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LA HABANA.- El proceso electoral estadounidense agrega una cuota de incertidumbre al progreso de las relaciones entre Washington y la isla, reconoció una alta funcionaria cubana, quien aseguró que si el presidente Barack Obama acelera el desmantelamiento de sanciones que están en sus manos hará menos vulnerable los nexos.

“Sigo trabajando con una alta dosis de impulso y de optimismo, pero comienza a incidir sobre mí cierta cuota de realismo porque viene un proceso electoral en Estados Unidos; no sabemos qué va a pasar”, dijo Josefina Vidal, en una entrevista a la estatal Agencia Cubana de Noticias.

Vidal, la principal negociadora cubana ante las autoridades estadounidenses y también directora del área de Estados Unidos de la Cancillería a lo largo de una década, indicó que se abren “variables fuera de nuestro control” de cara a los comicios presidenciales de noviembre para un nuevo titular de la Casa Blanca.

“Queda un año para trabajar con esta administración y del lado de Cuba hay voluntad de seguir avanzando y vemos posibilidades de hacerlo. Pero es un año que se acorta por la campaña electoral; políticamente hablando llega hasta el verano”, comentó la funcionaria.

Cuba y Estados Unidos relanzaron sus relaciones diplomáticas de camino a la normalización de los nexos rotos hace más de cinco décadas, cuando tras el triunfo de la revolución Washington presionó por un cambio de modelo político en la isla.

Vidal reseñó algunos avances producidos desde que el 17 de diciembre de 2014, cuando los presidentes Obama y Raúl Castro hicieron el histórico anuncio: reuniones de alto nivel, convenios de cooperación mediambiental, un acuerdo para reanudación de correo postal y otro para vuelos comerciales que deberá ponerse en marcha en los próximos meses, entre otros. También la reapertura de embajadas.

Además la funcionara informó que a principios de este año habrá reuniones entre el “Ministerio de Salud Pública de Cuba y el Departamento de Salud y Recursos Humanos de Estados Unidos, para concretar acciones de cooperación sobre la base de los intereses identificados”.

Aunque muchas de las leyes que sancionan a Cuba por ser tales dependen del Congreso para ser derogadas, Vidal indicó que Obama aún tiene mucho por hacer para disminuir la vulnerabilidad de la nueva relación binacional en un marco de elecciones presidenciales estadounidenses.

“He leído con interés a académicos e intelectuales, incluso miembros del Congreso de Estados Unidos, quienes categóricamente afirman que el proceso es irreversible. No sería tan absoluta. Hay aspectos que lo son”, indicó Vidal.

“En la medida en que Obama dé pasos acelerados en el área económico-comercial estará asegurando, si bien no totalmente, la irreversibilidad, porque en ese país los negocios son una de las esencias del funcionamiento del sistema”, agregó la funcionaria.

Según Vidal, Obama por ejemplo podría permitir el uso del dólar en el comercio con Cuba, las transacciones bancarias directas y eliminar programas que dependen del ejecutivo como la entrega de parole (equivalente a una visa) a profesionales médicos o la aplicación de la política de pies secos-pies mojados que permite a los cubanos que lleguen por cualquier vía acogerse a beneficios.