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  • Prisciliano Domínguez, y su esposa Juanita Domínguez, dicen que enviaron...

    Prisciliano Domínguez, y su esposa Juanita Domínguez, dicen que enviaron $1,500 a través de MoneyGram a Veracruz. Pero en México nunca pudieron obtener ese dinero. La falta de fondos hizo que Prisciliano no pudiera llegar a visitar a su madre, a quien no ha mirado desde hace 15 años.

  • Prisciliano Domínguez, y su esposa Juanita Domínguez, dicen que hicieron...

    Prisciliano Domínguez, y su esposa Juanita Domínguez, dicen que hicieron muchas llamadas desde Veracruz a la tienda Walmart de Yucaipa para averiguar por qué no podían accesar el dinero que habían enviado por medio de MoneyGram.

  • Prisciliano Domínguez muestra el recibo de la transferencia de dinero...

    Prisciliano Domínguez muestra el recibo de la transferencia de dinero que hizo.

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A finales de diciembre del 2013, Prisciliano Domínguez, de 52 años, envió $1,500 a través de MoneyGram a Veracruz a nombre de su esposa, Juanita Domínguez.

Ambos tenían planes de visitar a su hija para luego terminar sus vacaciones en Oaxaca y compartir con la madre de Prisciliano, Flor Francisco González, de 90 años, a quien tenían 15 años sin ver.

Estos residentes de Landers, una localidad cercana a Yucca Valley en el Condado de San Bernardino, decidieron enviarse el dinero por temor a cargar efectivo con ellos.

Prisciliano era camionero, se jubiló hace dos años.

Era la segunda vez que utilizaba MoneyGram. La primera vez que envió dinero fueron $100 para una de sus dos hijas, que viven en México.

“Usualmente vamos al Rancho Market en Banning, pero buscando ahorrarnos el viaje, nos fuimos a la Walmart en Yucaipa”, dijo Prisciliano.

Una vez que llegaron a Cosamoloapan, en el estado de Veracruz, esta pareja nunca pudo recibir su dinero.

“Fuimos al banco donde se suponía que teníamos que recoger el dinero, y nos enviaron a otro banco, y allí nunca nos dieron respuesta”, dijo esta pareja.

Entonces los Domínguez decidieron ir a una oficina de MoneyGram en Veracruz, les informaron que allí estaba su dinero y les fotocopiaron varias veces sus pasaportes.

“Nos trajeron así por dos días. Nada más nos cobraban las llamadas”, dijo Juanita, cuyo esposo confesó que hasta lloró por todos los inconvenientes. Esta pareja tiene hasta la tarjeta de teléfono que utilizaron.

“Nos fue como en feria en esta ocasión”, dijo Prisciliano.

Aunque no eran sus planes, por la falta de efectivo tuvieron que quedarse en casa de un primo.

“La familia de mi esposa nos dio la mano como usted no se imagina. Nos llevaron a comer… y nos sentíamos mal porque no teníamos qué darles. Le habíamos compramos cosas a mi mamá y a los niños, y se los regalamos a ellos”, dijo Prisciliano.

Esta pareja cuenta que entre las personas que llamaron estuvo la gerente de esa tienda Walmart, quien les decía que no podía hacer nada a menos que estuvieran en persona.

“Llevábamos unos 600 dólares para emergencias y nos cobraron 200 dólares por cambiar el pasaje aéreo”. Sin el resto de su dinero, esta pareja tuvo que adelantar su regreso a Estados Unidos.

“Mi mamá vive en un rancho y no me pude comunicar con ella. Le hablé a uno de mis tíos, para que le dijera que ya no iba a poder ir hasta allá”, dijo Prisciliano Domínguez.

De regreso en Estados Unidos

Una vez en Estados Unidos acudieron a la misma oficina de MoneyGram en Yucaipa, desde donde enviaron en dinero.

“Ustedes eran los que llamaban desde México. Nosotros le detuvimos ese dinero porque ese lugar era peligroso”, le dijeron dos mujeres en esa oficina.

Por supuesto, esa respuesta no fue suficiente para estos clientes.

“Por qué nos salen con mentiras tontas. Creemos que el problema fue que en el recibo no estaba el número de referencia, esas son puras excusas baratas”, afirmó Prisciliano.

El dinero les fue devuelto a esta pareja luego de visitar por dos días la agencia.

