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    Marcus Lynch del Rialto Departamento de Bomberos Bombero/Paramédico está detrás de bombero Jesús Carrete, cuando estan terminando el registro en el estado de Raquel Martínez, después de sufrir convulsiones en su casa el Viernes, 02 de noviembre 2012 en Rialto..

  • Marcus Lynch, Bombero/Paramédico con el Departamento de Bomberos de Rialto...

    Marcus Lynch, Bombero/Paramédico con el Departamento de Bomberos de Rialto tras finalizar una llamada el viernes 2 de noviembre en Rialto.

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Ansioso por mantener las tres ambulancias con servicios de paramédicos disponibles para emergencias médicas, el Jefe de bomberos de Rialto ya no las enviará para tratar dedos fracturados u otros problemas menores.

“Aun voy a seguir enviando paramédicos a cada llamada”, enfatizó el jefe de bomberos, Mat Fratus. “Pero no voy a enviar unidades múltiples a cada llamada”.

Empezando el lunes 5 de noviembre, los despachadores telefónicos asignarán solamente una motobomba con un paramédico para las llamadas de emergencias menores en Rialto. La meta es mantener a las tres ambulancias del departamento disponibles para las emergencias más serias, incluyendo ataques del corazón, derrames cerebrales, lesiones por accidentes automovilísticos y crímenes violentos, ya que los estudios indican que tratar más rápidamente a los lesionados tiende a salvar vidas.

Otras agencias alrededor del Inland estudiarán de cerca el nuevo programa de Rialto para evaluar su eficacia.

El corazón del nuevo sistema es el Centro regional de llamadas del Condado de San Bernardino, donde los despachadores han recibido más de 18 meses de nuevo adiestramiento para ser capaces de cuestionar más rápida y meticulosamente a las personas que llaman.

“Si conoces mejor el problema, puedes asignar las unidades apropiadas con mayor precisión”, comentó Rick Britt, director del Centro de Comunicaciones Confire.

Y las llamadas son atendidas rápidamente. Basado en su nuevo entrenamiento, los despachadores hacen preguntas específicas en un orden establecido, empezando con la dirección y el número telefónico de la persona – en caso que la llamada sea interrumpida, aun pueden enviar a bomberos o policías a la ubicación correcta.

Luego, se le pregunta a la persona que llama sobre la naturaleza del problema. Si es una situación médica, el despachador envía inmediatamente a la unidad de paramédicos más cercana.

Si el paciente no está respirando, el despachador empieza a ofrecer instrucciones sobre resucitación cardiovascular. Los despachadores también tienen una lista de instrucciones para las personas que reportan, por ejemplo, sofocaciones o intentos de suicidio por ahorcamiento. Y para las lesiones más serias, una ambulancia o motobombas adicionales serán enviadas.

“Mis despachadores son en verdad los primeros en atender la situación ya que empiezan a ayudar a la persona que llama inmediatamente”, comentó Britt, cuyo personal sirve a 12 agencias de bomberos, incluyendo al Departamento de Bomberos del Condado de San Bernardino y a departamentos municipales desde Barstow hasta Colton y desde Redlands hasta Rancho Cucamonga.

Algunas de esas agencias van a estudiar los resultados del experimento de Rialto.

“Lo que he inferido de los jefes de departamento es que todos están interesados en el sistema”, comentó. “Quieren unidades disponibles para las llamadas serias que las requieran”.

Tradicionalmente, los departamentos de bomberos han enviado a dos unidades de paramédicos a cada llamada de emergencia del 911, sin importar la magnitud de la lesión o malestar.

En Rialto, una motobomba y una ambulancia eran enviadas. En otras comunidades, la mezcla varia – algunas veces son dos motobombas, o una motobomba y un escuadrón de paramédicos, por ejemplo.

Fratus tiene la seguridad que el denominado Sistema de Despacho de Prioridad Médica funcionará. Implementó el mismo sistema en San Bernardino, donde previamente fungió como subdirector. Sus responsabilidades incluían el servicio de emergencias médicas para el departamento de bomberos de la ciudad.

Al reducir el número de unidades de paramédicos enviadas a atender incidentes menores en San Bernardino, el tiempo de respuesta para las emergencias médicas de carácter crítico se redujo en casi un 30 por ciento, comentó.

Los despachadores de Britt llevaron el proceso un paso más allá, convirtiéndose en el centro de comunicaciones de emergencia número 169 en obtener una completa acreditación por parte de la Academia Nacional de Despachadores de Emergencia.

“Nuestros jefes querían que fuéramos acreditados antes de tomar el riesgo y la responsabilidad de modificar nuestra respuesta”, comentó Britt. “Hay algo de riesgo en ello”.

Al recortar el número de unidades asignadas a una llamada, abrimos la puerta a los críticos y a la responsabilidad legal, comentó. Pero cree que el riesgo para los pacientes y contribuyentes es mínimo. Bajo el nuevo sistema, los despachadores han sido entrenados para categorizar las llamadas, de la misma forma que nuevos pacientes son clasificados en la sala de emergencias de un hospital, agregó.

“Contamos con un número limitado de unidades (de paramédicos) para disponer de ellas”, comentó Britt, quien también enfatizó que los oficiales simplemente quieren evitar enviar unidades múltiples a situaciones que no las necesitan. “En estos días de problemas fiscales, no podemos seguir haciendo eso”.