Fue una sorpresa ver como la miembro del concejo de administración escolar de Santa Ana, Cecilia “Ceci” Iglesias llegó en tercer lugar en la elección primaria de la asamblea de distrito número 69, perdiendo la oportunidad de desafiar al asambleísta Tom Daly, demócrata por Anaheim, en noviembre.
En las elecciones primarias donde solamente los dos candidatos con el mayor número de votos avanzan, Iglesias perdió el segundo puesto ante la virtualmente desconocida Sherry Walker. Ambas son republicanas. Walker nunca se ha postulado políticamente antes, fue superada en gastos de campaña por Iglesias, y se mudó al distrito apenas el año anterior.
De hecho, su nombre siquiera fue Sherry Walker hasta el 5 de marzo, el día que presentó documentos para postularse al puesto. Ese también fue el día en que su cambio de nombre, que originalmente era Shehrzad Rahgozar, fue aprobado por la corte.
“Nadie podía decir mi nombre”, dijo sobre el cambio. “La gente me ha llamado Sherry desde que era niña y Walker es la traducción de Rahgozar”.
La derrota de Iglesias por 583 votos fue “sorprendente”, de acuerdo a un comunicado de prensa enviado en su nombre. El comunicado anunció que había presentado una queja con el secretario de estado el mes pasado, pidiendo que Walker sea descalificada y que se le permita avanzar a Iglesias.
La queja menciona el cambio de nombre de la candidata pero se enfocan en el tema legal de si Walker amplió con los requerimientos de residencia del distrito.
Walker se empadronó para votar en el distrito el mismo día que su cambio de nombre tomó efecto y que presentó documentos para su postulación. Ella había estado empadronada para votar previamente en Lake Forest, donde su esposo, Adam Nick, ha sido concejal municipal desde el 2012.
Walker dijo que se mudó a Santa Ana desde Lake Forest en “julio o agosto” del 2013 y que la mudanza fue motivada por un divorcio pendiente, aunque dijo que aún no ha presentado los documentos a la corte.
Mientras que la constitución del estado pide que un candidato tenga un año de residencia en el distrito, el secretario estatal presentó una opinión en 1989 diciendo que el requerimiento violaba la constitución estadounidense y que una residencia de 30 días antes de presentar documentos de candidatura es adecuada.
Acusaciones de violación al estatuto de residencia son difíciles de probar y no es raro que los candidatos se muden al distrito poco antes de lanzar sus campañas. Young Kim, quien desafía a la asambleísta Sharon Quirk-Silva, demócrata por Fullerton, se mudó a una vivienda de alquiler en el distrito en diciembre del 2012.
La senadora estatal Mimi Walters, con la cual Iglesias trabaja como representante de distrito, se encuentra entre las que se han defendido de denuncias formales por violaciones al estatuto de residencia.
La demanda de un contrincante desafió a la candidatura de Walters en el 2012 con el argumento que ella no vivía en el apartamento de 570 pies cuadrados que recientemente había rentado en el distrito recién diseñado, sino que continuó viviendo en su antigua mansión de 14,000 pies cuadrados junto con su esposo y niños fuera del distrito.
Walters prevaleció, ganó la reelección, ya ahora se postula al Congreso.
La cuestión de residencia probablemente tampoco atraiga mucho la atención porque se espera que Daly se reelija fácilmente. Él obtuvo el 55 por ciento de los votos primarios a pesar de tener a dos contrincantes, los demócratas tienen la ventaja en empadronamiento de votantes, y su campaña cuenta con $390,000 en efectivo, mientras que Walker está en deuda por $22,000.
Enfrentando probabilidades similares a las de Walker en noviembre se encuentra su esposo, quien desafía la campaña de reelección de la representante Loretta
Sánchez, demócrata por Santa Ana. Nick, quien es republicano, derrotó a otros dos republicanos y a un demócrata en la elección primaria para tener el privilegio.
Nick no vive en ese distrito del Congreso – el aún lista a su residencia como Lake Forest – pero la residencia en el distrito no es un requisito para las contiendas de la Cámara de Representantes.
Al igual que su esposa, él cambió su nombre legalmente, pasando de Afshin a Adam en el 2012, antes de postularse al ayuntamiento de la ciudad.
