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SAN FRANCISCO.- California propuso cerrar para el próximo mes de octubre hasta 140 campos petrolíferos que según los reguladores del estado permitieron filtraciones a acuíferos bajo protección federal que se utilizan para obtener agua potable, según responsables del estado.

El plazo forma parte de un plan más amplio del estado remitido la semana pasada a la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), estadounidense para alinear las explotaciones de gas y petróleo con las regulaciones del estado y cumplir los requisitos federales sobre agua potable. Las autoridades estatales hicieron público el plan el lunes.

Un análisis en marcha encargado por la EPA identificó más de 2.500 pozos de inyección autorizados por el estado en acuíferos que debían estar protegidos como actuales o posibles fuentes de agua para beber y regadío. La técnica de inyección implica almacenar residuos del proceso de extracción en el subsuelo, en principio en zonas que no afecten a los suministros de agua.

Un análisis de la Associated Press determinó que cientos de los permisos ahora en tela de juicio para inyección en campos petrolíferos en acuíferos se concedieron a partir de 2011, a pesar de la sequía que sufre el estado y de las crecientes advertencias de la EPA sobre la laxa protección estatal a los acuíferos en zonas de operaciones de gas y petróleo.

Steve Bohlen, responsable de la división de gas y petróleo en el Departamento de Conservación de California, dijo a la prensa que las propuestas de cambio regulatorio llegaban “con mucho retraso”.

La portavoz de la EPA Nahal Mogharabi señaló el lunes que las autoridades federales revisarían el nuevo plan en las próximas semanas. “La EPA trabajará después con el Estado para asegurar que el plan contiene acciones que alinearán su programa con la Ley de Agua Potable Segura”, señaló Mogharabi. La portavoz se refería a una ley histórica de 1974 que trataba de proteger las aguas subterráneas para beber de las operaciones de gas y petróleo.

Bohlen dijo que 140 de los 2.500 pozos de inyección suponen una preocupación prioritaria para el estado porque están inyectando de forma activa fluidos de los campos petrolíferos en acuíferos con agua de una calidad especialmente buena.

Las autoridades de gestión de aguas están revisando ahora esos 140 pozos para ver cuáles están cerca de pozos de agua y evaluar cualquier contaminación de los acuíferos procedente de las operaciones de extracción de gas y petróleo, indicó Bohlen.

Parte del plan estatal fijaría una fecha límite el 15 de octubre para poner fin a las inyecciones en acuíferos que se considere más necesitados de protección. Además, las autoridades podrían cerrar pozos petrolíferos antes si se considera que ponen en peligro pozos de agua cercanos. El verano pasado, el estado ordenó a las petroleras que dejaran de utilizar al menos nueve pozos petrolíferos que en total estaban cerca de más de 100 pozos de agua.

La EPA dio al estado hasta el viernes para detallar cómo gestionaría las inyecciones actuales en acuíferos protegidos y cómo impediría prácticas peligrosas en un futuro.

Aunque una parte de los fluidos y materiales que las petroleras inyectan en el subsuelo como parte de sus tareas normales es simplemente agua, también puede haber altos niveles de sal u otros materiales que impidan el uso del agua para beber o regar cultivos.

California es el tercer estado del país en producción de petróleo, y las petroleras afirman que los pozos de inyección ahora bajo escrutinio son vitales para la producción petrolífera del estado.