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Cómo los activistas contra la inmigración ilegal ganaron y perdieron en California este noviembre

Los activistas en contra de la inmigración ilegal en California dicen que si Trump no da seguimiento a sus planes migratorios como algunos han sugerido volverán con fuerza.
Los activistas en contra de la inmigración ilegal en California dicen que si Trump no da seguimiento a sus planes migratorios como algunos han sugerido volverán con fuerza.
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Para los californianos que se oponen a la inmigración ilegal, las elecciones de noviembre trajeron esperanza y frustración.

En Washington D.C., ahora cuentan con un presidente que comparte sus puntos de vista sobre la seguridad fronteriza y la necesidad de deportar a inmigrantes indocumentados. Pero en casa, líderes legislativos ahora prometen pelear contra Donald Trump y proteger a aquellos que se encuentran en el país ilegalmente.

“Es insultante la forma en que nuestros funcionarios ponen en peligro a nuestros ciudadanos”, comentó Sabine Durden, de Moreno Valley, nativa de Alemania y cuyo hijo, un despachador del Departamento del Alguacil del Condado de Riverside, murió en un accidente de tránsito en el 2012 que involucró a un inmigrante indocumentado, sin licencia de manejo y con un historial criminal.

“Somos un país de leyes y necesitan ser cumplidas”, dijo.

Se avecina una batalla el próximo año, enfrentando a la administración de Trump y a sus aliados en el Congreso contra California, donde los demócratas están en poder.

Trump prometió construir un muro en la frontera con México, deportar a millones de inmigrantes indocumentados y prohibir que musulmanes ingresen a los Estados Unidos; posteriormente dijo que la prohibición aplicaría solamente a inmigrantes de países ligados al terrorismo. Él ganó el voto electoral, pero perdió California ante Hillary Clinton.

Cuando la legislatura de California se reunió en Sacramento a principios de este mes, el asambleísta Anthony Rendón, demócrata por Paramount, y el presidente Pro Tem del Senado, Kevin de León, demócrata por Los Angeles, dieron a conocer su decisión de luchar contra la agenda de Trump. La lucha se centra especialmente sobre el tema de inmigración. Propuestas en la asamblea y el senado utilizarían dinero de los contribuyentes para ayudar a los inmigrantes indocumentados que enfrentan la deportación.

“Los inmigrantes son parte de la historia de California, de nuestra cultura y nuestra sociedad”, dijo Rendón en un comunicado de prensa “ellos pagan impuestos, algunas veces más que los multimillonarios, y ayudan a impulsar el motor que hace de California la sexta economía más grande del mundo. Con este paquete de legislación, le decimos a la administración (de Trump) y al Congreso: si quieren llegar a ellos, van a tener que pasar por encima de nosotros”.

La elección del gobernador Jerry Brown para fiscal General de California también refleja la intención del estado de luchar contra Trump. Él escogió al representante Xavier Becerra, demócrata por Los Angeles, para servir el término inconcluso de Kamala Harris, quien fue electa al senado estadounidense. La madre de Becerra es inmigrante de México.

Asumiendo que la legislatura lo confirme, Becerra podría demandar al gobierno federal para bloquear las políticas de Trump sobre la inmigración y otros temas, al igual que fiscales generales republicanos en otros estados demandaron a la administración de Obama para desafiar al presidente.

A cambio, Trump y los republicanos en el congreso podrían tratar de castigar a California por proteger a aquellos que se encuentran en el país ilegalmente. Eso podría incluir negar el financiamiento a “ciudades santuario” como San Francisco, que cuentan con pólizas que protegen a inmigrantes indocumentados.

El estado cuenta con más demócratas empadronados, quienes son más propensos a simpatizar con inmigrantes indocumentados, que los republicanos. Y las encuestas muestran que la mayoría de los californianos están a favor de proteger a los inmigrantes indocumentados.

Los defensores de los inmigrantes también se están organizando. Javier Hernández, director de Inland Coalition for Immigrant Justice, dijo que es emocionante ver como California toma una fuerte postura contra Trump, pero dijo que es crucial que organizadores regionales continúen defendiendo los derechos de los inmigrantes.

“Nos estamos verdaderamente enfocando en lo que podemos hacer localmente para asegurar que, si hay un gran empuje de deportaciones de parte de la nueva administración, tendremos protecciones para la comunidad inmigrante”, comentó Hernández.

