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  • Eduardo Estevez está contento porque sabe que sus hijos pueden...

    Eduardo Estevez está contento porque sabe que sus hijos pueden continuar su educación como hasta ahora. Estevez, residente de Upland, manda a sus hijos a Chaffey High School en Ontario mientras recorre la parte oeste en su negocio ambulante de dulces y nieves.

  • Mariana Robles, maestra en la Primaria Hawthorn en Riverside, dijo...

    Mariana Robles, maestra en la Primaria Hawthorn en Riverside, dijo que lo más importante es que los niños tengan acceso a la educación.

  • Un hombre distribuye pancartas durante un mitin en apoyo de...

    Un hombre distribuye pancartas durante un mitin en apoyo de la Proposición 30 de California, donde también se pidió el apoyo para derrotar a la Proposición 32, en el campus de Los Angeles City College, el 23 de octubre 2012.

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Eduardo Estevez, residente de Upland está a pocos meses de que su hija, Lisbi de 18 años inicie la universidad el próximo año.

En las reuniones educativas a las que ha asistido últimamente, Estevez se ha dado cuenta que con los recortes presupuestales que han habido a la educación superior, su hija tendrá que ser mucho más selectiva porque el cupo en la mayoría de las clases es limitado.

“Eso me preocupa”, dijo Eduardo, quien espera el final del año escolar para que su hija se gradue de Chaffey High School en Ontario.

Afortunadamente, gracias a la reciente aprobación de la Proposición 30, conocida como “Impuestos temporales para financiar la educación”, el sistema educativo de California no terminará por desmantelarse.

“La Proposición 30 recaudará seis mil millones de dólares”, dijo el Gobernador Jerry Brown, durante la campaña para convencer a los votantes que aprobaran la propuesta el 6 de noviembre. Pasó con un 54 por ciento del voto.

Aunque los $6 millones no resuelven los problemas educativos del estado, evita que se adopten una serie de recortes, que aunados a los anteriores, habrían tenido un efecto desastroso, como más despidos de personal administrativo y académico; un mayor número de estudiantes por salón de clase, la eliminación de múltiples programas de educación especial; transporte, materiales didácticos, etcétera.

En las escuelas la sensación de alivio también es compartida. El martes 13 de noviembre un oficial del Distrito Escolar Unificado del Valle de Chino dijo que está en condiciones de restaurar cinco días sin goce de sueldo (conocido en inglés como furlough), que se había acordado con los miembros de los sindicatos para el supuesto caso de que no fuera aprobada la Proposición 30.

Mariana Robles, maestra de primer grado en la Primaria Hawthorn en el Distrito Escolar Unificado de Riverside (RUSD), descansó – al menos por el momento – y dijo sentirse feliz a pesar de que considera que aún hay mucho por hacer. Explica que la posibilidad de recortes a mitad del año escolar era terrible.

“El mensaje de los votantes y de los padres de familia fue muy claro”, dijo Robles. “Sin la aprobación de la 30 no podríamos cumplir con los estándares de aprovechamiento académico que establece el estado de California”.

Robles sabe que la problemática educativa va más allá de lo que se logra ver a simple vista y que la pasión por la docencia puede quedar ahí sin no hay un buen sistema educativo.

“Nuestro sistema educativo está tan frágil que de no haberse aprobado la 30, el futuro de nuestros estudiantes sería caotico”, dijo Robles. “No poder asistir a la universidad por no poder pagar las colegiaturas hubiera sido terrible”.

Robles como muchos otros maestros invierte de su bolsillo entre $700 y $2,000 anuales para que los estudiantes tengan muchos de los útiles que necesitan.

La Proposición 30 no cambia nada de esto. Sin embargo, alivia el hecho de tener que cortar horas de escuela a mitad del año escolar y mantiene cosas tan sencillas como los paseos de campo.

“A nosotros como maestros nos habría significado un corte de salario muy fuerte”, dijo Robles.

Actualmente la mayoría de los distritos escolares del Inland Empire están realizando ajustes y restructuraciones, dado a que los $6 mil millones permitirán mantener las cosas como están y en algunos casos mejorarlas.

En los últimos cuatro años se habían recortado más de $20,000 mil millones a las escuelas y al sistema universitario, y se había despedido a unos 40,000 maestros y personal administrativo al servicio de la educación, según la Asociación de Maestros de California

Ahora, por todo el estado las buenas noticias han empezado a darse a conocer. El Gob. Jerry Brown informó durante la Junta de Regentes de la Universidad Estatal de California celebrada en Long Beach que se regresará un promedio de $500 a cada estudiante y que no habrá incremento de cuotas gracias a la proposición 30.

En San Bernardino, por ejemplo, el Distrito no tendrá que efectuar recortes por $21 millones y en cambio podrá restituir 160 empleos, dijo el Superintendente Dale Marsden, quien agradeció a los votantes por haber apoyado a la educación y a su distrio escolar que cuenta con más de 53,000 estudiantes.

“Por lo menos ahora tenemos la posibilidad de comenzar a sanar a nuestro distrito”, concluyó Marsden.

Para Héctor Murrieta, director de San Andreas High School en el Distrito Unificado de la Ciudad de San Bernardino, la aprobación de la Proposición 30 es un gran beneficio. Murrieta dijo que el impacto se verá en distintas áreas de la educación.

“Si en los recortes estaba contemplado recortar el año escolar, eso implicaba una reducción de sueldo para todos. Si se contemplaba recortar programas suplementales eso implicaba entonces una reducción de personal y presupuesto, etcétera”, dijo Murrieta.

Durante los últimos años Alejandra Gutiérrez, ama de casa de 39 años, residente de Chino, ha luchado intensamente por obtener servicios de educación individualizada para su hijo que requiere de por lo menos dos horas diarias para ponerlo al corriente en matemáticas y lectura con el resto de sus compañeros.

“Las clases le han servido muchísimo”, dijo emocionada Gutiérrez, “Actualmente tiene dos maestras. Su maestra regular y una maestra que le dedica dos horas de instrucción diaria independientemente de su clase”, dijo la madre, quien admite que este tipo de tiempo y recursos que le proporciona el distrito escolar, ella no podría pagar.

“Por eso me preocupaba muchísimo que la Proposición 30 no fuera aprobada. Saber que podemos seguir contando con estos servicios me da un poco de alivio”, dijo convencida.

Tanto para Gutiérrez como a Estevez, la educación de sus hijos es una prioridad.

“Queremos que nuestros hijos vayan a la universidad y no es justo que por el défici de presupuesto sean nuestros estudiantes los que tengan que perder las ilusiones y las ganas de estudiar”, dijo Estevez, quien además de tener dos trabajos, incluyendo su propio negocio ambulante de dulces y nieves, encuentra tiempo para dedicarle a la educación de sus dos adolescentes.