El hábito no hace al monje, reza el refrán, calzándole precisamente a Siervas, una agrupación compuesta de 12 monjas que hará su debut californiano el viernes 8 de septiembre durante el Festival de Cristo 2017 en la Catedral de Cristo (conocida antes como la Catedral de Cristal) de Garden Grove.
Muchos se sorprenderán de que Siervas no se trata de una banda de religiosas chapadas a la antigua. Su música ni es clásica ni de coro, sino una fusión de ritmos latinos del rock y el pop.
No se quitarán los hábitos en el escenario, por supuesto, como en cualquiera de sus otras obligaciones—ayudar a los pobres, visitar a las mujeres encarceladas y a los enfermos—, pero la música que toca la banda peruana transcenderá mucho más allá de los confines de su comunidad religiosa ubicada a las afueras de Lima.
Aunque la banda rocanrolera nació en el Perú, las monjas tienen ocho nacionalidades distintas: cuatro chilenas, dos peruanas, una argentina, una ecuatoriana, una china, una filipina, una japonesa y una venezolana.
Las 12 religiosas pertenecen a la orden de las Siervas del Plan de Dios, una comunidad religiosa instaurada en Lima en 1998 que es reconocida por el Vaticano.
“Nuestra misión es ayudar a los más necesitados pero también vemos que hay mucha pobreza, no solo material, sino espiritual en todo el mundo”, dijo la Hermana Mónica Nobl, integrante de Siervas, en conversación telefónica desde el Perú con este semanal. “Nosotras queremos responder a este tipo de pobreza”.
Hace tres años que decidieron lanzarse al ruedo musical con dos producciones discográficas: “Ansias que queman” (2014) y “Hoy despierto” (2016).
Hicieron una presentación ante el Papa Francisco en Ciudad Juárez durante su gira por México en febrero de 2016.
Y, tras su éxito mediático y creciente popularidad en las redes sociales, han sido invitadas a encabezar el cartel del primer Festival de Cristo 2017, una velada de música cristiana completamente en español impulsada por la Diócesis Católica Romana de Orange.
Siervas traerá un mensaje de esperanza, añadió la monja peruana, para todos: creyentes y no creyentes. “La música no se trata de hacer un show… sino de servir al Señor”, expresó Nobl. “Queremos que todo el mundo viva esa alegría”.
