La masiva expansión de la cárcel de Indio en el condado de Riverside —promocionada como la solución clave para disminuir las liberaciones anticipadas de los reclusos— tiene hasta un año de retraso, y un precio que sigue creciendo por los millones de dólares.
A pesar de las previsiones iniciales de que el trabajo en el Centro de Detención East County comenzaría en la primavera del 2014 y terminaría a finales del 2016, la expansión aún no ha dado inicio. Los funcionarios del condado insisten en que han hecho todo lo posible para avanzar con el proyecto de la cárcel en Indio.
Informaron que la oficina del jefe de bomberos del estado tiene que dar su firma de aprobación antes de poder iniciar la construcción.
Pero un portavoz del jefe de bomberos estuvo en desacuerdo con tal declaración, y agregó que el condado ha retirado los planos en repetidas ocasiones, para después volver a presentarlos, lo que retrasa el proceso de aprobación. Los dibujos presentados en el 2013 eran “extremadamente incompletos y preliminares, en el mejor de los casos”, explicó Steve Guarino, jefe en la Oficina del Jefe de Bomberos del Estado de California en Sacramento.
Las autoridades de la Oficina del Jefe de Bomberos y del condado acordaron reunirse el 3 de febrero para discutir el proyecto. El condado está ansioso en avanzar con el proyecto de la cárcel, dijo la presidente de la Junta de Supervisores, Marion Ashley.
“Cada retraso nos está costando más dinero y más tiempo”, reconoció Ashley.
La necesidad de más camas en la cárcel es urgente en el condado de Riverside, que cuenta con 3,906 camas repartidas en cinco cárceles. Las autoridades del Alguacil han dicho que se necesitarán 4,000 camas más para el 2020, y 13,500 más serán necesarias para el año 2050 a medida que aumenta la población del condado.
El condado no cuenta con camas suficientes para los reclusos que se encuentran actualmente en las cárceles. Sumando a la presión, las autoridades explican que es la realineación de seguridad pública lo que coloca a los delincuentes de delitos menores en las cárceles del condado en lugar de las prisiones estatales.
El condado de Riverside está bajo una orden de larga data del tribunal federal para aliviar la sobrepoblación de las cárceles, por lo que algunos reclusos se liberan antes de terminar sus condenas cuando no hay suficientes camas. Casi 11,000 reclusos fueron puestos en libertad a principios del 2014 en comparación con aproximadamente 7,000 en el 2012.
Las autoridades del área estaban muy entusiasmados hace tres años cuando el estado otorgó al condado de Riverside $100 millones para la construcción de la cárcel.
Ese dinero fue designado inmediatamente a la cárcel de Indio, una instalación de 353 camas que se remota a la década de 1950. La decisión se consideró como la mejor opción y la oportunidad más rápida para aumentar el número de camas.
Los planos incluyen la adición de más de 1,200 camas en la cárcel de Indio.
El resultado sería una instalación con 1,600 camas, adyacente a las salas del tribunal y con espacio para aulas y otras adiciones modernas. La emisión de bonos complementarán los fondos del estado para cubrir el costo del proyecto, el cual las autoridades indican que tendrá un costo de operaciones al año de casi de $40 millones de dólares, una vez que esté abierto.
A pesar de los retrasos en la construcción, el condado no corre el riesgo de perder la subvención estatal, según H.D. Palmer, portavoz del Departamento de Finanzas de California.
En el 2012, las autoridades del condado informaron que la cárcel costaría $237 millones y estaría lista para inaugurarse en octubre o noviembre del 2016.
A finales del 2013, el precio había aumentado a $267 millones cuando las dimensiones del proyecto pasaron de 458,000 a 506,000 pies cuadrados, y se agregaron 26 camas a los planos.
Pero el precio final no se conocerá hasta que el condado firme un contrato para la construcción de la cárcel.
El asistente del Alguacil, Jerry Gutiérrez, quien supervisa las cárceles, dijo que su departamento siempre ha continuado con sus operaciones bajo el supuesto de que la construcción terminará en el 2017.
El departamento está contratando agentes de prisiones y demás personal para administrar la cárcel, y el condado está reuniendo fondos para pagar sus honorarios.
El costo de la cárcel incluye más que tan sólo el edificio.
Para dar cabida a la cárcel más grande, el condado tuvo que demoler un edificio de oficinas utilizado por los abogados de la fiscalía, defensoría pública y otras oficinas, y construir un edificio nuevo para dichas oficinas en Indio.
El contiguo, Centro de Justicia Larson obtuvo dos salas de tribunal nuevas, y el centro de operaciones en casos de emergencias se trasladó del edificio demolido a una antigua estación del Alguacil. Además, el condado construyó un estacionamiento cerca de la cárcel.
Con esos proyectos adicionales, el condado gastará más de $300 millones en la expansión de la cárcel y los demás proyectos relacionados.
El condado y el jefe de bomberos del estado tienen explicaciones distintas de por qué el proceso de aprobación está tomando tanto tiempo.
Guarino, portavoz del jefe de bomberos, dijo que su agencia está “orientada al servicio al cliente”, y se aprobó que los miembros del personal trabajaran en horario extraordinario para revisar los planos de la cárcel.
En varias ocasiones, el condado de Riverside ha retirado los planos para después volver a presentarlos, explicó Guarino, quien agregó que su agencia ha esperado aproximadamente siete meses por una respuesta del condado.
Van Wagenen dijo que no quería empezar en un juego de ‘nombrar culpables’ con el jefe de bomberos. El proceso adjunto a la subvención de 100 millones de dólares requiere que el condado presente planos en distintas etapas, indicó.
Ashley y Guarino ven con optimismo la reunión del 3 de febrero donde esperan se otorgue la aprobación de los planos y la autorización para iniciar la construcción.
“Estamos dispuestos a ayudar en todo lo que podamos, dentro de nuestra competencia, para que el condado logre llevar a cabo sus planes”, concluyó Guarino.
