Skip to content
AuthorAuthor
PUBLISHED: | UPDATED:

BERLÍN.- ¿Cómo se realiza el descenso de una nave espacial en un cometa que pasa a 66.000 kilómetros por hora?

Es un problema con el que vienen luchando los científicos desde hace una década y ahora se aprestan a realizar una de las aventuras espaciales más audaces de la historia: el descenso de una sonda científica sobra la bola de hielo y polvo conocida como 67P/Churyumov-Gerasimenko.

Sabrán si el plan funciona el miércoles, cuando el control de misión en Darmstadt, Alemania, dará la orden a la sonda Rosetta para que lance su robot sobre el cometa.

El evento es la culminación de la travesía de Rosetta, iniciada hace una década, para estudiar esos cuerpos celestes helados que siempre han fascinado a la humanidad. Los científicos esperan que los datos recolectados por Rosetta y su sonda Filae les permitan conocer mejor los orígenes de los cometas y otros cuerpos celestes.

La agencia anunció el martes que los sistemas a bordo de Filae no se habían encendido correctamente. Ante el peligro de una calamidad cósmica, los científicos intentaron apagar y reencenderlos.

“La sonda se encendió con éxito y los preparativos continúan de acuerdo con los planes”, dijo la agencia en su página de internet.

El traspié es un ejemplo de lo que puede andar mal en la misión de 1.300 millones de euros (1.620 millones de dólares) concebida hace más de dos décadas.

Lanzada en 2004, la nave Rosetta tuvo que dar tres vueltas a la Tierra y una a Marte para adquirir impulso suficiente para perseguir al cometa. Después de una travesía de 6.400 millones de kilómetros, se acercó al 67P en agosto.

Ahora Rosetta y el cometa vuelan a la par a 66.000 kph entre las órbitas de Marte y Júpiter, a 500 millones de kilómetros de la Tierra. A esa distancia, la Agencia Espacial Europea tiene que utilizar las antenas de la Red Espacial Profunda de la NASA para comunicarse con su nave.

El miércoles, Rosetta ejecutará una serie de maniobras complejas para alcanzar el punto óptimo. Alrededor de las 0835 GMT la sonda se separará de la nave madre.

Si algo funciona mal, los científicos solo podrán mirar. Puesto que una orden tarda más de 28 minutos en llegar a Rosetta, la sonda está programada para descender de manera autónoma.

Una vez que la sonda de 100 kilos termine el descenso, lanzará dos arpones para anclarse sobre la superficie.

Los especialistas comparan el proceso con sobrevolar una ciudad en globo y tratar de alcanzar un punto determinado.