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Supervisores de OC aprueban ampliar el número de detenidos federales de inmigración

"¡Qué vergüenza!, ¡Qué vergüenza!" gritaron los defensores de la comunidad inmigrante por el voto de los cinco integrantes de la Junta de Supervisores, a pesar de las críticas sobre la cárcel de Theo Lacy, donde un reporte federal encontró s graves condiciones y servicios insatisfactorias, incluyendo duchas enmohecidas, desechos en las celdas y teléfonos inoperables.
“¡Qué vergüenza!, ¡Qué vergüenza!” gritaron los defensores de la comunidad inmigrante por el voto de los cinco integrantes de la Junta de Supervisores, a pesar de las críticas sobre la cárcel de Theo Lacy, donde un reporte federal encontró s graves condiciones y servicios insatisfactorias, incluyendo duchas enmohecidas, desechos en las celdas y teléfonos inoperables.
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“Un paso en la dirección correcta”, dice la Sheriff Sandra Hutchens; “¡Qué vergüenza!” gritan defensores de la comunidad inmigrante

En menos de un minuto de discusión y después de más de una hora y media de testimonios la Junta de Supervisores del Condado de Orange aprobó de forma unánime, 5-0, la ampliación del número de detenidos federales de inmigración.

“Es un paso en la dirección correcta”, dijo Sheriff del Condado de Orange a Excélsior. “Nosotros no aplicamos las leyes de inmigración; no es nuestro deseo ni nuestro trabajo”.

La decisión compensaría más de la mitad de la capacidad de la Agencia de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE) que se perdió cuando el cabildo de Santa Ana logró declararse Ciudad Santuario y la agencia decidió cancelar su contrato de la cárcel de esta ciudad.

Conocida la decisión, los defensores de los inmigrantes se levantaron de sus asientos y gritaron en repetidas ocasiones “¡Qué vergüenza! ¡Qué vergüenza!” a los supervisores. Se llamó a un receso y alguaciles sacaron a todos.

“Es una tragedia lo que han hecho”, comentó el reverendo Kent Doss, de la Iglesia Tapestry Unitarian Universalist de Lake Forest. “Ceo que los supervisores están desinformados de lo que sucede adentro de la cárcel Theo Lacy; estoy sorprendido porque esperaba un rechazo unánime”.

Tras la reunión pública del martes, al Departamento del Sheriff se le permitirá tener 120 detenidos de inmigración más, aumentando la capacidad máxima de los detenidos de ICE en las cárceles del condado de 838 a 958.

De esta forma, el condado de Orange será el único de California cuyos agentes realicen labores como oficiales de inmigración, a través del programa 287 (g).

Hutchens también había solicitado al fiscal de la nación, Jeff Sessions, que le permitiera que su departamento honrara las retenciones de inmigración.

“Es inaudito que tanto ICE como la Junta de Supervisores hayan considerado la expansión del número de detenidos en [la cárcel] Theo Lacy”, expuso Zoe Cohen, de Santa Ana, “Las condiciones ahí presentan serias amenazas de vida o muerte”.

Según Detention Watch Network, la cárcel de Theo Lacy en la ciudad de Orange ha sido catalogada como uno de los peores 10 centros de detención de inmigración en Estados Unidos.

Por las condiciones del lugar, inmigrantes detenidos se han declarado en huelga de hambre en dos ocasiones.

“Conocí en esa cárcel a Flavio F.  un inmigrante salvadoreño que prefirió auto deportarse que seguir dentro esa cárcel”, dijo a Excélsior, Felicity Figueroa, residente de Irvine. “No aguantó los abusos inhumanos y prefirió dejar aquí a su esposa y a sus hijos”.

La oposición de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) también fue en vano.

“Estamos decepcionados que los supervisores hayan mostrado una falta total de compromiso con la comunidad [inmigrante]”, expresó Jennifer Rojas. representante de enlace comunitario y abogacía de políticas de ACLU. “Por seguro que han quebrantado la confianza y la seguridad pública por su colaboración con ICE”.

Aunque decenas de residentes demandaron que el condado de Orange se aparte del “negocio” de arrestar, encarcelar y deportar a inmigrantes documentados e indocumentados.

“Desafortunadamente han traicionado a la comunidad”, opinó Robert Carlos Herrera, organizador de OC Resilience, la organización de jóvenes que logró cambiar el curso de la historia en Santa Ana. “Tomaron un paso malo, y ahora nos queda trabajar para lograr que otras ciudades como Anaheim, Garden Grove y Westminster también se declaren ciudades santuario”.