El comisionado de la NFL Roger Goodell no respondió si se encuentra optimista acerca de que San Diego y Oakland podrán conservar sus equipos. Por su parte, el dueño de los Colts de Indianápolis, Jim Irsay, consideró prácticamente un hecho la mudanza de Chargers y Raiders.
Dean Spanos, propietario de los Chargers, y Mark Davis, de los Raiders, no se pronunciaron durante la reunión de dueños de la NFL.
Y Goodell no reveló detalles, un día después de que funcionarios del condado y de la ciudad de Oakland accedieron a abrir las negociaciones con un grupo de inversionistas acerca de un plan por 1.300 millones de dólares para construir un estadio ahí.
“Como saben, estos asuntos han continuado por un tiempo desagradablemente largo”, dijo Goodell. “Los retos de construir estadios son algo en lo que hemos trabajado muy duro. No hemos alcanzado grandes progresos en Oakland y San Diego. Pensamos que no hay una propuesta de estadio sobre la mesa que atienda los temas de largo plazo de los clubes y las comunidades”.
El 15 de enero vence un plazo para que los Chargers decidan si se unen a los Rams en Los Ángeles, como parte de un acuerdo alcanzado hace casi un año. En esas fechas, los dueños aprobaron que los Rams se marcharan de San Luis.
Una propuesta de los Chargers, que solicitaba 1.500 millones de dólares para financiar un nuevo y céntrico estadio mediante un alza a los impuestos hoteleros fue derrotada por un amplio margen en las elecciones del mes pasado.
Este año, Davis se dijo comprometido a que los Raiders se mudarían hacia Las Vegas, donde se ha aprobado un proyecto por 1.900 millones de dólares para edificar un estadio.
Los Raiders tendrán desde el final de la temporada hasta el 15 de febrero para solicitar su reubicación.
Irsay no ofreció declaraciones muy alentadoras para los fanáticos de San Diego y Oakland.
“Pienso que en este momento no hay realmente motivos de optimismo en los mercados de los Chargers y los Raiders”, indicó Irsay. “Veremos qué ocurre. En este final de año, esta es la situación que vemos”.
Irsay consideró que sería “infructuoso” ampliar el plazo que enfrentan los Chargers para decidir si emigran a Los Ángeles. Sugirió que Spanos y y el dueño de los Rams, Stan Kroenke, podrían llegar a un acuerdo para compartir el nuevo estadio en Inglewood.
“Saben que este proceso se ha desarrollado durante mucho, mucho tiempo en San Diego”, dijo Irsay. “Dean necesitará tomar una decisión sobre lo que sea mejor para los Chargers. Sé que como dueños, todos sentimos que Los Ángeles podría soportar dos equipos, sin duda”.
Goodell aseguró que la NFL seguía comprometida con mantener a los equipos en sus respectivas ciudades, un tema en el que enfatizó ante el alcalde de San Diego, Kevin Foulconer.
“Pero a fin de cuentas, la comunidad es la que decide”, agregó el comisionado. “Hemos trabajado a fin de que esto se aprobara en el referéndum. Y seguiremos trabajando con los funcionarios locales… quienes tendrán que determinar qué es lo que quieren hacer en la comunidad”.