Los Domínguez llegaron a la entrevista con una bolsa plástica donde tenían todos los documentos de la transferencia que nunca se llegó a realizar.

Entre esos documentos se observa que en el recuadro superior derecho de dicha transacción no hay un número de referencia, que supuestamente debió ser llenado por el agente de MoneyGram.

Michelle Buckalew, vocera de MoneyGram, informó vía telefónica desde Texas que luego de hacer todas las averiguaciones sobre este caso, la transacción fue cancelada por el agente de la oficina de California.

“MoneyGram utiliza tecnología sofisticada de última generación para detectar patrones de fraude en nuestro sistema de transferencia de dinero, para así detener cualquier posible transferencia fraudulenta antes de que se terminen. En este caso, la tecnología identificó la transacción como sospechosa, basándose en el nombre del consumidor y el corredor seleccionado. Se llevó a cabo una entrevista con el remitente, y en base a esa entrevista, la transacción fue considerada de naturaleza sospechosa”, dijo Buckalew.

Buckalew indicó que no hubo un error, y que todos los agentes de MoneyGram son entrenados en este sentido. Indicó que se retuvo la transacción y después de entrevistas se realizó el reembolso.

Al preguntarle sobre la carencia del número de referencia, Buckalew respondió que sí lo había, y que fue precisamente a través de ese número que pudieron seguir el rastro de la transacción.

Qué hacer en situaciones similares

Michelle Person, vocera de la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor, (CFPR, por sus siglas en inglés, Consumer Financial Protection Bureau) dijo vía telefónica que no pueden comentar sobre ningún caso en particular sobre quejas de transferencias de dinero, pero informó lo que deben hacer los consumidores.

Informó que el 28 de octubre 2013, CFPB lanzó una campaña para educar sobre la transferencia internacional de dinero, cuyas nuevas reglas entraron en vigencia el año pasado.

A través de un comunicado, señaló que las transferencias internacionales de dinero, por lo general no estaban cubiertas por las normas federales de protección al consumidor.

Pero que con las nuevas regulaciones, se amplió el alcance de la ley de transferencia electrónica de fondos, para proporcionar más protección a los consumidores.

Entre esas nuevas reglas está que los consumidores tienen 180 días para reportar errores de la empresa, así como el derecho a una investigación y un remedio para ciertos tipos de errores.

Person recomendó que si un consumidor tiene quejas sobre transferencia de dinero, la Oficina para la Protección Financiera tiene personas que hablan español al 1-855-411-2372.

Por su parte, Mark Leyes, director de comunicaciones del Departamento de Supervisión de Negocios del estado de California, informó que MoneyGram es una de las 83 agencias de transferencias de dinero que están bajo supervisión de la ley estatal.

“No conozco las circunstancias específicas de este caso, pero aliento a las personas a colocar una queja para conocer si se violaron las leyes”, dijo.

Explicó que este proceso se puede hacer a través del sitio en Internet www.dbo.ca.gov allí podrán bajar la aplicación para reportar la queja, o pueden hacerlo directamente a través de Internet.

“También tenemos personas reales en la línea telefónica gratuita 1-866-275-2677 con las que pueden hablar con personal bilingüe, si ese es el caso, quienes los guiarán en el proceso”, señaló Leyes.

Prisciliano Domínguez llamó al Departamento de Supervisión de Negocios del estado de California, cuya persona le dijo que llamara al 1-800-955-7777, es decir, el número de MoneyGram, donde le repitieron la misma historia.

Al momento de cierre de este artículo Prisciliano había realizado su último intento llamando a la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor, donde le pidieron que enviara copia de los documentos que tiene, para abrir una averiguación.

“No sé de qué manera yo puedo crear sospecha. Yo le di mi pasaporte y todos los documentos que me pedían. Nosotros nunca hemos pedido ayuda al gobierno”, dijo Prisciliano.

Su esposa, quien también está jubilada y trabajó como asistente de enfermería donde cuidaba a personas discapacitadas, comentó que no habían ido antes a México por la falta de dinero.

“Estábamos a un día de la casa de mi mamá, nada más teníamos que tomar el bus y llegábamos”, dijo Prisciliano con tristeza.

Más adelante agregó: “yo no ando detrás del dinero, no soy de los que me la paso haciendo mal a la gente… Sólo queremos que ellos se den cuenta de sus errores y no nos digan: Esos mexicanos mensos”.