Ante la incertidumbre que ha causado en algunos sectores de la comunidad el presidente electo, Donald Trump, consultamos con el jefe de la policía de Riverside, Sergio Díaz, sobre el papel que desempeñará este departamento cuando asuma la nueva administración.
“Lo que podemos asegurarle a la comunidad es que no queremos funcionar como agentes de inmigración. ¿Por qué? Lo que queremos es seguir teniendo la confianza de la comunidad para que reporten los delitos y participen en el sistema judicial,” dijo Díaz.
Este fue el mismo argumento que repitió en un evento realizado hace algunas semanas en la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, donde expresó que “es importante dejarle saber a la gente que no vamos a cambiar nuestras pólizas”.
Allí Díaz también agrego que no van a participar en deportaciones masivas.
Categóricamente el jefe de la policía afirmó que no es su trabajo inmiscuirse en la política, pero mencionó que sí existen implicaciones de seguridad pública cuando ocurren manifestaciones.
“Lo que no se permite en las manifestaciones son las agresiones, los saqueos de tiendas, que se bloqueen las autopistas, es decir, no podemos permitir que se tornen peligrosas,” indicó.
Señaló que a través de los años ha aprendido que hay formas inteligentes de lidiar con las manifestaciones públicas.
“Si se va a tomar la calle, la recomendación es que siempre saquen permiso para eso,” mencionó.
Al preguntarle a Díaz si cree que Riverside podría convertirse en una ciudad Santuario, repitió que no le corresponde a él opinar sobre ese tema, ya que es un asunto político que se debe decidir en el concejo de la ciudad.
