Larry J. Cano, quien fuera pionero en el concepto de la cena mexicana y popularizó la margarita como fundador de El Torito en el condado de Orange, falleció. Tenía 90 años.
Cano, conocido por muchos de los que trabajaba para él en El Torito como “Mr. C” fue diagnosticado con cáncer pancreático en las últimas semanas. Falleció en su casa de Corona del Mar la semana pasada, su esposa, Suzann, y sus tres hijas estaban a su lado.
“Larry fue un pionero y visionario en la industria alimentaria mexicana de Estados Unidos y sus innumerables contribuciones han dejado una marca duradera en la industria”, indicó en un comunicado publicado el lunes, 15 de diciembre, Real Mex Restaurants, la empresa matriz de El Torito ubicada en Cypress. “Estamos eternamente agradecidos por la dedicación sin igual de Larry en El Torito y seguiremos honrando su legado de innovación, así como su devoción a nuestros clientes, empleados y empresa”.
Cano, oriundo del Este de Los Ángeles, fue un piloto de combate en la Segunda Guerra Mundial. Fundó el primer El Torito en 1954 en Encino. Convirtió el restaurante en una marca nacional que popularizó la comida tradicional de los restaurantes mexicanos como las fajitas, guacamole preparado en su mesa, las margaritas y los ‘martes de tacos’.
“Él era un ícono”, dijo Don Myers, propietario de Cha Cha Latin Kitchen en Brea, quien trabajó con Cano durante los primeros años de El Torito Grill. “Siempre estaba haciendo algo diferente, siempre intentando mejorar su marca. Él era el ‘Coronel Sanders’ en lo que a mí respecta”.
Un líder dinámico e innovador, Cano forjó a muchos de los mejores empresarios de restaurantes del condado de Orange y les ofreció su primera oportunidad, incluyendo a Myers, Iván Calderón de Taco Mesa y David Wilhelm de Jimmy’s Famous American Tavern en San Diego y Dana Point.
“Cada vez que hablaba, estaba enseñando algo, y si escuchabas atentamente, estabas aprendiendo con él”, dijo Myers.
Suzann Cano describió a su marido como “un hombre humilde”, cuya primera prioridad era los miles de trabajadores que empleaba a través de los años.
“No eran empleados; eran sus amigos”, dijo.
Calderón, quien salió de El Torito en la década de 1990, dijo que Cano era como su segundo padre. Calderón inicio su carrera como lavaplatos a los 15 años en El Torito en Marina del Rey a principios de 1970, cuando la compañía empezaba una importante expansión.
Después que Calderón se graduó como ayudante de mesero a los 16 años, Cano tuvo una conversación muy personal con el adolescente. La charla de 45 minutos infundió confianza en Calderón, quien finalmente se convirtió en gerente regional para la cadena durante su apogeo en los años 1970 y 1980.
“Era una persona que mostraba interés en todo aquel con quien tenía contacto. Tenía una manera de sacar lo mejor de todos”, explicó Calderón.
En una entrevista para The Register este año, Cano dijo que el contratar a los empleados adecuados fue crucial para su éxito.
“Creo mucho en al auto-motivación y la destreza para sacar adelante el trabajo”, dijo.
En 1992, con la bendición de Cano, Calderón comenzó su propio concepto innovador: Taco Mesa. Varios años más tarde fundó Taco Rosa en Irvine.
Calderón indicó que Cano siempre apoyó sus anhelos empresariales. Hace apenas unos meses, los dos amigos conversaron sobre un nuevo concepto que diseñó Calderón.
“Se emocionaba cuando conversaban con él sobre un nuevo platillo”, dijo Calderón.
El ex ejecutivo financiero de Starbucks, Michael M. de Casey, trabajó con Cano en la década de 1970 cuando el título de propiedad de El Torito pasó a manos de W.R. Grace. Indicó que Cano dejó un legado duradero en la industria de la comida casual.
“Fue uno de los líderes que encabezaron el crecimiento de restaurantes casuales que cambiaron la forma y la frecuencia con la que los estadounidenses comen fuera de sus casas”, explicó a The Register a principios de este año. “Aprendí de Larry que una marca experimental y novata como El Torito o Starbucks tiene que construirse desde adentro hacia afuera, no a través de los estudios de consumidores y la publicidad en masa”.
Pero incluso en la cima del éxito de El Torito, Cano siempre pensaba en la próxima innovación.
El primer El Torito Grill abrió sus puertas en 1986 en el lugar de la antigua Velvet Turtle en Fashion Island en Newport Beach.
“Siempre estaba pensando en nuevos conceptos. Su mente siempre estaba volando”, dijo Suzann Cano.
El asesor de la industria de restaurantes, Randy Hiatt, dijo que Cano era un innovador raro que se mantuvo vigente con su marca de restaurantes durante años.
“Muchos otros empresarios con buenas ideas caen poco después que sus ideas empiezan a desarrollarse, pero Larry tenía las habilidades interpersonales y una pasión constante para respaldar a la empresa a medida que crecía”, dijo Hiatt, presidente de Fessel International en Costa Mesa.
Finalmente, Cano se retiró de la compañía a finales de 1980 después de la empresa fue adquirida con financiación por Restaurant Enterprises.
Con los años, se mantuvo en contacto con sus protegidos – incluyendo a Calderón y Myers – quienes asistieron a la fiesta para Cano por cumplir 90 años.
“Fue un motivador y un maravilloso empresario de restaurantes hasta el día de su muerte”, dijo Calderón.
A Cano le sobreviven su esposa, Suzann, y tres hijas, Lisa Michelle, Allyn, Suzanne y ocho nietos. Aún no hay planes para el sepelio o el entierro, informó la familia.
