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    Este artículo publicado en el Register en 1986, muestra a Edward Barrios, ahora de 51 años, que está sirviendo dos sentencias consecutivas de 25 años a toda la vida en prisión por un robo que resultó en la muerte de dos mujeres en Anaheim.

  • Elizabeth Schafer, también conocida como 'Bee Lady' (Señora abeja).

    Elizabeth Schafer, también conocida como 'Bee Lady' (Señora abeja).

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El fiscal del distrito se opuso a liberar a Edward Barrios, que en 1983 fue acusado de invasión de hogar y robo, lo que resultó en la muerte de una madre y su hija en Anaheim


En una audiencia el jueves de la semana pasada, se negó la liberación en libertad condicional a un preso que orquestó en 1983 la invasión y robo de una casa-habitación en Anaheim, dejando a una anciana y a su hija muriendo lentamente por asfixia después de haberlas atado y amordazado, en un crimen que le dio como resultado 75 dólares.

La Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Orange se opuso a la liberación de Edward Barrios, de 51 años, quien está cumpliendo dos sentencias concurrentes de 25 años a toda la vida, en una audiencia ante la Sala de Audiencias de Libertad Condicional del Departamento de Corrección y Rehabilitación de California, en la prisión estatal de Solano en Vacaville.

Barrios fue condenado en 1986 después de declararse culpable de dos cargos de asesinato en primer grado, dos cargos de robo y un cargo de robo a casa habitación -delitos que cobraron la vida de Elizabeth Schafer, de 96 años, y Alice Schafer, de 69.

Elizabeth Schafer fue conocida como la “Bee Lady of Anaheim”, o “Dama de las Abejas de Anaheim”, porque tenía colmenas y vendía miel, así como aguacate, en un local en la calle de enfrente de su casa, ubicada en la cuadra 1500 de West Anaheim. Algunos vecinos desaprobaban esto y Schafer luchó con las autoridades municipales para mantener su negocio de la miel en pie.

El vicefiscal de Distrito, Israel Claustro, se presentó en la audiencia del jueves para oponerse a la libertad condicional de Barrios, mencionando la falta de perspicacia por parte de Barrios en los crímenes que cometió, su negativa a someterse a formación profesional, y la creencia del fiscal de Distrito de que él representa todavía una amenaza para la seguridad pública.

En un comunicado de prensa, el fiscal de Distrito dijo que Barrios sigue siendo una amenaza, porque “no ha aprendido a identificar o reconocer las señales tempranas de advertencia de su histórica inestabilidad en su estado de ánimo, o por sus problemas al estar fuera de un ambiente estructurado.”

Desde su última audiencia de libertad condicional en 2009, Barrios ha incurrido en dos violaciones a las reglas de la prisión: destrucción de la propiedad estatal y estar fuera de límites, además de las reglas de las siete violaciones que ya tenía en su archivo en prisión, dijeron los fiscales.

“Esto demuestra que el recluso no puede seguir las reglas, incluso en un ambiente estructurado”, dijo el fiscal de Distrito en un comunicado de prensa.

La nieta y sobrina de las víctimas presentaron una carta a la Junta para oponerse a la libertad condicional de Barrios.

En su carta, ella escribió: “Con demasiada frecuencia, las personas actúan sin pensar y después se disculpan por lo que hicieron. Bueno, no importa cuánto quizás lo sienta Barrios, ninguna cantidad de dolor traerá de vuelta a mi querida abuela o a mi tía, ni tampoco cambiará la forma en que nuestras vidas cambiaron para siempre por sus acciones ese día.”

Los dos hijos de Elizabeth Schafer, así como otros miembros de la familia Schafer, se han mantenido en oposición a la libertad condicional de Barrios al escribir cartas en el pasado, según la oficina del fiscal de Distrito.

Patty García, sobrina de Barrios, dijo que su familia estaba decepcionada con el resultado de la audiencia para libertad condicional.

“Era un hombre joven que se perdió en sí mismo y cometió un error que le costó la vida”, escribió García en un correo electrónico. “Él es un hombre bueno. He estado muy involucrada en la vida de mi tío, he ido a visitarlo, le escribo cartas y le hablo por teléfono.

“Rezo todos los días por su liberación y lo estoy dejando en manos de Dios para determinar su fe. En mis ojos y en los de mi familia, él es nuestro tío y nuestro hermano, y nunca vamos a dejar de amarlo.”

Una semana antes de la invasión y robo a casa, el 17 de agosto de 1983, Barrios, de 21 años, planeó el crimen junto a otros dos jóvenes acusados, según los fiscales.

Barrios y los coacusados irrumpieron en la casa de Schafer después de cortar el cable de teléfono exterior, para evitar que las víctimas llamaran a la policía, y se pusieron medias y máscaras sobre el rostro para ocultar su identidad, de acuerdo con el comunicado de prensa.

Ambas mujeres tenían calcetines metidos en su boca y estaban boca abajo en una cama. El trabajo de Barrios era vigilar a las mujeres, mientras que Francisco Ulloa y Oscar Torres, ambos de 17 años, saqueaban la casa.

Los tres amigos se dieron a la fuga con sólo 75 dólares, dejando a las víctimas que se asfixiaran lentamente. Robert Schafer, el hijo de Isabel Schafer, descubrió los cuerpos a la mañana siguiente, cuando él llegó a la casa para preparar el desayuno de su madre y hermana.

Barrios, Ulloa y Torres fueron vinculados con el crimen a través de amigos que acudieron a la policía. Ulloa y Torres fueron condenados y enviados a California Youth Authority, o Autoridad Juvenil de California, hasta los 25 años, según un abogado defensor entrevistado aquél entonces por el Orange County Register.

Debido a que Torres y Ulloa eran menores de 18 años en el momento de los asesinatos, Barrios fue el único acusado que enfrenta la pena de muerte por el delito. Pero un tribunal de apelación dictaminó que la fiscalía no podría solicitar la pena de muerte contra él, porque los asesinatos no fueron intencionales.

Los fiscales creen que Barrios y los otros dos no creían que amordazar a las mujeres las iba a matar.

Barrios dijo a los investigadores que los 75 dólares fueron “un poco de dinero para la fiesta”, según un artículo sobre su sentencia que apareció en el Register.

En la audiencia de 1986, Barrios dijo al juez del Tribunal Superior, James Smith: “Lo siento, me duele esa gente, me perdí por un tiempo en mi vida, me gustaría recuperar mi vida juntos de nuevo…”.

Smith señaló que Barrios tenía un récord académico impresionantemente alto en la escuela y que su familia era un “pilar de la comunidad”.

El dijo que si los trágicos acontecimientos del 17 de agosto de 1983 nunca hubieran sucedido, Barrios podría haber sido un modelo a seguir para “todos nuestros hijos e hijas”.

Barrios será elegible nuevamente para libertad condicional en 2015.