Skip to content
El plan de la FDA se conoce pocos meses después de la divulgación de una estrategia de un grupo de estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que propone bajar el contenido de nicotina a concentraciones que reduzcan la dependencia de los cigarrillos.
El plan de la FDA se conoce pocos meses después de la divulgación de una estrategia de un grupo de estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que propone bajar el contenido de nicotina a concentraciones que reduzcan la dependencia de los cigarrillos.
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Bogotá.- Las opciones de tabaco que apuntan a eliminar la combustión y el plan que acaba de presentar la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) para reducir los niveles de nicotina en los cigarrillos son los dos nuevos frentes en América para rebajar el daño causado por fumar.

“Rebajar los niveles de nicotina puede disminuir la probabilidad de que las generaciones futuras se vuelvan adictas a los cigarrillos y llevar a que los fumadores más adictos lo dejen”, afirmó a Efe Michael Felberbaum, portavoz de la FDA.

El vocero se refirió así al plan recién anunciado por la FDA, brújula mundial en regulación sanitaria, de iniciar un “diálogo público” sobre la reducción de la cantidad de nicotina en los cigarrillos a niveles no adictivos.

El plan de la FDA se conoce pocos meses después de la divulgación de una estrategia de un grupo de estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que propone bajar el contenido de nicotina a concentraciones que reduzcan la dependencia de los cigarrillos.

“La gente fuma cigarrillos por la nicotina, que es muy adictiva, y si no puede obtenerla de ellos, la mayoría no seguirá fumando”, dijo a Efe Geoff Ferris Wayne, experto en productos de tabaco y sus efectos y cuyo trabajo es la base de la estrategia del organismo mundial.

“No se ha definido una cantidad específica de nicotina que represente el umbral absoluto de la adicción; sin embargo, es posible que sea igual o un poco inferior a 0,4 mg por gramo del relleno de tabaco seco del cigarrillo”, sostiene el documento de la OMS.

Felberbaum indicó que, aunque la FDA “no tiene autoridad para ordenar la reducción a cero de la nicotina en los productos de tabaco, puede establecer estándares que la limitarían para que sean mínimamente o no adictivos”.

El portavoz aclaró que la nueva política de regulación de la FDA está enfocada en los cigarrillos combustibles, pero también busca asegurar un equilibrio con el “desarrollo de productos innovadores que puedan ser menos peligrosos”.

“La agencia quiere asegurarse que los adultos que necesitan o desean nicotina puedan obtenerlo de fuentes alternativas y menos dañinas”, agregó al mencionar que la FDA da a las tabacaleras la oportunidad de presentar para evaluación productos de “riesgo modificado”, que puedan reducir el daño a la salud.

En ese marco, la FDA inició en julio el estudio de un paquete de evidencia científica de un primer producto desarrollado por la gigante tabacalera Philip Morris en su nuevo enfoque por un “futuro libre de humo”.

“Sabemos que la nicotina no es la causa principal de la enfermedad o la muerte por el tabaco. Es la combustión. Un producto con nicotina pero sin otros elementos químicos tóxicos sería mucho menos mortal que los cigarrillos”, coincidió Wayne.

Para Julian Morris, vicepresidente de la fundación estadounidense Reason, que investiga desde política monetaria, vivienda, uso de la tierra e inmigración hasta acciones antitabaquicas, la propuesta de la FDA es “bienintencionada”, pero no es claro cuáles serán sus efectos.

Morris cree que, aunque puede hacer que los cigarrillos sean menos adictivos para los nuevos fumadores, también es “probable que conduzca a “un mercado subterráneo”, de contrabando de cigarrillos, enfocado en los jóvenes.

El economista y abogado aseguró a Efe que sería “mucho mejor permitir que los fumadores accedan a sustitutos menos dañinos”.

“La gente fuma por la nicotina pero muere por el alquitrán”, expresó Morris en referencia a que el tabaquismo mata casi 6 millones de personas cada año en el mundo, un millón de ellas en América.

El Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS ha mostrado cautela ante las nuevas alternativas y en 2016 instó a los Estados a regular los nuevos sistemas electrónicos de administración de nicotina.

Rebajar los niveles de nicotina en los cigarrillos ha sido rechazado por la Asociación Internacional de Productores de Tabaco, que asegura que “con la técnica actual es imposible tener menos de 1 mg por gramo”.