Skip to content
Nora Méndez, quien es la actual directora de la Corporación de Vivienda Comunitaria del Condado de Orange y sus hijas, Jessica y la pequeñita Chloe.
Nora Méndez, quien es la actual directora de la Corporación de Vivienda Comunitaria del Condado de Orange y sus hijas, Jessica y la pequeñita Chloe.
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

La directora de la Corporación de Vivienda Comunitaria del Condado de Orange es reconocida por su contribución a la comunidad latina

Nora Méndez es una mujer que no hace una apología de la pobreza, pero sí una fuerte defensa de la educación y las ganas de triunfar en la vida.

Por su contribución al desarrollo pleno de los más necesitados de una vivienda asequible, ella, que fue integrante de la clase 1999, fue seleccionada, junto con otros cuatro ex estudiantes para ingresar al Salón de la Fama de la Fundación Santa Ana College: Elizabeth L. Aitken (clase 1962), Steven L. Craig, (clase 1975), Jack W. DeWit, (clase 1963) Denise S. Spooner (clase 1979).

“Me siento muy honrada al recibir este premio”, dijo Méndez, durante la ceremonia que se llevó a cabo en el Phillips Hall de SAC. “Demuestra que los esfuerzos que hice cuando trabajaba y estudiaba valieron la pena”.

Para Méndez, los sueños de ser alguien en la vida se hicieron realidad. Ella no quería trabajar tan duro como su madre Zenaida Barajas, quien falleció el año pasado e hizo trabajos como empleada doméstica cuando emigró en los años 80 a Estados Unidos y ahorraba dinero para después traer a sus nueve hijos a este país.

“No entiendo por qué tienes que ir a la universidad, después de todo, tarde o temprano te vas a casar y ser una ama de casa”, fueron las palabras que en algún momento le dijo su madre a Nora.

Nora nació en un ranchito llamado Hacienda de Higueras, cercano a Tecalitlán, Jalisco. Era la más pequeña de los nueve hermanos.

Después de que su padre murió cuando ella tenía un año de edad, dejando a la familia sin dinero y muchas deudas, su madre trabajaba largas horas lavando y planchando ropa mientras sus hermanos mayores salían de la escuela secundaria para trabajar en los campos para ayudar a alimentar a la gran familia.

“Mi mamá siempre fue mi inspiración para triunfar”, dijo a Excélsior. “Ella era una mujer tradicional e imagino que aquellas palabras eran parte de su forma de pensar, que la mujer se casa y se dedica solamente al hogar; quizás fue lo que vio en su mundo, pero yo le decía, qué tal si mi marido se muere y me quedo sola para mantener a la familia”.

Durante los últimos 62 años, Santa Ana College ha honrado a más de 180 destacados alumnos que representan todos los ámbitos de la vida.

El Salón de la Fama formal de los Alumnos se desarrolló en 1991, con una ceremonia bienal para honrar a los indomados ex estudiantes que han obtenido la distinción documentada y el logro a través de esfuerzos profesionales desde que dejaron el Colegio de Santa Ana.

AYUDA AL  VECINO NECESITADO

Nora Méndez perseveró y se convirtió en la primera integrante de su familia en recibir un diploma de escuela preparatoria; obtuvo una licenciatura en servicios humanos de la Universidad Estatal de California, Fullerton (CSUF). Esto fue todo un logro, teniendo en cuenta que su madre y su padre sólo terminaron el primer grado de primaria.

También enfrentó desafíos significativos al crecer en una zona peligrosa y de bajos ingresos en Santa Ana que estaba llena de delitos y drogas.

En su camino a la escuela, ella recordó que tenía que caminar frente a la tienda de licores que era un lugar frecuentado por pandilleros y traficantes de drogas.

Sin embargo, pese a todos los obstáculos forjó un porvenir brillante, el cual la llevó a vivir en viviendas nuevas construidas por la Corporación de Vivienda Comunitaria del Condado de Orange (OCCHC), la organización sin fines de lucro que derribó la tienda de licores para construir apartamentos y de la cual es ahora su directora ejecutiva.

“Trabajamos incansablemente por dotar de una vivienda digna y asequible para la gente pobre”, dijo. “Entre agosto y septiembre próximo inauguraremos en la ciudad de Irvine, un total de 84 viviendas para los más necesitados”.