Cuando se trata de embarazo, tengo varias amigas que dicen que han amado cada minuto de sus embarazos. Pero otras miran hacia atrás como un camino difícil, difícil que prefieren no repetir en el corto plazo.
La nueva mamá Hilary Duff dijo recientemente a Parade.com que ella no amaba estar embarazada. Duff, junto con su esposo Mike Comrie, dieron la bienvenida a su bebé, Luca Cruz, en el mes de marzo.
“Para ser totalmente honesta, tuve un embarazo muy fácil y eso me hizo disfrutar mucho de él. Sin embargo, una parte de mí no es como esas mujeres que aman estar embarazada. Yo amo a mi bebé y no me perdería esa sensación de estar unida a él cuando daba patadas, pero estaba más que lista para no estar embarazada más”.
Como nueva mamá, le agradezco la honestidad a Duff. Se espera que las mujeres embarazadas amen el embarazo y si por alguna razón no lo hacemos, casi nos hacen sentir culpables. La gente espera ver a una futura madre feliz, radiante. Por desgracia, no siempre es tan fácil.
Personalmente, tuve que lidiar con las náuseas y otros problemas del estómago 24 horas del día durante los primeros cinco meses de embarazo. A pesar de que estaba encantada de estar embarazada, no puedo decir que realmente disfruté del embarazo durante los primeros meses.
Una noche, mi marido llegó a casa y me encontró sentada en el sofá, en silencio, mirando fijamente a una pantalla de televisión en negro. Yo había estado viendo la televisión antes de que él llegara a casa, pero gracias a mis náuseas, yo no podía soportar ver los anuncios de comida. Y el episodio de “A Baby Story”, en español “Historia de un Bebé”, que estaba viendo era demasiado gráfico en la sala de partos. No es lo que una mujer embarazada con náuseas necesita estar mirando. Yo estaba más allá de lo miserable.
Una vez que finalmente doblé la esquina en términos de náuseas, disfruté de uno o dos meses de sentirme bastante bien. Por fin pude disfrutar de la comida otra vez, y comencé a ver cómo mi cuerpo comenzaba a verse más embarazado.
Luego vino el último trimestre. No importa lo que hagas, el tercer trimestre es bastante miserable. Para mí, la hinchazón era el problema. Mis pies, los tobillos e incluso hasta mi cara estaba hinchada, especialmente durante el calor de septiembre y octubre. Gracias a Dios que vivo en California, debido a que encajar en cualquier cosa menos chanclas se convirtió en una difícil situación desesperada.
Nunca olvidaré una tarde, cuando mi marido y yo queríamos ir a Newport Beach a uno de nuestros lugares italianos favoritos para una cita romantica. Era una fría noche de octubre, y quería desesperadamente usar mis botas de ante negro. Ya casi no alcanzaba mis pies, incluso sentada, pero una vez que lo hice, no pude meter mis pantotobillos (de la pantorrilla de los tobillos, para aquellos de ustedes que nunca han tenido la alegría de los tobillos hinchados) en esas botas ni aunque mi vida dependiera de ello. Finalmente encontré un viejo par de botas negras que de echo eran diseñadas para caminar en la nieve, y me las puse. Puede que no hayan estado de moda, pero me quedaban y yo estaba agotada asi que la decisión ya estaba tomada. Para cuando llegue al coche, lo único que quería hacer era volverme en mis pijamas y acurrucarme en la cama.
Fácil el embarazo o no, mis amigas y yo todas estábamos de acuerdo en una cosa: No importa lo que hayamos pasado, todo lo que vale la pena es el segundo en que nuestros ojos se encontraron con nuestros pequeños y comenzó la verdadera aventura.
Ok, mamás, ¡es su turno! ¿Les encanta estar embarazada? ¿Cuáles fueron sus partes favoritas del embarazo? ¿O fue algo así que juran nunca volver a hacer?
