Herminia Martínez de Rivera dedicó su vida al cuidado de su hijo, un estudiante de 17 años de edad en la escuela secundaria, quien nació con problemas de columna vertebral y de desarrollo.
Murió el jueves, 6 de diciembre, después de ser golpeada por una camioneta mientras empujaba a su hijo Richard Rivera en su silla de ruedas a través de Magnolia Avenue y la calle McCray. Estaban regresando de una cita con el médico del joven, a pocas cuadras de su casa modesta en Riverside.
La policía dijo que el conductor de 76 años de edad se desvió bruscamente para no golpear a la silla, impactando a la madre. La policia está tratando el colisión en un cruce marcado como un accidente.
Los miembros de la familia Rivera colocaron flores, velas y una fotografía de la mujer de 58 años de edad, junto a un poste de luz en la intersección, como un altar improvisado y se reunieron en la casa de la familia el sábado 8 de diciembre.
Richard, quien habla en un murmullo que era claramente comprensible sólo a su madre, había imitando el sonido del camioneta golpeando y matando a su madre, dijo Rudy Torres, sobrino de Rivera.
“Él ha estado teniendo ‘flashbacks”’, del accidente, dijo Torres. “Él entiende lo que pasó. La primera noche se estaba culpando”.
El padre del niño, Ricardo Rivera, de 50 años, dijo que su esposa “Toda su vida era su hijo. Ella era una madre especial“.
Habían estado casados 26 años, y ha vivido en Riverside durante los últimos siete años. Richard es el único hijo.
Ricardo Rivera “tiene el corazón roto porque él sabe que ella era la única que se hizo cargo de su hijo”, dijo Torres. “Su vida giraba en torno a él.
“Tan pronto como se despertaba en la mañana, ella iba y lo cambiana de ropa, lo bañaba y le daba de comer”, dijo Torres.
El joven puede estar parado por periodos cortos, pero se tambalea cuando trata de caminar. Él necesita una silla de ruedas para ir a cualquier lugar fuera de la casa y su madre casi siempre era que lo llevaba. Martínez estaba haciendo eso el jueves cuando fue atropellada al cruzar la calle a las 5:30 p.m.
Mirna Sosa, de 53 años, una sobrina que vive en Bell Gardens, dijo que Herminia Martínez de Rivera siempre demostraba su gratitud a todo el que trata o ayudado a su hijo.
“En téminos de su salud, ella amaba a todo el mundo que ayudaba (a su hijo)”, dijo Sosa. “Ella se dedicó a su hijo”.
Los servicios funerales están pendientes.
Los familiares dicen que esperan que las organizaciones que ayudan a las personas con discapacidades se pongan en contacto para ayudar con el cuidado de Richard. Se puede contactar a la familia al (951) 686-1255.
