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EDUCACION: Ramona High School tiene como objetivo ayudar a los estudiantes a recuperar créditos

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    Leo Pacheco, 17, in Parr's classroom on Friday, March 13, 2015. Deb Parr's credit recovery class at Ramona High School -- known as Ramona U -- helps kids missing graduation credits for any number of reasons (poverty, homelessness, violence, distracted parents) recover their credits and graduate with their peers.

  • McKayla Pepka, 16, works in Parr's classroom on Friday, March...

    McKayla Pepka, 16, works in Parr's classroom on Friday, March 13, 2015. Deb Parr's credit recovery class at Ramona High School -- known as Ramona U -- helps kids missing graduation credits for any number of reasons (poverty, homelessness, violence, distracted parents) recover their credits and graduate with their peers.

  • Deb Parr talks to Tony Gutierrez, 17, in her classroom...

    Deb Parr talks to Tony Gutierrez, 17, in her classroom on Friday, March 13, 2015. Deb Parr's credit recovery class at Ramona High School -- known as Ramona U -- helps kids missing graduation credits for any number of reasons (poverty, homelessness, violence, distracted parents) recover their credits and graduate with their peers.

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Todos los estudiantes en la clase de recuperación de créditos de Deborah Parr tienen una historia para compartir.

“Después de la muerte de mi padre, todo dejó de importarme”, dijo la estudiante del doceavo grado de Ramona High School, Francheska Lewis, quien perdió a su padre en el 2011, después de una batalla de cuatro años con el cáncer.

“Abandoné mis estudios”, dijo. “Reprobé todas las clases del primer año de secundaria”.

Entró en la clase de Parr en el campus de Riverside el otoño pasado con 75 créditos menos de los que necesita para graduarse. Ahora, le falta una clase y media para estar al día y ser elegible para la graduación de junio.

La Universidad Ramona, el nombre del programa de Parr, es la creación de la ex directora, Susan Mills y Parr. Permite a los estudiantes permanecer en la escuela en lugar de ser transferidos a una escuela de continuación de estudios o iniciar un programa escolar en línea, con un mínimo de supervisión para ponerse al día con los créditos.

“Es difícil para los chicos salirse de la escuela del vecindario, dejar a sus amigos y maestros para asistir a una escuela de continuación de estudios”, dijo Parr. “Pero están tan atrasados que simplemente abandonan la escuela”.

La Universidad Ramona ha tenido tanto éxito, que versiones de la misma se iniciaron en otras tres escuelas integrales del Distrito Escolar Unificado de Riverside.

A lo largo del área del Inland abundan las opciones creativas para ayudar a los estudiantes rezagados en créditos.

OFRECIENDO OPCIONES

Algunos distritos, incluyendo el Distrito Escolar Unificado de Temecula Valley, también permiten a los estudiantes recuperar créditos en las escuelas secundarias tradicionales.

Los distritos de Chaparral, Great Oak y Temecula Valley ofrecen éstas opciones, pero requieren que los estudiantes sigan ciertas pautas. Sólo pueden tomar una clase de recuperación de créditos a la vez, con una duración de cuatro a ocho semanas, y no más de dos por semestre, dijo Joe Balleweg, director del programa de estudios, enseñanza y evaluación.

Los estudiantes del Distrito Escolar Perris Union High también pueden ponerse al día en los programas de después de la jornada escolar o dentro de la escuela en sus planteles regulares.

“Lo que intentamos es brindarles a los niños la mayor cantidad de opciones posibles”, dijo el superintendente, Jonathan Greenberg.

Las Academias de los Sábados cumplen con la misma función en San Jacinto.

Los estudiantes en riesgo de reprobar clases asisten a sesiones de tutoría y pruebas los sábados para obtener los grados y calificaciones que los ponen al día para aprobar sus cursos, dijo Sherry Smith, superintendente asistente de servicios educativos.

El sistema escolar más grande del área del Inland, el Distrito Escolar Unificado Corona-Norco, mantiene a los estudiantes en las escuelas locales con el programa, ‘Save our Seniors’.

Los estudiantes asisten a su escuela local durante el día y toman cursos de recuperación de créditos en la secundaria, Lee V. Pollard High School, una escuela de continuación de estudios, por la noche, indicó la portavoz del distrito, Evita González.

ASEGURANDO EL ÉXITO

En Riverside, Mills explicó que fue Parr quien logró que el programa fuera eficaz.

“Debbie se queda después del trabajo, trabaja los sábados o durante los descansos”, dijo Mills, quien ahora es la superintendente asistente de la oficina del distrito. “Hace todo lo que puede para ayudar a los chicos”.

Parr, quien ha trabajado con el distrito por 26 años, dijo que cada estudiante tiene un horario individual y se reúne con ellos semanalmente.

“Organizo sus horarios. Me aseguro que estén aquí”, dijo Parr. “Les ofrezco apoyo emocional y social”.

Algunos estudiantes enfrentan enormes desafíos personales, como la muerte de un padre, un embazado no planeado o trabajo a tiempo completo para ayudar a pagar el alquiler.

“Escucho historias aterradoras”, dijo. “A veces tengo que salir del aula para desahogar mi llanto”.

Pero valió la pena. El primer año, 50 estudiantes se inscribieron y 48 se graduaron, dijo Mills.

Según el Departamento de Educación de California, para el año escolar 2010-11 —un año antes del inicio de la Universidad Ramona— la secundaria Ramona tenía una tasa de graduación de 87.3 por ciento y la tasa de deserción de 2.4 por ciento.

Para el año escolar 2012-13, los datos más recientes que están disponibles, la tasa de graduación aumentó a 89.6 por ciento y la tasa de deserción cayó a un 1.3 por ciento.

FUERTE Y AMABLE

Lewis y su hermano mayor Jordan Lewis, de 18 años, un exalumno de la clase de Parr del año pasado, dijeron que el método, fuerte pero amable, de enseñanza y la fe inquebrantable de Parr

en las habilidades de sus estudiantes les ayudó a superar lo que algunos consideran adversidades insuperables.

“Mi consejero me dijo que no iba a graduarme”, recordó Jordan Lewis. “Quería demostrar que estaban equivocados”.

Todos los estudiantes de la clase de Parr dijeron que la motivación que recibieron de ella les ayudó a alcanzar el éxito. Al igual que cada estudiante es único, también la habilidad de motivar de Parr es única.

“Sale a buscarte si no llegas a clase”, dijo el estudiante del onceavo grado, Leo Pacheco, de 17 años. “Incluso habló con mis amigos”.

La estudiante del onceavo grado, McKayla Pepka, de 17 años, dijo que se retrasó en su primer año en Arlington High School porque era víctima de acoso escolar.

“No iba a la escuela, nunca”, dijo.

Pepka dijo que Parr le pregunta cómo se siente y si necesita algo, todos los días.

“Somos como familia en ésta clase”, agregó.

Jordan Lewis dijo que la diferencia son los pequeños detalles como recordarle que apagara su teléfono, despertarlo cuando se queda dormido o enviarle un mensaje de texto para recordarle la fecha de entrega de alguna tarea.

“Uno no se da cuenta lo importante que son estos detalles hasta que estás caminando hacia el escenario para recibir el diploma”, dijo.

Los reporteros Imran Ghori, Tom Sheridan, Craig Shultz y Suzanne Hurt contribuyeron a este reportaje.