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    Scott Wilbur, el nuevo director de la Preparatoria Hillcrest, camina en el salón multi-usos junto a su hijo Shane, de 5 años, el 13 de julio, 2012.

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    El Director Scott Wilbur, revisa libros en la biblioteca de la Preparatoria Hillcrest el 13 de julio, 2012.

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El 13 de agosto sonará por primera vez la campana en la escuela en la preparatoria de Riverside que se convirtió en un símbolo de los problemas financieros de California cuando por falta de dinero y una inundación retrasaron la inauguración un año. Este fue un caso raro en el cual una escuela estaba construida pero los funcionarios no podían conseguir el dinero para comenzar las clases, dicen los expertos.

El caso de la Preparatoria Hillcrest atrajo la atención de los medios de comunicación internacionales en 2010–11. También llamó la atención de un grupo de inversionistas del Valle de San Gabriel, quienes propusieron reclutar estudiantes extranjeros, principalmente de Asia, y que pagaran cuotas de matriculación altas, para asistir a la nueva escuela. Los funcionarios del Distrito Escolar Unificado de Alvord investigaron la propuesta pero la descartaron por poco factible.

El nuevo superintendente, contratado hace un año, encontró algo de fondos del distrito designados por una sola vez, para abrir la escuela con un presupuesto esqueleto.

Para ahorrar dinero, Hillcrest abrirá en el sudoeste de Riverside con 450 estudiantes de noveno grado solamente y añadirán un nivel cada año hasta que se gradúe la Promoción del 2016.

Los funcionarios de Alvord dijeron a principios de diciembre del 2010 que no tenían los $3 millones extras para abrir y hacer funcionar la escuela en agosto del 2011 tal y como estaba planificado. La crisis presupuestaria del estado había recortado los fondos de funcionamiento de Alvord durante tres años. Los $100 millones con los que se construyó la escuela vienen de un bono escolar que aprobaron los votantes, pero que no se pueden usar para las operaciones de la escuela.

Posteriormente, el lugar se inundó cuando las fuertes tormentas invernales anegaron partes de la región de Inland a finales del diciembre del 2010.

El miembro de la junta escolar Greg Kraft dijo que el distrito recibió dinero para desastres del gobierno para enfrentar los daños de la inundación y que se retrasó la construcción. Él cree que la inundación fue la razón primordial por la cual la escuela no estuvo terminada sino hasta esta primavera.

Kraft dijo que otros funcionarios del distrito están contentos porque la escuela finalmente abrirá y porque son capaces de mantener el compromiso que se hizo con los votantes quienes aprobaron un bono de $196 millones de dólares como medida en el 2007 para construir Hillcrest por $105 millones y para mejorar otras escuelas. La tercera preparatoria tradicional de Alvord, Hillcrest comenzará para aliviar algunos de los congestionamientos en la Preparatoria La Sierra, de donde provienen la mayoría de los estudiantes, maestros y textos.

Situación poco común’

Que un distrito sea incapaz de abrir una nueva escuela es una situación “muy, muy poco común”, dijo David Walrath, asesor legislativo para la Coalición para una Adecuada Ubicación para las Escuelas de California, quienes apoyan los fondos para construir escuelas.

Walrath dijo que él no ha sabido de una situación similar, pese a que la coalición no posee tales estadísticas.

Añadió que lo más común es que un distrito escolar cierre un campus y coloque a los estudiantes en clases más pobladas en las escuelas que quedan. Los costos de abrir una nueva escuela son aún más difíciles de pagar, dijo Walrath.

Algunos de los costos añadidos pueden ser parcialmente cubiertos con el ahorro de energía y al no alquilar tantas aulas portátiles como en otras escuelas, dijo. Esos ahorros son aun más difíciles de presupuestar, dijo Walrath.

El Superintendente de Alvord Nick Ferguson encontró fondos por una sola vez que totalizaban 1.8 millones de dólares, los cuales dijo que podrían mas que pagar por los gastos de funcionamiento de Hillcrest durante el primer año y medio. Las fuentes incluyen 115,000 dólares en dinero federal de estímulo para empleos relacionados con la educación y los pagos de la ciudad de Riverside para las instalaciones compartidas, tales como la biblioteca y algunas de las instalaciones deportivas y recreacionales que se pueden utilizar en las tardes y los fines de semana. Los costos para este año están presupuestados hasta los 1.2 millones de dólares.

Kraft dijo que los docentes y la mayoría del personal vienen de otras escuelas de Alvord. Los costos adicionales de mantenimiento y servicios son de aproximadamente $100,000 al año, dijo.

La primera clase

El Director Scott Wilbur dijo que seguirá con la filosofía de austeridad del presupuesto, solamente comprando lo que sea necesario cuando sea necesario. La mayoría de las aulas no se usarán durante el primer año y no se amueblarán hasta que sea necesario.

En el lado este de la estructura, los escalones llevan a los salones de coral, banda, danza y pesas y a los campos atléticos creados y que Wilbur considera un anfiteatro natural. Solamente los salones de danza y pesas y los campos deportivos se usaran el primer año, añadió el.

El campus es estrecho, cortado en el lado de una colina con muros de contención que se parecen a la roca natural. El campo de futbol, con grama artificial, tiene algunos bancos bajos de concreto para acomodar a casi 600 personas y están colocadas contra la colina hacia el sur.

La escuela está diseñada para casi 1,500 estudiantes, y Wilbur dijo que él espera que se inscriban de 1,500 a 1,600 estudiantes para el año 2015– 6.

Hillcrest tendrá 15 docentes el primer año. Las electivas incluirán un curso de cocina y se planea tener 19 equipos deportivos, dijo Wilbur. También habrá énfasis en las computadoras, la robótica y la ingeniería.

La escuela se enfocará en las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, integrando los temas en todas las materias, incluyendo ingles, agregó. Habrá acceso inalámbrico a Internet en todo el campus.

Los docentes en Hillcrest trabajaran rotando a dos o tres aulas en un día dado, mas parecido a los instructores de la universidad, con lecciones en memorias portátiles para computadoras que se puedan colocar en pizarras blancas interactivas en cada salón.

Los escritorios y las computadoras de los docentes se están colocando en una oficina común o salón de trabajo para animarlos a colaborar, dijo el director.

Buen sentido de equipo

Los 19 equipos deportivos que están planificados en Hillcrest reflejan el interés de los estudiantes y de sus familias, dijo. La escuela tiene un pequeño teatro “caja negra”, adecuado para pequeñas producciones a la hora de la cena, con comidas preparadas por la clase de cocina, dijo Wilbur. El salón de usos múltiples pude alojar hasta 600 personas para el almuerzo, mas de los estudiantes que se inscribirán en el primer año.

A medida que se acerca el primer día de clases, los líderes del distrito están más dispuestos a olvidar los retrasos.

“Los vecinos están realmente entusiasmados con la escuela”, dijo Kraft, quien vive cerca de la nueva escuela. “Es maravilloso cuán entusiasmados están los padres de los niños que pueden asistir a la nueva escuela”.