Ya sé que hay una idea estereotípica de que el pastel de carne es una comida aburrida y reseca, que las mamás de los 50 le hacían a sus familias. Pero ése no es necesariamente el caso.
Hacer un pastel de carne jugoso y delicioso es posible. Sólo toma un poco de creatividad. (Bueno, creatividad y algo de queso y salsa de tomate).
Cuando yo era niña, mi mamá hacía pastel de carne seguido. Siempre estaba rico pero nunca le salía exactamente igual, lo más seguro es que era porque nunca seguía una receta. Simplemente sabía hacerla y funcionaba. Las especias siempre eran un poquito diferentes. A veces le ponía salsa de tomate, otras veces le ponía salsa barbecue.
Pero una de las cosas en que siempre podía contar era en que siempre me comería un delicioso sándwich de pastel de carne al día siguiente. Tan sencillo que era, dos rebanadas de pan, mayonesa, mostaza y un pedazo de pastel de carne en medio.
En eso precisamente estaba pensando hace algunas noches mientras preparaba la cena. Ese sándwich de carne. Se me antojó el sándwich tanto, que de hecho fue mi inspiración para hacer el pastel de carne.
Decidía ser como mi mamá y cambiar la receta un poco. En lugar de sólo un pastel de carne normal, le añadí un toque italiano con perejil, mucho ajo y un poco de queso parmesano. Para terminar le puse salsa de tomate (de esa que venden en un frasco en el mercado).
Ahora me gusta la salsa de tomate y perejil de Trader Joe’s. Pero de hecho cualquier tipo de salsa de tomate funciona. Decidí mantenerlo sencillo, ya que de hecho la carne ya tenía muchos otros sabores.
Y como ya estaba haciendo el trabajo para la cena, pensé que me ahorraría algo de tiempo después y hacer la receta al doble para guardar un pastel de carne congelado y cocinarlo después.
Hay algo completamente hogareño sobre un pastel de carne. La casa huele divinamente mientras se está cocinando y claro, tiene que estar acompañado de papas molidas y unas verduras al vapor.
Me hizo pensar en algo que me pasó hace algunos años, cuando un ex había invitado a un nuevo colega del trabajo y a su esposa a cenar. Se acababan de mudar de otro estado y habían estado viviendo en un hotel en lo que se instalaban.
Le dije que les preguntara qué se les antojaba para cenar, que cocinaría lo que quisieran, la respuesta fue un pastel de carne. Sencillo y reconfortante. Sólo necesitaban algo que les recordara que pronto saldrían del hotel y estarían en un hogar una vez más.
Pastel de carne con queso parmesano
Tiempo: 1 hora, 15 minutos
Rinde: 4 porciones
Ingredientes
1 libra de carne molida de res
1/4 de vaso de perejil fresco picado
1/2 cucharada de orégano seco
3 dientes de ajo picado finamente
1/2 cebolla rallada
1 zanahoria rallada
1/2 vaso de migajas de pan
2 huevos batidos levemente
1 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta molida
3/4 de vaso de queso parmesano, dividido
1 vaso y medio de salsa de tomate, dividida
Preparación
Precaliente el horno a 350 grados. Engrase el recipiente para el horno con aceite de canola.
En un tazón grande mezcle la carne, el perejil, orégano, ajo, cebolla, zanahoria, migajas de pan, huevos, sal, pimienta y la mitad del queso parmesano.
Mezcle con sus manos. No lo mezcle demasiado porque si no, la carne se pondrá muy dura. Ponga la mezcla en el recipiente para el horno y hágalo parecer una barra de pan.
Cubra la carne con la mitad de la salsa de tomate y cocine durante unos 50 a 55 minutos. Cuando ya esté cocinado, déjelo descansar durante unos diez minutos antes de servirlo.
Para servirlo, caliente lo que le quedó de la salsa y póngalo en un plato. Luego ponga un pedazo de pastel de carne arriba de la salsa. Puede poner un poco de queso parmesano arriba.
