogas y cometió un asesinato.

La primera víctima que asesinó Enríquez fue Cynthia Gavaldón, madre de dos hijos que presuntamente vendía drogas para la Mafia Mexicana. Ordenó su muerte porque creía que estaba robando dinero y drogas de la pandilla, según la declaración de Enríquez ante la Junta de Libertad Condicional.

“Le entregábamos drogas en las manos, y después había un faltante. Y con el dinero lo mismo”, declaró Enríquez.

Su siguiente víctima fue David Gallegos, quien se escapó durante un tiroteo entre pandillas, avergonzando a la pandilla en la prisión. Enríquez dijo que recibió órdenes para asesinarlo.

Dentro de la cárcel, Enríquez participó en el intento de asesinato de otros dos reclusos; a uno de ellos lo apuñaló 27 veces con una navaja fabricada en la cárcel.

“Creo que, en esencia, intentaba destruirme a mí mismo”, declaró Enríquez.

Después, en el 2002, tuvo una epifanía mientras miraba un reportaje del programa “60 Minutes” sobre el asesinato de niños.

“Y entonces, la Mafia Mexicana empezó a hablar de matar a familiares de aquellos miembros que cayeron en desgracia”, testificó Enríquez. “Llegué a un punto en que me dije: ‘sabes, esto está mal’”.

“Otra cosa que me cansó fue la traición continua…la puñalada por la espalda”, añadió Enríquez.

Enríquez, desde la prisión, comenzó a colaborar con las agencias del orden público, ayudando a decodificar el lenguaje, a veces arcano, de la Mafia Mexicana en cartas y conversaciones telefónicas. Con cada nuevo caso que toma —trabajo por el cual ha sido compensado con más de $50,000 para él y su familia, además de un trato especial en la cárcel— recupera su dignidad, dijo Enríquez.

“Me hundí en el abismo de la violencia. Ahora, es una progresión —estoy aprendiendo todos los días”, dijo. “Con cada caso que me dan, con cada policía que ayudó… estoy haciendo la voluntad de Dios”.

Si sale libre, Enríquez tiene planes de escribir, asistir a la universidad y seguir colaborando con la policía, de acuerdo con las transcripciones.

Enríquez indicó a la junta que lee la Biblia todos los días, además de leer otras cosas.

La petición de libertad de Enríquez cuenta con el respaldo de funcionarios del orden público a través de California, incluyendo al Fiscal Adjunto de Distrito del Condado de Orange, Erik Petersen, y un funcionario del Departamento de Policía de Anaheim cuyo nombre no fue confirmado por funcionarios estatales o locales.

No todos los agentes del orden público están de acuerdo con la idea de liberar a Enríquez. Según la transcripción de la audiencia de libertad condicional, al menos un fiscal del condado de Los Ángeles, cuyo nombre fue borrado de las actas, argumentó que Enríquez debería permanecer bajo custodia.

“El señor Enríquez se presenta aquí hoy con uno de los peores antecedentes penales que he visto”, expresó el fiscal.