Docenas de familiares y amigos se reunieron, el lunes de esta semana, para celebrar el cumpleaños de un hombre de Anaheim en el mismo callejón donde murió, en un tiroteo que involucró a un oficial de la Policía hace tres semanas.
Globos, música, comida y varios pasteles se apreciaban en unas mesas enfrente de una pared cubierta de grafiti, la cual le hacía tributo a Martín Ángel Hernández, que fue herido mortalmente por un policía de Anaheim el seis de marzo, cerca de la cuadra 100 en la avenida Este Wakefield.
“Cualquiera que lo llegó a conocer sabía que siempre estaba sonriendo y de buen humor”, dijo Caroline Toneygay Hernández, la madre de Martíön Ángel, durante una entrevista telefónica. “Era un buen padre y sé que hubiera sido un padre excelente si aún estuviera aquí”.
Mientras el hijo de dos años de Hernández montaba su bicicleta por el callejón, la madre del niño, Marla Ochoa-Pérez, dijo que el callejón era un lugar especial para Martín Ángel.
“Éste es el lugar donde pasábamos el tiempo y encontramos amor de su familia y amigos”, dijo Ochoa-Pérez. “Vamos a seguir haciendo (celebrando) esto aquí”.
El sargento de la Policía de Anaheim, Bob Dunn, dijo que los oficiales respondieron al reporte de unos hombres en un callejón, posiblemente armados, aproximadamente a las 9:45 de la noche, el seis de marzo. Un oficial se encontró a dos hombres sospechosos en el callejón, iniciando un tiroteo que involucró al oficial, el cual dejó muerto a Hernández. El segundo hombre huyó.
