Skip to content
AuthorAuthor
PUBLISHED: | UPDATED:

LOS ANGELES.- Limpiadores de oficinas, restaurantes y otras instalaciones del sector privado en el sur y norte de California aprobaron el lunes un nuevo contrato colectivo que incluye un aumento de salario, prestaciones para inmigrantes y protecciones contra abuso y hostigamiento sexual.

El nuevo contrato cubre a unos 8.000 trabajadores en el área de la bahía, en el norte del estado, y a menos de 10.000 trabajadores en Los Ángeles y el condado de Orange, en el sur de California, la mayoría de ellos hispanos, inmigrantes y mujeres, de acuerdo con el Sindicato Internacional de Empleados de Servicio-USWW.

Refugio Mata, portavoz del gremio, dijo que la mayoría de los trabajadores votó en favor del acuerdo preliminar logrado el domingo por la mañana, un día después de que expirase el contrario anterior.

Mata agregó que no tenía detalles del conteo final porque todavía estaban trabajando en los resultados.

En Los Ángeles y el condado de Orange, en el sur del estado, el aumento será de 2,45 dólares por hora en cuatro años y 2,35 dólares por hora en el mismo período, respectivamente, de acuerdo con el sindicato. Así, algunos trabajadores de Los Ángeles ganarán 16,50 y 17,70 dólares en cuatro años, mientras que un trabajador en Orange ganará 13,45 dólares en el 2019.

El costo del seguro de salud quedará invariable para los trabajadores, los inmigrantes con permiso de trabajo gozarán de una extensión de hasta un año en caso de que sus permisos de trabajo expiren y los beneficiarios de las órdenes ejecutivas del presidente Barack Obama relativas a la inmigración gozarán de protecciones adicionales, de acuerdo con el sindicato.

En Los Ángeles, trabajadores como Noris Fernández votaron durante el día en la sede del gremio, al sur del centro de la ciudad.

“Me hubiera gustado conseguir un salario más alto pero, sinceramente, no queríamos irnos a la huelga”, dijo la limpiadora de oficinas al explicar su voto en favor del contrato.

Dick Davis, negociador principal de las empresas de servicio, dijo estar satisfecho con el nuevo contrato.

“Los resultados de las votaciones parecen decir que los limpiadores parecen estar muy contentos con el contrato”, dijo Davis, quien también fue el negociador principal de las negociaciones entre limpiadores y contratistas en el 2000.

“Siento que ofrecimos mucho, pero ¿cuánto vale el precio de la paz con los obreros? Me siento como en cualquier otra negociación, con la misma culpabilidad que siente un comprador después de comprar algo y dice, ‘quizás pagué mucho”’, agregó.

Las empresas investigarán inmediatamente las quejas de abuso y proposiciones sexuales y ciertos casos serán referidos a las autoridades, agregó Huerta.

Estas protecciones representan un gran logro para el gremio porque la mayoría de los limpiadores son inmigrantes hispanas y muchas carecen de autorización legal para vivir en el país, agregó el dirigente sindical.

“Ahora si me vuelven a tocar, me quejo. Ahora no me voy a dejar”, dijo Rosa Beltetón, quien dijo haber sufrido tocamientos indeseados de un compañero de trabajo, pero que no se quejó porque le dio pena que se fuera a quedar sin trabajo y su esposa estaba embarazada.

Muchas trabajadoras dicen sufrir abusos y proposiciones sexuales durante sus jornadas de trabajo, generalmente por las noches, cuando las oficinas y negocios están cerrados y vacíos.

El gremio logró el contrato después de que el gobierno estatal aprobara una ley para aumentar el salario mínimo en 15 dólares por hora en los próximos seis años. El gremio dijo que los contratistas usaron al aumento estatal como excusa para no aumentar el salario, mientras que Davis dijo que el incremento estatal les dejó menos opciones para negociar.

El aumento estatal, a su vez, forma parte resultado de la estrategia del gremio, que promovió una iniciativa de ley para este efecto.

El contrato deriva de los logros de la campaña Justice for Janitors (Justicia para los limpiadores), a través de la cual lo trabajadores consiguieron un aumento salarial y otros beneficios en el 2000, tras presionar a sus empleadores con una huelga que recibió apoyo nacional.