Bajo un cálido clima veraniego y una hermosa noche estrellada, el cantante Luis Miguel se presentó el pasado domingo 13 de septiembre en el Honda Center de la Anaheim, una de las paradas de esta gira ‘Deja Vu 2015’.
Alrededor de las 8:45 de la noche las enormes pantallas que cubrían la parte trasera del escenario se iluminaran mostrando imágenes del ídolo en diferentes etapas de su vida artística y apareciera la esbelta silueta de una hermosa corista que acompañada de un grupo de 10 músicos se encargó de darle al público pequeñas mordidas de los éxitos más conocidos de ‘Luismi’ con muy buena voz por cierto, tan buena su voz que es la única corista que acompaña al cantante durante esta gira por la unión americana
Y fue en este punto cuando el ídolo salto al escenario ante el griterío de sus fans del sexo femenino y que cabe destacar formaban una abrumadora mayoría del público ahí presente. “Que nivel de mujer”, “Tu, solo tú” y “Dame tu amor” fueron los temas que dieron principio al repertorio y forman parte del historial musical del artista que inició su carrera artística a muy temprana edad y que desde entonces es idolatrado no solo en México sino a nivel mundial.
Vestido impecablemente de traje negro, corbata del mismo color y camisa blanca, el cantante lucio en mejor forma física que en sus presentaciones anteriores. , lo cual le había valido críticas debido a su sobrepeso y es que si bien es cierto que ‘Luismi’ ya pasa de sus cuarentas, Su voz sigue intacta o aún mejor que nunca, en ese sentido si se nota que el artista se cuida pues nunca pierde la tonada, al contrario juega con su voz como quiere, a su antojo, con un dominio y una ejecución perfecta.
La primera parte del concierto se dividiría entre algunos temas nuevos o de discos recientes como “Suave”, “Deja Vu”, “Amor, Amor” que empezaron a mover poco a poco la gente y los inolvidables boleros, a los cuales el cantante volvió a poner de moda cuando lanzo aquella serie de discos del mismo género los famosos ‘Romances’, temas como “Sin Ti”, “Sabor a Mí”, “Mucho Corazón”, “La Media Vuelta”, “La Barca”, “Nosotros” y hasta el “Amorcito corazón” que hiciera famoso Pedro Infante.
Todo esto pasósin prácticamente ninguna interacción del cantante con el público, que es quizás lo único reprochable, sus únicas palabras hasta este momento fueron “Muchas gracias Los Ángeles’.
Después vendría otro popurrí de temas clásicos como “Fría Como el Viento”, ‘Tengo todo Excepto a Ti” y la que pondría a todos a suspirar y hasta llorar a algunos “La Incondicional” — quizás una de las más coreadas de toda la noche.
“Culpable o No” “Esa niña” desfilarían por el repertorio y fue después de esto que vendría en único acercamiento del cantante para sus fans y fue cuando les arrojo varios manojos de rosas blancas a las primeras filas hasta quedarse con una sola, darles la espalda y arrojarla como las novias hacen con el ramo de bodas, ante el griterío de las afortunadas que lograron cachar alguna.
Después vendría una pausa para dar paso al mariachi como preámbulo a la celebración de la independencia de México. y poner a todos de pie a cantar y corear esas canciones que se llevan en la piel y el corazón, ante el grito de ‘Viva México’ e Impecablemente de blanco sonaron sus instrumentos para acompañar interpretar al ‘Sol de México’ “La Vikina”, “Si nos dejan”, “Que seas feliz”, “Sabes una cosa”, “Que bonita es mi tierra” y los clásicos que no podían faltar ”Cielito Lindo” y “Viva México”.
Después de la salida del escenario del mariachi, el cantante regreso después de un momento ahora más relajado con playera negra ajustada y chaleco encima demostrando que está cuidando mejor su figura física lo cual le valió gritos y todo tipo de piropos de su público femenino. a lo cual el artista se limito a contestar con sonrisas y guiños de ojos pero sin mediar palabra alguna,
“Vuelve” y “No culpes a la noche” pusieron a todos a bailar de nuevo y parecían ser las elegidas para cerrar la noche pero los gritos insistentes del público lo obligaron a volver para cantar “Labios de miel”. y al finalizar ahora si despedirse con un simple ‘Gracias’ y no volver a salir, igual que lo hace el ‘Sol’ al atardecer.
