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El presidente Barack Obama no está muy contento con el fallo de la Corte Suprema, referente a la provisión que dejó en la ley SB1070 de Arizona.
El presidente Barack Obama no está muy contento con el fallo de la Corte Suprema, referente a la provisión que dejó en la ley SB1070 de Arizona.
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WASHINGTON El presidente Barack Obama dijo sentirse complacido de que la Corte Suprema derogara el lunes de esta semana partes cruciales de la ley de Arizona para controlar la inmigración, pero expresó su preocupación por la cláusula que el máximo tribunal dejó intacta.

La corte autorizó una cláusula que requiere que la Policía revise el estatus migratorio de alguien que detenga por otro motivo y del que sospeche se encuentre en el país sin autorización.

“Ningún estadounidense debe vivir jamás bajo una nube de sospecha sólo por su aspecto”, afirmó Obama. Agregó que la Policía en Arizona no debería implementar esa cláusula de una forma que socave los derechos civiles.

La Corte dio a conocer su decisión días después de que el gobierno federal emitió una directriz que protege de ser deportados a cientos de miles de inmigrantes jóvenes que ingresaron sin autorización a Estados Unidos junto con sus padres, cuando los primeros eran niños.

Obama aprovechó la decisión del máximo tribunal el lunes para presionar al Congreso a que actúe en torno a una reforma más amplia de las leyes de inmigración y para que respalde su medida de enfocarse más bien en deportar a los delincuentes.

“Trabajaré con quienquiera en el Congreso que esté dispuesto a lograr avances en una reforma migratoria amplia que atienda nuestras necesidades económicas y de seguridad y mantenga nuestra tradición como una nación de leyes y una nación de inmigrantes”, afirmó en un comunicado antes de partir en un viaje de dos días para hacer campaña y recaudar fondos.

La decisión mantiene el tema de la inmigración como uno de alto perfil y le da a Obama una ventana más para impulsar su posición ante los votantes hispanos a los que les importa este tema.

El mandatario ganó dos terceras partes de los sufragios latinos en 2008 y encuestas recientes mostraron que tiene una amplia ventaja sobre su rival republicano Mitt Romney entre ese bloque electoral.