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SACRAMENTO, California, EE.UU.- Los votantes de California aprobaron hace tres años una medida para subir los impuestos a las corporaciones y crear empleos en el sector de la energía limpia al financiar proyectos de eficiencia energética en escuelas. Pero apenas se ha creado una décima parte de los empleos prometidos y el estado no tiene un desglose de los trabajos realizados o la energía ahorrada.

El dinero llega más despacio de lo previsto y más de la mitad de los 297 millones de dólares asignados por ahora a las escuelas han ido a parar a consultoras y auditores de energía. La junta creada para supervisar el proyecto y entregar informes anuales de progresos nunca se ha reunido, según un análisis de Associated Press.

Los votantes aprobaron en 2012 la Ley de Empleos de Energía Limpia por un gran margen de diferencia, lo que cerró un agujero legal en las tributaciones de corporaciones con presencia en varios estados. El gobierno de California decidió dedicar la mitad del dinero a financiar proyectos de energía limpia en escuelas y prometió que se generarían más de 11.000 empleos cada año.

En cambio, sólo se han creado 1.700 empleos en tres años, planteando el temor a que el dinero no esté consiguiendo lo que se prometió a los votantes.

“Las juntas de supervisión que sólo son figuras decorativas son bastante frecuentes, pero las juntas de supervisión que no se reúnen en absoluto son un gran problema”, señaló Douglas Johnson, experto en gobierno estatal en el Claremont McKenna College del sur de California.

La Comisión Estatal de Energía, que supervisa los gastos dentro de la Propuesta 39, no pudo ofrecer ningún dato sobre proyectos completados ni calcular los ahorros de energía porque no se requiere a las escuelas que informen de los resultados hasta 15 meses después de completar la obra, indicó la portavoz Amber Beck.

Sin embargo, la vocera cree que el programa está en el buen camino.

No se han reunido datos suficientes como para que se reúna el comité supervisor de nueve miembros, que agrupa profesores, ingenieros y expertos en clima, afirmó.

El análisis de AP sobre documentos estatales y locales determinó que no se ha completado ningún proyecto para los que el estado asignó 12,6 millones de dólares en el distrito escolar de Los Ángeles (LAUSD, por sus siglas en inglés), que tiene casi 1.000 escuelas. Dos centros tenían previsto modernizar este verano su iluminación y calefacción y mejorar su refrigeración, pero no se han hecho obras de construcción en ninguno de los dos, dijo la portavoz del distrito académico Barbara Jones.

La oficina del presidente del Senado en funciones, Kevin de Leon, demócrata de Los Ángeles, había estimado antes que el distrito se ahorraría 27 millones de dólares anuales en costes de energía. Los proyectos propuestos por ahora por LAUSD sólo ahorrarían 1,4 millones de dólares.

De Leon, el principal defensor de la Propuesta 39 en la cámara estatal, no estaba disponible para hacer comentarios, indicó su portavoz Claire Conlon, que afirmó que el programa opera como estaba previsto.

“Instamos a los distritos locales a permitir que se acumulen sus fondos para poder hacer inversiones mayores y más significativas”, dijo Conlon.

Responsables de los distritos académicos de todo el estado dijeron que pretendían cumplir la fecha límite de 2018 para pedir fondos y de 2020 para completar las obras. El dinero se dedicará a proyectos grandes que se necesitan desde hace tiempo, dijeron, y no les preocupa que las escuelas sólo hayan solicitado la mitad de los 973 millones de dólares disponibles por ahora, o que 153 millones de dólares de los 297 millones asignados a las escuelas hayan ido a parar a planificación realizada por auditores y consultores.

“Si hay dinero ahí, iremos a por él”, comentó Tom Wright, gestor energético para el distrito escolar de San Diego. A diferencia de otras zonas, esta región ha recibido 9,5 millones de dólares de sus 9,7 millones disponibles.

El dinero sobrante se devolvería al fondo general, para proyectos que pueden elegir los legisladores sin restricciones.

El programa también recauda varios millones menos cada año de lo previsto en un principio. Sus defensores, como De Leon y el inversor y filántropo multimillonario Tom Steyer, que financió el referéndum con 30 millones de dólares propios, dijeron a los votantes en 2012 que el plan enviaría hasta 550 millones de dólares anuales al Fondo de Empleos de Energía Limpia. Pero sumó 381 millones de dólares en 2013, 279 millones en 2014 y 313 millones en 2015.

No hay una forma concreta de determinar cómo reaccionaron las empresas al cambio fiscal, pero es probable que la mayoría se adaptara para minimizar su carga fiscal, señaló el analista legislativo independiente Ken Kapphahn. Además, señaló, el cambio afecta a un número muy pequeño de corporaciones.

La oficina de Steyer declinó realizar una entrevista o proporcionar comentarios del magnate sobre las cifras de ingresos del programa.

“La Propuesta 39 ya ha alcanzado su objetivo de proteger los empleos y a los empleadores de California al cerrar un agujero fiscal corporativo para empresas que trasladan los empleos de California a otros estados”, afirmó Steyer en un comunicado. Su equipo intentó distanciar al inversor de la aplicación del programa, señalando que el multimillonario quiere respetar el proceso legislativo.

Es innegable que la Propuesta 39 ha creado un número decepcionante de empleos, señaló Kirk Clark, vicepresidente de la California Business Roundtable, que se opone a la medida pero no hizo una campaña agresiva en su contra.

“Tenemos un largo historial en California de prometer empleos ecológicos de más y no cumplir”, señaló Clark, que también expresó su preocupación por que la mayoría de los empleos creados por ahora parecían ser puestos de consultoría.

Ni la Comisión de Energía ni Tim Rainey, director de la Junta de Inversión de Empleo de California, pudieron identificar la clase de empleos creada por proyectos de la Propuesta 39. Esa información estará disponible cuando se reúna por primera vez la junta de supervisión, afirmaron, probablemente en octubre o noviembre.

Clark también señaló que casi la mitad de los proyectos aprobados han sido cambios de iluminación, que no crean tantos empleos como obras más amplias como sustituir los sistemas de calefacción y aire acondicionado.

Las escuelas suelen priorizar la iluminación porque funcionan bien con la fórmula de la Comisión de Energía, que requiere que las escuelas ahorren al menos 1,05 dólares en costes energéticos por cada dólar gastado. La Comisión de Energía señaló que su cifra de empleos se basa en los dólares gastados y no tiene en cuenta la clase de obra realizada.

Los lentos resultados muestran que la junta de supervisión debería haber intervenido mucho antes, afirmó Johnson.

“Deberían haber supervisado todas las etapas de este proyecto, no esperar a que el dinero se haya ido y ver a dónde se fue”, dijo Johnson.