Con el corazón a flor de piel, e impregnados de orgullo, cientos de residentes del Inland Empire celebraron durante el fin de semana pasado, el 207 Aniversario de la Independencia de México, con magnos eventos en varias ciudades y planteles educativos.
Las primeras arengas del tradicional Grito de Independencia se escucharon el viernes, 15 de septiembre por la mañana, en la escuela Norton Science and Language Academy, de San Bernardino, en donde el cónsul general de México Salomón Rosas Ramírez hizo un llamado a los padres de familia a continuar enseñando la bella cultura y tradición a sus hijos.
Rosas Ramírez estuvo acompañado del cónsul general de Guatemala en San Bernardino, Billy Muñoz, quien se comprometió a seguir trabajando por los más de 40,000 guatemaltecos radicados en la región mientras coopera muy de cerca con la comunidad mexicana.
La ceremonia protocolar incluyó la presentación de ambas banderas con sus respectivos himnos nacionales. Acto seguido, ambos representantes de gobierno realizaron su propio grito. Guatemala, al igual que Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador, celebran la independencia el 15 de septiembre, mientras que México lo celebra el 16 de septiembre.
En el segmento cultural se pudo apreciar una pasarela de arte y tradiciones al ritmo del famoso y tradicional Huapango de Moncayo, considerado por muchos mexicanos como el segundo himno nacional. Los estudiantes, a cargo de la maestra Cecilia Dolan, ejecutaron una colorida pasarela ataviados con trajes de diferentes estados de México, incluyendo Veracruz, Yucatán, Morelos, Michoacán, Jalisco, y Sonora, entre otros, sin faltar la danza Azteca.
Esa misma noche, cientos de residentes se congregaron en el Colegio de Moreno Valley para rendir tributo a los héroes de la Independencia. Antes de que Rosas Ramírez diera las campanadas, emulando el acto del cura Miguel Hidalgo y Costilla, se rindió un minuto de silencio a las víctimas del terremoto en Oaxaca y Chiapas y a las víctimas de los huracanes Harvey e Irma.
Acto seguido, Rosas Ramírez ejecutó las arengas que rinden honor a los héroes para después ondear la bandera mexicana en todo lo alto.
El evento estuvo amenizado por el veterano locutor Humberto Luna y contó con la participación del cantante Juan Salazar, el grupo folclórico de Moreno Valley, Erazno del show de radio Erazno y la Chokolata, y Helen Ochoa, entre varios otros. Las voces fueron acompañadas por el Mariachi Alma de México, el cual transportó a los asistentes a su terruño amado y entrañable.
La celebración continuó el sábado por la mañana en la ciudad de Fontana, en donde se llevó a cabo el Grito durante una competencia de barbecue. Ahí, Rosas Ramírez, acompañado de la Asambleísta Eloise Reyes y la alcaldesa Acquanetta Warren, prometió seguir trabajando con líderes locales en pos de la comunidad mexicana.
La celebración se politizó cuando Warren respondió que el trabajo en conjunto protegerá la acción administrativa DACA, a la cual apoya y defiende ya que la decisión del presidente Donald Trump de rescindirla afecta a todos. Cabe señalar que en el 2010 Warren dijo que los inmigrantes indocumentados les robaban trabajos a los ciudadanos afroamericanos. Tal comentario fue hecho cuando Warren buscaba el escaño a la Asamblea Estatal.
Warren, republicana, en su momento apoyó la discriminatoria ley 287g, y hace poco se le vio codeándose y bromeando con Trump.
El evento contó con la participación del mariachi juvenil Corona de Ángeles, y el grupo de baile Heart and Soul, conformado de mujeres de la tercera edad que pusieron ritmo al día.
El domingo por la noche, cerca de 30,000 personas celebraron el Grito en la ciudad de Coachella junto al cantante Lupillo Rivera, Banda Rancho Viejo, Grupo H-100, Nano Machado, y Cheyo Carrillo, entre otros.
Así, entre muestras de patriotismo y amor a la nación, miles de mexicanos celebraron la Independencia de México de la Nueva España, la cual comenzó un 16 de septiembre de 1810 alrededor de las 5:00 a.m. cuando el cura Hidalgo ordenó al campanero con el mote de el ‘cojo’ Galván, a que congregara a los feligreses para luego rendir su histórico discurso que terminaría con las históricas arengas: “¡Viva la Independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el Mal Gobierno!”.