“Un aliado ahora”

Con las encuestas a un lado, el estado es hogar de muchos residentes preocupados con que los inmigrantes indocumentados amenacen la seguridad pública y tomen empleos de manos de ciudadanos estadounidenses.

Hace dos años, manifestantes con pancartas bloquearon un autobús cargado de migrantes centroamericanos evitando que fueran procesados en una estación de la patrulla fronteriza en Murrieta.

Para los activistas contra la inmigración ilegal, lo que viene de Sacramento genera ira. “Desearía que estos mismos legisladores estatales lucharan de la misma manera para mitigar el sufrimiento de los ciudadanos estadounidenses, de nuestros indigentes, de nuestros desempleados, de los estadounidenses discapacitados”, dijo Robin Hvidston, de We the People Rising, un grupo contra la inmigración ilegal con sede en Claremont.

“Es triste ver esta energía enfocada tan exclusivamente sobre la gente que está quebrantando nuestras leyes de inmigración y que están en nuestro estado sin los documentos apropiados”.

Hvidston describió al movimiento Santuario como “histeria”, porque Trump dijo que se enfocaría en deportar a aquellos que han cometido crímenes.

Ella dijo que We the People Rising y otros grupos similares han conducido varias campañas de correos electrónicos enviados a Trump, diciéndole que “apoyan el cumplimiento de las leyes en este estado”.

“Como californianos, (nosotros estamos) recordándole que somos casi 4 millones y medio de personas en California que votamos por él y le pedimos que tome acción en este estado en lo que respecta a las leyes de inmigración”, dijo Hvidston.

“Queremos ser una voz en California para Trump, y dejarle saber que apoyamos las nuevas políticas independientemente de cómo se comporta nuestro estado”.

Ella dijo que miembros de su grupo asistirán a reuniones de consejos municipales a través del sur de California para denunciar cualquier plan de declarar a las ciudades como espacios santuario para inmigrantes indocumentados.

Los activistas también piensan visitar las oficinas de los legisladores estatales para compartir su oposición a una propuesta que crearía ‘zonas seguras’ contra la deportación para inmigrantes indocumentados en California.

“Sentimos que tenemos un aliado ahora en la Casa Blanca y a nivel federal”, agregó.

“Un largo camino”

Betty Robinson, residente de Tustin y coordinadora de proyectos para We the People Rising en el Condado de Orange, dijo que en gran manera ha perdido la fe en los legisladores estatales.

“En California será un largo camino”, dijo.

Con el ascenso de Trump a la Casa Blanca, ella y otros activistas locales están enfocados en hacer que cumpla con su propuesta de inmigración, en particular con su promesa de construir el muro fronterizo. Su esperanza es que un agresivo enfoque federal debilitará la oposición que Trump enfrenta en California.

“Sé que a mucha gente no le gusta eso, pero un muro es permanente”, dijo. “Hemos dejado que esto dure tanto tiempo. Es la única manera”.

Si Trump no da seguimiento con esos planes, como algunos han sugerido, “volveremos” añadió. “Vamos a comunicarnos por Facebook, por Twitter, por correo electrónico”.

Mientras tanto, algunos activistas conservadores han perdido la esperanza de ganar cualquier terreno en la legislatura de California.

Greg Brittain, de 58 años, abogado en Redlands y miembro de Redlands Tea Party Patriots, dijo que, aunque está preocupado con el giro a la izquierda del estado sobre el tema, la creciente debilidad del partido republicano en el sur de California deja a muchos grupos conservadores con pocas opciones para luchar contra las protecciones a los inmigrantes a nivel local y estatal.

“Sería el equivalente de tratar de mover a un molino”, dijo Brittain.

“En lo que respecta a cómo revivir al movimiento conservador en California, simplemente no sé”, añadió. “Creo que debemos de trabajar en seleccionar objetivos locales y temas locales que podemos apoyar”.

El activismo de Durden le ganó una audiencia con Trump. Ella habló en la Convención Nacional Republicana de este verano y asistió al debate presidencial como invitada de Trump.

Ahora, ella piensa mudarse a Arkansas. Ella aún piensa visitar California, pero hay demasiados recordatorios dolorosos de la pérdida de su hijo, Dominic.

“Voy a continuar hablando contra la inmigración ilegal y de cómo destruyó a mi familia. Voy a compartir cómo esto podría pasarle a cualquiera en cualquier momento”, finalizó.