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Se registraron 23 homicidios en la ciudad el año pasado, frente a los 12 en 2015, según datos obtenidos por el OC Register.
Se registraron 23 homicidios en la ciudad el año pasado, frente a los 12 en 2015, según datos obtenidos por el OC Register.
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Los homicidios en Santa Ana casi se duplicaron el año pasado cuando una serie de tiroteos impulsados por pandillas ubicaron a la segunda  ciudad más grande del condado en su nivel más alto en los últimos seis años.

Se registraron 23 homicidios en la ciudad el año pasado, frente a los 12 en 2015, según datos obtenidos por el OC Register. El aumento revirtió una tendencia de cinco años en la que los homicidios de la ciudad cayeron al número más bajo en más de dos décadas.

El aumento es notable porque el año pasado los homicidios en el resto del condado cayeron un 24 por ciento, según el Register. Este descenso se debió en gran medida a la disminución de 61 por ciento en los homicidios en Anaheim, alcanzando su nivel más bajo en la década pasada.

El capitán de la policía de Santa Ana, Anthony Bertagna, culpó de la violencia a facciones de pandillas que se encuentran en guerra.

“Continuamos enfocándonos en ciertos vecindarios en donde operan esas pandillas con acciones específicas para frenar esta violencia”, dijo Bertagna. “Pero, ¿qué causa la violencia? Nadie lo sabe. Algo sucede en su mundo que causa una erupción de tiroteos. No sabes lo que es hasta que empiezas a investigar”.

“Seguimos haciendo las mismas cosas que siempre hemos hecho”, agregó. “Buscamos puntos criticos en los datos criminales para identificar los problemas de pandillas; nos asociamos con el Fiscal de Distrito (unidad anti-pandillas), trabajamos con grupos comunitarios y religiosos y asistimos a reuniones para aprender lo que está sucediendo en el vecindario”.

Los tiroteos en Santa Ana alcanzaron su máximo punto en cinco años en enero de 2016, promediando uno por día y provocando una ráfaga de cobertura en los medios. En respuesta, el Departamento de Policía reforzó su presencia en las calles, aumentando las detenciones de miembros de pandillas, los controles de cumplimiento de la libertad condicional y el pago de horas extras de policías para intensificar la supervisión en dos áreas en donde operan dos pandillas, Townsend Street y Santa Anita.

El jefe de la policía, Carlos Rojas, dijo en diciembre que el departamento no controlaba las estadísticas de tiro de una manera que permitiera que se les proporcionara a los medios de comunicación. El sábado, actualizó su declaración, diciendo que podría ser proporcionada a petición.

El concejal José Solorio dijo que el departamento está tratando de contratar a más oficiales y quiere acelerar los esfuerzos de reclutamiento. El alcalde Miguel Pulido dijo que los números de homicidios en general han disminuido sustancialmente desde mediados de la década de 1990, cuando llegaron a casi 80 en un año. Pero dijo que está trabajando con otros funcionarios de la ciudad para aumentar los recursos para el Departamento de Policía.

“Incluso en 23, estamos muy por debajo, pero quiero bajarlo aún más”, dijo Pulido. “Hemos tenido años en los 9, 10, 11, de un solo dígito, y creo que ahí podemos llegar.”

Pulido dijo que quiere “fortalecer la unidad antipandillas y su ejecución”.

El concejal de la ciudad, José Solorio y Bertagn, culparon parcialmente a los homicidios por los cambios en las leyes estatales que dejaron a más pandilleros en la calle. Algunos investigadores advirtieron sobre esta conclusión señalando que ningún estudio académico ha hecho esa conexión.

Una oleada de violencia ha continuado este año. Cuatro personas habían sido balaceadas y asesinadas en la ciudad a partir del viernes y la mayoría de bajo sospechosa de estar relacionadas con pandillas.

Anaheim, que es más grande que Santa Ana, ha tenido cinco homicidios este año.