“Las relaciones entre Estados Unidos y México son una realidad dictada por la geografía y que, en consecuencia, no puede ser modificada por ninguna de las dos naciones. Pero sí podemos cambiar su índole y su función: convertirla en una barrera infranqueable o transformarlas en un espacio abierto a la cooperación y a la acción en común”, decía el Premio Nobel de Literatura, el mexicano Octavio Paz.
Y añadía: “las relaciones entre ambos países –no solamente las económicas, sino las políticas y las culturales– con frecuencia han sido difíciles y poco equitativas. Creo que ha llegado el momento de mejorarlas substancialmente. Recordemos a Roosevelt y a su política de Buena Vecindad. Aunque los Estados Unidos son la nación más poderosa de la tierra, su vida social y política, tanto como su economía, están estrechamente asociadas a la situación de México y de sus 100 millones de habitantes. Un México próspero y democrático puede ser un poderoso factor de paz y de estabilidad en esta región del mundo.”
Bajo estas circunstancias las posibilidades de desarrollo de México, ahora mismo ya considerables, son muy grandes y ofrecen un campo propicio a la acción conjunta de los Estados Unidos y de México bajo reglas de equidad, independencia y tolerancia.
Todo esto lo traemos a colación, porque recientemente el Gobierno de México informó que “en una conversación telefónica sostenida por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aceptó la invitación del presidente de México, Enrique Peña Nieto, para realizar una visita de trabajo a México la primera semana de mayo”.
El encuentro de los presidentes indica el comunicado, “permitirá reafirmar la importancia estratégica de la relación bilateral, así como las oportunidades que de ella se derivan…La agenda entre los dos países es amplia e incide de manera directa en ambas sociedades. Durante la visita se abordarán temas como: la competitividad, la educación y la innovación, al igual que la facilitación e infraestructura fronteriza, el comercio, la migración y la seguridad ciudadana, entre otros asuntos de interés compartido”.
Sin duda, este es un momento crucial para el encuentro entre ambos presidentes, pues para esa fecha debería estar lista la propuesta bipartidista de ley para reformar el sistema migratorio de Estados Unidos, que les permita a los más de 11 millones de indocumentados –la mayoría de ellos mexicanos- obtener los permisos adecuados para poder trabajar de manera legal.
Será ocasión propicia para que Peña Nieto ejerza –en la medida de lo posible- la mayor presión posible, para avanzar en una ley que permita alcanzar una reforma que redunde en una migración segura, legal, ordenada y con respeto a los derechos humanos.
Es indispensable lograr regularizar la situación que viven millones de personas que se encuentran al margen de la ley y que les impide ejercer todos sus derechos. Enfrentan obstáculos y no pueden realizar completamente “el sueño americano”. La mayoría de los mexicanos que emigran ilegalmente lo hacen para trabajar y ampliar sus oportunidades y las de su familia, pero al estar fuera de la ley, muchos pueden comportarse sin quererlo también infringiendo la ley y el orden establecido, lo que los deja en una situación de alta vulnerabilidad
La importancia de la reforma migratoria que analiza la comisión de ocho legisladores bipartidistas, es encontrar la manera de que las personas que han trabajado, pagan impuestos y son miembros positivos de su comunidad, puedan obtener un status legal y se conviertan en parte del gran tejido social de los Estados Unidos.
También podría considerarse la alternativa para que aquellos que buscan trabajo temporal puedan entrar al país, realizar su actividad laboral y, posteriormente, salir de manera segura, ordenada y bien reglamentada, lo que restauraría una circularidad benéfica para ambas economías.
Por otro lado, deseo enviar mis más sinceras condolencias a la familia Moreno, por el deceso de nuestro amigo Gregory Moreno, abogado que en todo momento trabajó de manera incansable en beneficio de la comunidad mexicana, siempre cerca de los consulados mexicanos en todo California y, muchas veces más allá de las fronteras. Descanse en paz.
Asimismo agradezco a las personas que me han enviado diversos mensajes, en particular al señor Al Chávez, he recibido su libro, el cual comentaremos en colaboraciones posteriores.
Si desea hacer algún comentario, puede escribir a: apradillo@cimadesigns.com
Agustín E. Pradillo ha sido consejero de prensa en embajadas y consulados de México, periodista y especialista en temas hispanos.
