Skip to content

PATRIA: Residentes de Coachella celebran ‘El Grito’ como si estuvieran en México

  • Ely Quintero durante la celebración de la Independencia Mexicana en...

    Ely Quintero durante la celebración de la Independencia Mexicana en el Parque Rancho Las Flores en Coachella, el domingo, 14 de septiembre de 2014.

of

Expand
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Cada año que se celebran las fiestas patrias, parece que el Valle de Coachella se acerca más a México.

La tarde del domingo, 14 de septiembre, fue una ocasión especial para los miles de patriotas que llegaron al Parque Rancho Las Flores a reunirse en familia, con un sentimiento de orgullo mientras esperaban oír el “Grito de Dolores”.

Como parte de la fiesta, que da su raíz por el grito que proclamó el párroco Miguel Hidalgo y Castillo por la madrugada del 16 de septiembre en 1810, las multitudes del Valle de Coachella también acudieron a gozar de las comidas típicas callejeras, como son los elotes, tacos, raspados, entre otros antojitos sumamente mexicanos.

Francisco Bahena, de Coachella, preparaba raspados de fresa, limón, naranja, piña, sandia, tamarindo y vainilla, en el puesto de Mary’s Tamales Estilo Guerrero de Coachella.

“¿De qué sabor quiere?” preguntaba Bahena, mientras llenaba un cono de papel con hielo raspado. Los clientes ojeaban las botellas de sirope que tenía y pedían su sabor preferido.

Los más vendidos fue el de tamarindo y vainilla, dijo Bahena.

Rosy Ordoñez, encargada del puesto Antojitos Culiacán de Coachella, dijo que la mayoría de las personas pedían las manzanas cubiertas en tamarindo y el sushi pepino.

“Somos de Sinaloa y estamos promoviendo las frutas este día”, dijo Ordoñez. “Qué bueno que ya se haya bajado el calor, hay muy buen ambiente y buena música”.

Adán Reyes y su hijo Adán, de 10 años, ordenaron unos nachos con jalapeños en el puesto sinaloense.

“Venimos para pasar un rato agradable, oír la música, comer la comida picante, y ver la gente que no hemos visto desde hace tiempo”, dijo Reyes padre. “Siempre venimos al parque a celebrar este día”.

Hubo hot dogs a $2 hechos por El Güero de Coachella.

Los puestos de tacos fueron variados y a precios muy razonables. Tacos El Chicali vendía tacos de borrego y cabeza.

Carlos y María Consuelo Angulo, un matrimonio de Coachella, estaban parados comiéndose unos tacos de carne asada.

“Éstos tacos de Rancho Grande están buenísimos y baratísimos, sólo un dólar”, dijo el señor Angulo, mientras terminaba el último taco que le quedaba en el plato.

“Está todo muy ordenado, bonito, tranquilo y familiar”, dijeron.

Inspirando Corazones Jóvenes, una organización sin fines de lucro de Indio, tenía raspados y Tostitos Locos en el menú con el fin de juntar fondos para poder abrir un albergue para madres solteras en enero.

En el puesto de Teddy’s Restaurant, de La Quinta, un cocinero dijo que las aguas frescas, raspados y tacos se estaban vendiendo la mar de bien.

Aurelio Ramírez Villegas, apicultor con 45 años de experiencia del Valle de Mexicali, tenía los productos que él mismo produjo, inclusive jarabe de miel, miel en penca, y jabones.

El puesto de Ramírez Villegas anunciaba el turismo en Mexicali porque las dos ciudades, Mexicali y Coachella, están tramitando para firmar un acuerdo de hermanamiento, dijo Martín Medina Arellano, gerente de mercadotécnica del Comité de Turismo y Convenciones de Mexicali (COTUCO).

“Estamos en el proceso ahorita de ser ciudades hermanas”, dijo Medina Arellano. “Queremos que la gente se sienta que podemos hacer intercambios de negocios, eventos y más”.

También estaban unas calaveras gigantes expuestas como un presagio del Día de los Muertos. Jocelyn Vargas, de Raíces Culturas, pasaba unos papelitos en donde se anunciaba el evento para el 1 de noviembre, mientras los niños se formaban en fila para que tres estudiantes de la preparatoria del Valle de Coachella pintaran las caras de blanco como calacas.

Desde el escenario, se oía “¡viva México!”, mientras oscurecía.

Hubo gente que llevaba los colores típicos de la bandera mexicana. Robert Reyes, de Palm Desert, tenía puesto una peluca tricolor. Siempre celebra el 16, dijo.

Mientras tanto, la cantante Ely Quintero, subida en el escenario, animaba a la gente diciéndoles que parecían que no habían comido.

Al anochecer, no paraban de entrar los carros al parque. Se calcula que hubieron unos 6,800 carros y unas 16,000 personas, indicó Becky Valadez, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Coachella.

Todos ellos estaban esperando para la proclamación histórica exclamada por Carolina Zaragoza Flores, la cónsul de México en San Bernardino, afirmando nuevamente la tradición de la Independencia.

“Háganse la idea que como que estuviéramos en México celebrando”, dijo la cantante Ely Quintero.