En Estados Unidos, la muerte no necesita visa. En esta fecha, la comunidad mexicana expresa con entusiasmo y color, su compleja relación con esta etapa de la vida, y es que para los mexicanos, vida y muerte, forman parte de un mismo proceso.
Los mexicanos tienen muchos nombres para la muerte. Le dicen la huesuda, la jefa, la parca, la Catrina. Independientemente de que nombre se le de, los mexicanos se la han traído con ellos y en Estados Unidos, paulatinamente, esta tradición, ha empezado a convivir con el Halloween norteamericano.
En esta convivencia cultural no hay disputa. Las brujas y los monstruos por un lado y los muertos, con sus Catrinas, sus altares y cempaxúchitl por el otro.
Esta tradición, que ha viajado miles de kilómetros en algunos casos, desde Michoacán, Jalisco o Oaxaca, se ha arraigado en estas tierras californianas y aquí son cada vez más los jóvenes, hijos de estos inmigrantes, que han encontrado en sus raíces, una forma de expresión cultural.
A lo largo de los condados de Riverside, San Bernardino, Orange y Los Ángeles hay numerosas celebraciones y hasta los grandes parques temáticos, como Disneylandia, han colocado enormes catrinas y altares, para dar seguimiento a esta nueva tradición norteamericana.
Y es que al igual que los grupos migrantes se van fundiendo en la sociedad norteamericana, lo mismo ocurre con sus tradiciones, por eso en este país lo mismo se celebra el Día de San Patricio, de los irlandeses, que el Ramadán de los musulmanes, o el Sabbat de los judíos. Hoy el Día de Muertos es una celebración mexicana que también ha cruzado las fronteras.
Aunque las primeras catrinas fueron pintadas por el célebre Guadalupe Posada, originario de Aguascalientes y publicadas en 1913, fue Diego Rivera quien al plasmarlas en sus murales, la convirtió en uno de los símbolos mas reconocidos de esta festividad, en la que los vivos honran a los muertos.
Posada caricaturista e ilustrador plasmaba la desigualdad e injusticia en México y en la sociedad porfiriana, se hizo muy famoso por sus dibujos de “calacas” en todos los niveles de la sociedad.
Actualmente, las catrinas forman parte de la variedad de disfraces que los jóvenes pueden elegir para celebrar ‘Halloween’ o Día de Muertos.
En los últimos años se ha podido observar un fuerte renacimiento de la tradición y podemos encontrar Catrinas sumamente artísticas y sofisticadas. Convertirse en una Catrina, es un arte sencillo pero que requiere de gran dedicación.
Cosme Córdova, organizador del Festival del Día de Muertos en Riverside, ya tiene todo listo para el concurso de Catrinas que se llevara a cabo este año durante el festival.
“Todas las personas se pueden inscribir, Catrinas antiguas y modernas”, dijo Córdova, “buscamos catrinas tradicionales pero únicas, que conozcan la historia y la tradición.
Para Córdova esto es fundamental: “la mayoría de la gente aun no sabe el significado pero lo quieren aprender”.
La Catrina
Ser Catrina es todo un acontecimiento en el caso de Ivonne Padrón, toda la familia participa. La ganadora del primer lugar del concurso de Catrinas en el Festival del Día de Muertos de Riverside pone mucho empeño en que todo salga bien.
Y aunque ella hace todo, tambien le ayudan su mama la señora Esthela Rodriguez, que este año le confecciono el vestido, un vestido de cola larga muy peculiar y su hermana Teresa Patrón que la ayuda con el maquillaje y los detalles.
“Una Catrina debe ser elegante y no necesariamente bonita porque está representando a la muerte y la muerte se viste de distintas formas”, dijo Padrón, residente de Riverside, “mi Catrina tiene vestido largo, estola, sombrero y un maquillaje muy característico”.
Para Patrón no se trata solo de una fiesta. “Se trata de preservar la cultura y las tradiciones, es un tributo a la muerte, a las almas en pena”.
A esta instructora de zumba originaria de la Ciudad de México está tradición la remonta a sus mejores recuerdos de la infancia, como cuando su mamá hacia altares y la llevaba al panteón en el metro o en el camión.
La Catrina es la muerte elegante, aunque a la hora de la hora no distingue entre ricos y pobres y se lleva a todos por parejo.
Fue Diego Rivera quien añadió atributos como ropa, porte y elegancia tal cual la pinto en Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central.
“Hay que usar la creatividad para personificar a una Catrina, no hay que olvidar lo que significa realmente y hay que usar aretes con diamantes, colores llamativos y un sombrero muy elegante”, dice Patrón, madre de 4 hijos de 4, 7,9 y 15 años respectivamente.
“Hay todo tipo de Catrinas, elegantes, felices, caricaturizadas”, dice entusiasmada Patrón además de que también dijo que este ano su Catrina es distinto al de años anteriores “Es tipo tridimensional, es una sorpresa”
Y aunque Ivonne dice que si le ha tenido miedo a la muerte también se divierte con ella, por eso este 2 de noviembre la honrara con sus mejores galas entre ellas un sombrero de ala ancha, un vestido largo y un caminar pausado con porte y elegancia que recuerde al de las damas de sociedad del siglo pasado.
Para representar fielmente una Catrina no puede faltar en su atuendo:
Sombrero
Estola con plumas de colores
Vestido
Guantes largos
Maquillaje nítido y elegante bien colocado
Zapatillas de tacón alto
Accesorios
Cigarrillo o pipa personalizada
Pantimedias
Encaje en el sombrero
Porte y elegancia
