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MONTERREY.- El dinero pasó de moda, lo vanidoso no. Ha sido un golfo y jamás ha pensado en el retiro… y en cuanto a su hijo, sólo hablan de cosas superficiales.

Julio Iglesias, de 73 años, habla en entrevista sobre esto y más, en una plática de promoción sobre su disco México & Amigos.

¿Y Enrique?

Junto a él está a quien llama “el papá de la ópera en el mundo”, su amigo Plácido Domingo, además el gran Joaquín Sabina, Omara Portuondo, Eros Ramazzotti, Andrés Calamaro y Juan Luis Guerra, con quienes Julio tiene una buena relación, al único que no pudo invitar porque no quiso obligarlo a cantar con él fue a su hijo Enrique.

México & Amigos es el más reciente trabajo del cantante español, quien rinde un homenaje al país al incluir temas como “Ella”, “Usted”, “Júrame”, “Fallaste Corazón”, “Amanecí en tus Brazos”, “Se Me Olvidó Otra Vez” y en el que por primera vez grabó duetos.

Al ver la lista de invitados, en la que figuran Thalía, Mario Domm y Pablo Alborán, es inevitable cuestionar a Julio, quien llama desde España para la entrevista, por qué no está su hijo entre sus duetos.

“Tú sabes que el pedir a un hijo que tiene una carrera maravillosa, que tiene un focus perfecto, el pedirle cambiar algo, es un atrevimiento por parte del padre, si no fuera mi hijo, seguramente hubiera sido el primero que hubiera invitado, porque me gusta Enrique, pero es mi hijo, chiquilla, y no puedo meterlo en un proyecto cuando él no me ha dicho nada”, responde Julio.

“A los hijos hay que quererlos gratis, mi amor, acuérdate, el querer a los hijos y crearles obligaciones es muy jodido, ¡perdón!, es difícil, yo prefiero no obligar esas cosas”.

Agregó que eso pasa en todas las familias, o casi en todas.

“A lo mejor a Vicente (Fernández) no le ha pasado con su hijo (Alejandro), a lo mejor a otros padres sí, ¡Bob Dylan nunca ha cantado con su hijo!”, dice riendo el artista, quien celebra sus 50 años de carrera el 2018.

Pero, ¿ha hablado con Enrique sobre la idea de casarse y ser padre?

“Con mi hijo nada más hablo de aviones, hablo de cómo le va la vida, ¿cuánto le ha costado la casa que se ha hecho.

“En cuanto mencione algo relativo a la vida personal o musical, lo que sea, en ese momento mi hijo me dice: ‘papá de eso no hablamos’. Y ya, papá se calla”.

‘El dinero pasó de moda’

México & Amigos lo hizo sólo por el gusto de grabar canciones que ama y ha tenido la oportunidad de ir a Rusia y Australia.

“El disco lo hago porque amo, me encanta la música mexicana, desde que era pequeñito mi padre y mi madre me las metieron en el alma, mi madre estaba loca por Jorge Negrete, yo te canto todas las canciones de Jorge Negrete enteras, ya les he cantado enteritas”, responde y comienza a tararea “Ay Jalisco, Jalisco, Jalisco…”.

Y ya está planeando una gira por México y, por supuesto, Monterrey.

“Dile a los regiomontanos y a las regiomontanas que me inviten, que me inviten, que me inviten y que entiendan que mi amor por México es gratis, es absolutamente gratis, ya no hay dinero para comprarme a mí, si no me gusta algo, no lo hago, ¡qué maravilla!”, añade.

“Ya se pasó de moda el dinero en mi vida, bueno, nunca estuvo de moda porque me lo he gastado siempre, pero yo no soy un artista que dependo ya del dinero… en absoluto. Yo gano dinero sentado más que cantando, gano mil veces más dinero cuando pienso que cuando canto, para cantarle hay que pensar, hay que emocionar”.

¿Vanidoso? sólo poquito

“En mi casa cada vez que me salgo de duchar me miro al espejo para ver cómo tengo el pelo, me lo sacudo mientras me estoy viendo y digo: ‘¡qué barbaridad! si supieras la verdad’.

“Si vanidad es pretender ser que te mires al espejo y te remires, yo no soy de eso, nunca me he remirado al espejo. Nunca, lo juro por la vida de mis hijos”.

Pero en realidad sí es un poquito vanidoso, o al menos a la hora de dar entrevistas…

“Me gusta hablar por teléfono, me gusta la prensa, me gusta la radio… la televisión me gusta menos porque enseña mis arrugas, yo no quiero hacer mucha televisión, porque yo de la cintura para abajo pierdo mucho y de la cintura para arriba (pierdo) mucho más”, señala y suelta una carcajada.

‘He sido muy golfo’

Con tantos años en los escenarios Julio tiene mucho que contar: ya está escribiendo sus mejorías, pero ojo, dice no a las series de TV.

“Que no la cuenten (mi historia) por ahora que estoy vivito y coleando, mejor dentro de cien años ¡no me jodas! no, no, no estoy de acuerdo yo con eso, porque van a ver lo golfo que era, que eso lo descubran con el paso de los años.

“He sido muy golfo, he disimulado mucho, pero he sido muy golfo, muy golfo. Que mi vida la cuenten dentro de cien años para que cuando me quieran levantar de la tumba ya esté hecho una mierd…”.

Pero ahora se dice que está muy establecido con su esposa Miranda Rijnsburger, con quien tiene cinco hijos.

A su mujer la llama “doña Perpetua”, porque ya completó 26 años a su lado.

“He tenido amores, sí, muchos, muchos gracias a Dios, porque teniendo los amores que he tenido, he aprendido a querer cada día más a las mujeres.

“A la que más quiero es a la que tengo ahora, no tengo otra. La tengo por 26 años, yo la llamo ‘doña Perpetua’ porque está todo el día conmigo, la amo más que a mí mismo, la adoro, es una compañera bella y es generosa”.

¿Descansar? ¿qué es eso?

Siendo un cantante que ha cantado desde España y hasta China, es lógico pensar que ya está cansado.

Sin embargo, esa palabra no la conoce Julio pues, si no hace nada, dice, se aburre.

“No conozco la palabra descansar, para mí descansar es estar en estado de estupidez, yo no descanso, cuando estoy descansando me pego una tortilla en la cara para decir: ‘Julio, te estas aburriendo’ y no me gusta aburrirme, de verdad, ya me tocará tiempo para aburrirme”.