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Una compañía busca personas que quieran donar su cuerpo para la investigación médica. A cambio pagan su funeral.
Una compañía busca personas que quieran donar su cuerpo para la investigación médica. A cambio pagan su funeral.
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Un negocio en Temécula está ofreciendo un trato. Done su cuerpo para la investigación médica, y obtenga una cremación y un servicio funerario.

Research for Life, la cual se expandió al condado de Riverside el año pasado desde su sede principal en Arizona, está buscando muestras de tejido para venderlas a las escuelas de medicina y a instituciones de investigación. Para atraer a los donantes, la compañía está ofreciendo cubrir algunos de los costos relacionados con el final de la vida.

“Acá hay más cosas que simplemente una cremación gratis”, dijo el presidente de la compañía Garland Shreves. “También hay un beneficio real y tangible para la humanidad”.

Pero Shreves se dio cuenta de que las condiciones actuales de la economía son un factor. El precio promedio de una cremación es de 1,300 dólares, de acuerdo con la Asociación de Cremaciones de Norte America, un grupo comercial.

“Para algunas familias, ellos están considerando esta opción debido a los costos del entierro o de la cremación”, dijo Shreves.

Aparentemente es una forma de vender muy efectiva. Shreves dijo que “cientos de personas” ya han firmado para el servicio en el transcurso del mes pasado.

Algunas universidades médicas en el estado ofrecen programas similares.

Sin embargo, algunos programas, tales como los que tiene la Universidad de California, no devuelven restos a la familia. Otros, tales como el Centro Médico de la Universidad de Loma Linda, les cobran a los familiares hasta $300 por el costo de transportar el cuerpo, dijo Darrel Petersen, director de servicios anatómicos para la Universidad de Loma Linda.

La gente que desea donar sus cuerpos a Research for Life pueden firmar cuando aún están vivos, o las familias pueden donar los restos inmediatamente después de la muerte. La compañía elabora una historia médica y social del donante con la finalidad de reunir la mayor cantidad de información posible para la investigación. No todos son elegibles – quienes tengan VIH/SIDA o hepatitis C están excluidos.

Si son aceptados, Research for Life recogerá el cuerpo tan pronto como dos horas después de que se les notifique sobre el fallecimiento. Los restos se almacenan en Lake Elsinore.

La Funeraria Murrieta Valley suministra el espacio para el funeral que se lleva a cabo a conveniencia de la familia.

Dentro de los dos meses siguientes, la familia recibe las cenizas en una urna, también gratuita. Las familias pueden escoger si las cenizas son lanzadas al mar, o si no quieren que se les envíen las cenizas.

El esposo de Sharon Grimes, Jerry Grimes, con quien estuvo casada por 48 años, murió el Día del Padre. Él había estado bajo cuidado institucional después de que sufrió un accidente cerebrovascular y terminó sufriendo de demencia.

Antes de que su esposo muriera, la mujer de 68 años de edad, residente de Hemet, ya había decidido que las cenizas de su esposo deberían ser esparcidas en el mar.

Grimes dijo que ella escogió a Research for Life para ella y para Jerry, en parte debido al costo asociado con una sepultura, pero también por el dolor que ella sufrió durante todo el tiempo que estuvo enfermo. Ella dijo que la familia esencialmente lo perdió tres veces – cuando tuvo el accidente cerebro vascular, cuando tuvieron que internarlo en una institución y luego cuando murió.

“Nosotros ya nos hemos despedido de él, lo recordamos como era y estamos felices con eso”, dijo ella. “…Siento que si alguien puede estudiar sus restos y aprender algo acerca de su enfermedad, eso sería maravilloso”.

Shreves, nativo de Nuevo, dijo que el tejido de los difuntos como los de Jerry Grimes es valioso porque se puede comparar con tejidos saludables y eso les da a los investigadores información acerca del proceso de deterioro.

“Hay cientos de lugares en todo el país donde se necesita de tejido humano para hacer estudios, para entrenar médicos, para avanzar con los medicamentos”, dijo Shreves, quien durante dos décadas trabajó en una funeraria. “Muchos de los avances en la investigación contra el cáncer se lo debemos a los donantes de tejidos. La medicina no podría avanzar sin donantes”.

Las universidades médicas cuentan mucho con las donaciones de cuerpos.

El Centro Médico de la Universidad de Loma Linda, por ejemplo, tiene su propio programa de cuerpos donados. La portavoz del campus de Murrieta Kathryn Stiles dijo que el programa es esencial para la educación continua de los médicos, odontólogos y enfermeras. La universidad, dijo ella, ha tenido que combatir el tabú contra el uso de cadáveres que tiene la iglesia de los Adventistas del Séptimo Día, con quien la universidad está afiliada.

El aspecto del beneficio a la sociedad es exactamente la razón por la que Rita Miller de 87 años de edad dijo en su testamento que su cuerpo deberá ser donado para la investigación médica a través de Research for Life. La residente de Canyon Lake murió en mayo por problemas cardiacos.

Su hijo, Mike Miller, dijo que el tiempo que pasó entre su muerte y el momento en que le devolvieron sus cenizas le permitió planificar un funeral que realmente hablara de la vida de su madre y le permitió pensar cuál sería el lugar final de descanso de las cenizas de su madre.

“Vi el cuerpo, le puse incienso y mirra en sus pies y en la frente y luego la transportaron”, dijo Miller. “Antes de que muriera nos fuimos a un viaje de dos semanas a Hawai. Ella caminaba con una andadera y cuando entramos al mar ella estaba nadando con su andadera, así que mi hijo se va a llevar sus cenizas a un crucero por Hawai y allí esparcirá sus cenizas”.