Skip to content
AuthorAuthor
PUBLISHED: | UPDATED:

SEATTLE.- EL tiroteo escolar más reciente en Estados Unidos dejó como saldo la muerte de dos estudiantes y del adolescente autor de los disparos menos de dos semanas antes de las elecciones legislativas y a gobernadores estatales, pero casi no tuvo repercusión en los últimos días de la campaña.

En todo el país, los candidatos prácticamente no han mencionado el tema del control de armas de cara a las elecciones del 4 de noviembre. Los demócratas que encaran una batalla ardua para conservar su mayoría en el Senado frente a la ofensiva republicana son renuentes a hablar de un tema que podría restarles muchos votos.

Nadie lo sabe mejor que Gabby Giffords, la ex legisladora por Arizona y una destacada activista por el control de armas desde que la hirieron en la cabeza en un acto político hace cuatro años.

Ni un candidato en estas elecciones acompañó a Giffords en su campaña de 10 días, del Atlántico al Pacífico, a favor de leyes más estrictas.

“En marzo o diciembre o en cualquier otro momento hubiéramos pedido a otros políticos que nos apoyaran”, dijo Marti Anderson, un legislador de Iowa que ayudó a organizar un acto de Giffords en Des Moinesra, la capital estatal. “Pero es arriesgado faltando 15 días para las elecciones”.

 El ambiente es muy distinto del que reinaba en diciembre de 2012 luego de la masacre de 20 niños y seis docentes en una escuela primaria en Newtown, Connecticut. En medio del consiguiente estupor e indignación, políticos y activistas esperaban que hubiese llegado el momento para aprobar leyes más estrictas. Pero meses después, el presidente Barack Obama no consiguió que el Congreso aprobara un plan de mayores controles de antecedentes en las compras de armas, prohibición de poseer fusiles de asalto de tipo militar y límites a la capacidad de los cargadores.

Desde entonces se han producido muchos tiroteos en escuelas y otros lugares públicos, pero los partidarios del control de armamentos no han podido recuperar el impulso.

El asunto divide profundamente a los estadounidenses. Algunos, sobre todo en zonas urbanas, son partidarios de leyes estrictas como las que rigen en muchos países europeos. En el otro extremo, los partidarios de las armas dicen que los tiroteos demuestran la necesidad de que los ciudadanos respetuosos de la ley las posean para defenderse. El aspecto legal se complica porque la segunda enmienda de la Constitución otorga el derecho de portar armas.