Hace cuatro meses la vida de Regina Baca, de 7 años de edad, dio un giro inesperado al ser diagnosticada con leucemia.
Desde entonces, la estudiante de la escuela Primaria Walter Zimmerman en Bloomington, ha luchado día tras día y encarado los tratamientos de quimioterapia que minimizan su energía y modifican su apariencia física.
Desde ese día de agosto, la mirada de Regina perdió el brillo, su sonrisa se esfumó, y su moral desvaneció. Sin embargo, la pequeña mantiene la esperanza de que pronto regresará a casa libre del cáncer, enfermedad que afecta a aproximadamente 310,000 personas en los Estados Unidos.
A dos puertas de su cuarto en la unidad de pediatría del hospital Kaiser Permanente en Fontana, se encontraba la niña Cailin Carroll, de 11 años de edad, recuperándose de una recaída debido a la diabetes infantil.
Cailin, quien sufre de diabetes tipo 1, es una de más de 208,000 personas menores de 20 años de edad que sufren de la enfermedad en el país.
Ambas niñas han sufrido en demasía a temprana edad, pero el pasado viernes, 12 de diciembre sus rostros se iluminaron y el dolor desapareció por unos momentos gracias a un acto caritativo por parte de los oficiales del Departamento de Policía del Distrito Escolar Unificado de Fontana (FUSD por sus siglas en inglés).
Armados con regalos y acompañados del perro policía Lassie, los oficiales visitaron cuarto por cuarto la unidad de pediatría, arrancando sonrisas entre los pacientes y sus familiares. Así, los juguetes colectados a través de donadores caritativos durante todo el año fueron entregados a los pequeños pacientes, alimentando el alma y el espíritu navideño.
“Este es el primer año que hacemos esto y esperamos que sea el inicio de una tradición anual. Muchas veces nos olvidamos de que existen personas, niños sufriendo. Es nuestra manera de decir ‘aquí estamos, nos importa el bienestar de los niños, son nuestros niños también’”, comentó Scott Mesa, jefe de policía del distrito escolar.
Regina recibió una sábana del popular personaje Elsa de la película “Frozen”, así como una muñeca Barbie a la cual prometió peinar y embellecer.
Amablemente, Regina bromeó con los oficiales e interactuó con el perro policía y en voz baja agradeció el gesto.
Visiblemente conmovida, Micaela Ayala, madre de Regina de 42 años de edad, agradeció la visita y el apoyo y dijo que su hija, Dios mediante, estará en casa pronto.
“Ya los doctores controlaron el cáncer y parece ser que en los próximos días estaremos en casa. Ojalá porque ya no aguantamos estar aquí, el tratamiento ha sido impecable pero no hay nada como dormir en su propia cama”, indicó Ayala. “Es una bendición lo que hacen, tenía mucho que mi hija no sonreía”.
Los oficiales continuaron su labor visitando al pequeño Rogelio Aguilar, de 1 año de edad, que sufrió una fractura del codo izquierdo. El infante fue dado de alta el mismo viernes pero pudo alcanzar su juguete, un muñeco de peluche del personaje Tigger que captó su atención.
